Ay, si Mike Hammer levantara la cabeza! Del susto que se llevaba se le caía el sombrero de golpe! Un patético Antonio Banderas en el papel de un fúnebre -venido a menos- detective privado que se encuentra más perdido que Blancanieves en un burdel. Deambula toda la película a través de una sombría y pesada narración, con una pésima estética que intenta recordar fatalmente a un admirable cine negro, al cual, esta historia le hace un pésimo favor. Personajes inconexos, desvinculados torpemente de una trama que no tiene fuerza ni interés, con un guión funesto y deplorable que intenta crear un aciago clima de suspense mal llevado y finalizado de forma más nefasta si puede ser. Hacía tiempo que no tenía ganas de no acabar una historia; les puedo asegurar que el cartel de la cinta es lo mejor que van a encontrar en la misma. Lo más extraño es encontrar a nuestro Antonio Banderas protagonizando esta falsa simulación de thriller negro.
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