Es curioso lo que ocurre con esta película sobre la segunda guerra chino-japonesa, cuyos hechos ocurrieron en 1937; al principio te preguntas por qué has elegido esta película, que dónde te has metido, para terminar con un sentimiento de conmoción, de emocionante inquietud interior y de una enorme implicación y afinidad con los hechos y los personajes. Con una magnífica e impresionante interpretación de Christian Bale -hay alguna que no lo sea? Espléndido actor en todos sus sentidos-, el único fallo que se le puede atribuir al director es su toma de postura, su no neutralidad a la hora de la narración; aunque, sólo hay que ver quién produce la misma para entenderlo. Pero, con todo, el trabajo de Yimou, para llevar a la gran pantalla la obra de Yan Geling es excelente. No es la mejor historia sobre las tragedias y atrocidades ocurridas en este tipo de guerras, ni el hecho más cruel jamás contado, pero consigue con el espectador una impresionante conexión, dejándote llevar -sin poder evitarlo- por todas las emocionantes emociones -valga la redundancia- que consigue despertarte. El único consejo que ofrezco es no hacer caso de las enormes injustas críticas bajas que algunos le han ofrecido -no lo son todas- e ir a verla; júzgalo por tí mismo, siéntate y decide si éstas son justas o no. Ya te adelanto que tu respuesta será no.
Película española apocalíptica, catalogada como thriller futurista, es una historia sobre un género que no es muy recurrente en el cine español; tal vez, por ello, mi valoración positiva -a pesar de que no ofrece nada nuevo de otros films de este estilo-, por el especial esfuerzo que se debe realizar para poder llevar a buen puerto una producción de este estilo. Con actuaciones correctas, una muy buena caracterización y excelente puesta en escena y centrada, fundamentalmente, en las relaciones humanas, los sentimientos y aquello que nos da esperanza para seguir adelante -por tanto, dejando un poco de lado (no mucho) la parte física que tanto se explota en estos relatos- es un muy buen trabajo, magnífico en ciertos aspectos, más pobre en otros -que no atiende como debe-, pero con un resultado genial, que gustará y no defraudará. Sólo en el último minuto, al director se le va la historia un poco de las manos -hasta entonces mantiene una línea estupenda que no desciende en ningún momento- al crear un mensaje esperanzador, con tanta rapidez y precipitación, que parece que juegue a ser Dios. Excepto esa minucia -tal vez necesaria-, la película es una magnífico trabajo de todos aquellos que participan; y para los escépticos, a pesar y fundamentalmente, por ser española!!!
A veces, la propia diferenciación que realiza la crítica, no sólo es injustificada sino que esta versada en exagerar algo cuya inclusión ya se ha producido; éste es el caso de esta historia. Recordándome, por su gran similitud, con "Antes del atardecer", no deja de ser una historia sobre dos personas que se conocen un fin de semana y pasan dos días compartiendos sus cuerpos y sus sentimientos; emociones física muy explícitas -necesarias o no, es ya discutible-, sensaciones de gran ternura, miedo, esperanza, desilusión..., un enamoramiento sorpresivo que transforma la vida de ambos hacia direcciones sorpresivas; un gran guión, con una conversación de 90 minutos, intercambio corporales..., nada nuevo sino fuera que, ha sido sobrevalorado, por tratarse de dos hombre -no la pareja hetero socialmente aceptada-, de la muestra del mundo gay que no deja de ser igual que el hetero, pues el amor no entiende de clases de parejas. Ésta es la gran apuesta de la película, mostrar dos hombre que se conocen, enamoran e intercambian sus afectos. En mi caso, no veo la gran espectacularidad; me da igual si es hombre-mujer la pareja, dos hombres o dos mujeres; por eso he de decir que me ha resultado un poco aburrida y nada novedosa -hay muchas películas que muestran lo mismo-. Para cierto sector, puede resultar desagradable y viciosa, incluso salirse del cine. Ahí ya depende del grupo al que pertenezcas. Pero, como historia, es buena pero no tanto!!!
Película muy intensa e interesante sobre un personaje que, no acabas de decir si es un héroe o un desecho de la sociedad -borracho,drogata-, si es un buen tipo que es muy bueno en su trabajo o un desarmado que tuvo suerte de no matar a todos los pasajeros. La verdad es que la historia no esconde nada, no esconde los hechos tan magníficos ni la maniobra arriesgada y única que tuvo que realizar -con la que salvo 96 vidas- pero, tampoco oculta la clase de persona que es el piloto, alguien desagradable, al que llegas a odiar, por el que siente gran lástima dado su alto grado de autodestrucción, pero al que al mismo tiempo, respetas y admiras por la gran pericia de su acto. La interpretación de Denzel Whasington es impresionante, logra transmitir una afinidad con el espectador que es impresionante -muy merecida su nominación a los Oscar-; de gran duración pero, claramente justificable, es una historia de sentimientos, intensa y dura, emocionante y de gran penuria. Dados los hechos, el guión no tiene mucho margen de acción, debe ceñirse a ellos; pero la sinceridad, la dureza -sin esconder nada- con la que los cuenta es admirable. No oculta, lo muestra todo y todos tal y como son. Necesaria su realización -gran trabajo del director Zemeckis- dudo que cualquier guión inventada pudiera haber superado una hechos tan impactantes y un personaje tan desastroso que realiza una acción impresionante y única. Fabulosa.
No es tan divertida como te la venden -la mejor comedia del año récord de público en los Estados Unidos!!!- pero, no por eso, deja de ser divertida, entretenida y con buenos momentos. Como pareja, empiezan un poco endebles, flojos y débiles -los gestos y acciones de Melissa McCarthy, para hacerte reír, son exagerados desproporcionadamente- pero, con el paso del tiempo y la evolución de los dos personajes, nace una química y un feeling que es capaz de emocionarte e involucrarte en sus vidas. No te reíras tanto como esperas, pero pasarás un buen rato; no te arrepentirás de ir a verla y las dos horas de su visionado serán de tu agrado. Otra cosa, es el final descafeinado y políticamente -también moralmente- correcto que le proporcionan al final; tambien, por otro lado, es normal pues la doble moral americana no iba a permitir otro final que el ofrecido -la reinserción y, como premio, la amistad de una buena persona a otra. Dejando ese desencanto de lado -molaría más el esperado por todos-, es una buena historia, entretenida y amena, que deja buenos momentos, otros clichés por el camino, una buena actuación del actor de moda en comedia -Jason Bateman- y unos momentos de acción bastante decentes. Más que un aprobado, pero no para notable. Disfrútala lo que dure y luego te se borrará de la mente; es lo que ofrece. Tampoco se pide más, no???
Joe Wright ha realizado una pifia en su adaptación del maravilloso libro de Tolstoi; lo peor, la mala transferencia de los profundos y dramáticos sentimientos de los personajes, que no sólo no eres capaz de captar con la profundidad que mostraría su lectura, sino que se quedan tan lejos de una posible afinidad con el espectador que eres capaz de dormirte o aburrirte siguiéndoles. Se lo pueden creer aquellos que han leído la espectacular obra! Y, para postre, en un alarde de originalidad, muestra todos los fotogramas como si fuera un teatro donde no hubiera otro escenario al que recurrir; sólo queda cambiar los decorados, subiendo y bajando el telón, sin ton ni son. Nada acertada esta película ni su visión; la decepción, ante las esperanzas creadas, es demasiado grande como para poder comprender lo que el director tenía en mente y que quería expresar. Ni la exagerada interpretación de Keira Knightley salva los papeles. Fatal.
Excelente comedia canadiense la protagonizada por una magnífica Marcia Gay Harden, que llevando todo el peso de la película, lo realiza -en todo momento- con tal soberbia interpretativa, con tal suntuosa elegancia, (cualquier calificativo se queda corto para reseñar su espléndida actuación y como oscurece a todo el que está a su lado) que se disfruta de principio a fin. Es un guión excepcional el realizado por Joan Carr-Wiggin, más una muy correcta dirección -innecesaria dada la calidad de la historia contada-; todo ello, junto, crean un producto genial, divertido, cómicamente dramático, unos personajes profundos y debiles -al mismo tiempo-, vacíos pero llenos de esperanza y el mensaje de que todo puede ser soportado para ir a mejor. Hace mucho tiempo, que en la gran pantalla no se veía una película de tal nivel, en todos los sentidos; tan completa en su desarrollo, en los actores participantes, en la dirección, en la afinidad con el espectador, en tu implicación con el personaje principal..., todo un colofón artístico que hacen de este film algo radiante y ostentoso, por su nivel de calidad, que vas a disfrutar de principio a fin, con el final de una esperanza creada, de una alegría por venir y una derrota merecida. Sin duda alguna, es merecedora de tu tiempo y dinero; disfrútala, deleítate y da gracias por haberla encontrado; te alegrará la vida durante 140 minutos, todos ellos, muy cortos!!!
Si fuera otro, y no Almodovar, el que firmara este trabajo, nunca hubiera llegado a la gran pantalla; lo cual nos dice mucho de lo mala que es la historia y la película. Dicen que se trata de una vuelta a sus orígenes, a sus comienzos pero yo no lo veo; sólo veo una mala historia, con malos personajes, inconexos y sin contenido, una obsesión con las pollas y con que todos somos maricones reprimidos y un abuso de los actores que parece se vendan por salir o trabajar con él, sea lo que sea. No es divertida, no es dramática, es simplemente un barullo que no hay por dónde cogerlo y que cuesta tragárselo. No serán pocos lo que se salgan de la sala o maldigan el dinero tirado a la basura. Qué pena Pedro Almodovar!!!
Lo primero que se observa, nada más empezar la película, es una delicadeza excelente en su personificación, una magnífica fotografía, una caracterización fabulosa, un vestuario espléndido, buenas actuaciones, y la adivinación de una magnífico guión, bien desarrollado y desenvuelto. Esconde una profunda historia de amor entre ilustrados con profundas expresiones faciales e inquietantes miradas de sentimientos internos. Historia real del rey Federico, es un relato magnífico que se disfruta sus 137 minutos sin lugar a dudas, triste como ella sola, no es difícil adivinar el final dada la osadía de sus atrevimientos; fueron demasiado lejos. Digna de verse es radiante en su elegancia y pulcritud, finura exclusiva y única que se disfruta, se observa desde el primer fotograma; brillante historia, deseable y de tiempo, nada igual en cartelera.
Sin duda alguna, Jason Statham ha vuelto ha sus orígenes; creo, que desde Transporter, no había vuelto a realizar una película de acción del nivel de una buena historia. Rápida, eficaz, diálogo medido, objetivos claros y un personaje definido que no necesita dar muchas vueltas para que sepas cómo actua y cómo trabaja; te guste más o menos, claro, conciso y muy preciso en sus actos; con golpes de gran presteza y eficacia, de gran rapidez, que no te da tiempo a pensar y, especialmente, equitativo e íntegro en su forma de actuar en su vida. Y, por una vez, Jennifer López no está más preocupada por salir guapa en pantalla que por darle contenido a su personaje y dejar que se pueda percibir una buena interpretación; vaya! que parece una actriz, de nuevo. Aparte, de la gran pareja que resultan en pantalla, en cada fotograma; aún más, con la tensión no resuelta, de no dejarse llevar por la atracción y mantenerse fiel a su chica; es el punto culminante que hace que seduzcan más, anexos el uno al otro. Por tanto, exceptuando la penosa presencia de Nick Nolte, es una buena película de acción, que gustará, de la que disfrutarás y cuyas dos horas no te darás cuenta que pasan; cumple su trabajo, realiza bien su función y ejecuta bien su tarea de entretener con buenos golpes, movimientos dinámicos y muchos puños y sangre; que resultan más atractivos que el típico tiro de pistola; del que también hay mucho donde elegir. Buen trabajo, este último encargo del actor actual del cine de acción, por excelencia y merecimiento.
Nuestras vidas transcurren dentro de las casas, observadas a través de las ventanas de aquellos que nos miran desde fuera; pero, si pudieras introducirte en su interior, verlas desde dentro, serían tan perfectas como nos parecen desde fuera? Ese es el argumento de esta historia, un chico fascinado por la vida de un compañero de clase, que describe en sus redacciones del colegio; un profesor, fascinado por igual pues es el único alumno que destaca y parece tener talento para la escritura. Hasta que él mismo es aprisionado por el mismo alumno, cuya atracción parece desviarse a su mujer y a él mismo. La fascinacinación de ambos receptores es el vínculo de destrucción para esta historia, larga e interesante, de atrapar moscas con tu propia miel. Brillante, como siempre, Kristin Scott Thomas, es de una creación y proceso productivo, a través del adolescente, digno del mejor de los escritores. Enseña mucho a través de información doble sobre cómo hacer un buen relato; lástima que su fin se a la autodestrucción.
Tengan en cuenta, desde el principio, que es una película depresiva, deprimente y de un gran abatimiento; un funeral, un velatorio puede que te cause la misma sensación que estás dos horas de visión filmográfica. Aparte de esto, que puede que retire a muchos de verla, la película es una gran producción, sensible, con grandes interpretaciones, de gran emotividad, y una película asombrosamente emocional. Trata la vejez, la relación de una pareja de amor que lleva toda la vida juntos, el deterioro de los cuerpos y de la mente y, te muestra a la cara, una realidad que todos conocemos y conoceremos, con la suerte de contar con una pareja que, en pantalla, funcionan sorpredentemente y que exponen una humanidad cerca de la que se puede observar cuando acudes al teatro; pero, en esta ocasión, a través de la gran pantalla. Aunque, insisto, no es la alegría de la huerta y son dos horas de historia para esperar que ocurra lo que ya sabes va a ocurrir; hay que estar preparado para verla!
Martin McDonagh ha creado una película que es deliciosamente una locura en vivo; historia escrita y rodada a la vez, con giros inesperados, sorpresas imprevisibles y un montón de deliciosas minucias que se descubren conforme avanza la misma. Un guión bien escrito para siete tipos que se divierten en pantalla, dejándose llevar por la alienación y paranoia de sus propios personajes hasta límites insospechados. Un grito a la no violencia, aunque en principio no pueda parecerlo, comedia negra alocada que se disfruta de principio a fin y dónde el dejarse llevar por esa insensatez es fundamental. Avanzando un paso más allá de "Escondidos en Brujas", con toques de homenaje a Tarantino -no bien resueltos-, es digna de verse, de pasar un buen rato, de simplemente ir a disfrutar de una buena tarde de cine negro cómico. No te arrepentirás, no te defraudará, no lamentarás haber ido..., es mucho más de lo que se puede decir de la mayoría de las historias que hoy en día están en cartel!! Adelante y pasa ese lapso de tiempo con una buena elección; últimamente no se tienen muchas oportunidades.
Paul Thomas Anderson consigue realizar un personaje complejo, perdido, tremendamente rebuscado y magníficamente interpretado por un Joaquín Phoenix que es capaz de lo mejor, pero también de lo peor. Pesada por su duración y por la incógnita de hacia dónde se dirige, que es lo que realmente necesita y la pregunta clave de todo la película: es verdaderamente un maestro, mejora su vida, le dirige y ayuda o sólo va creando conforme tiene delante la audiencia. La manifiesta creencia en él es clara aunque no lo es tanto su resultado; mal encaminada y presentada como primeros inicios de la cienciología, la unión de estos dos grandes actores de teatro -Philip Seymour Hoffman está realmente desaprovechado-, en pantalla, es explosiva, admirable y disfrutable al cien por cien. Basado en su segundo libro y como fondo las neo-religiones, asusta confirmar el poder que son capaces de reunir en sus manos y la influencia sobre persona, personajes despistados y extraviados que no parecen tener rendición a ningún amo superior, sólo a ellos mismos y a su violencia interior. Diferente, larga duración, no fácilmente atrae ni mantiene tu atención de forma constante -tienes que hacer un sobreesfuerzo para seguir al protagonista y entenderlo, si lo logras claro!- pero, una vez conseguido, la sensación de haber visto algo que verdaderamente valía la pena no podrás evita sentirlo. Ánimo!!
Bruce Willis: nadie te ha dicho que no uses el nombre de la jungla en vano! La primera genial: el ascensor y su novedad. La segunda mantiene el nivel con el avión. En la tercera ya se observa un bajón pero la acertada elección de Jackson lo arregla pero, la cuarta ya usas a tu hija y ahora recurres a tu hijo. Lo próximo que será, volver a presentar a tu ex-mujer. De verdad no tienes alternativa a esta clase de películas!! No queda nada de tu personaje y te estás cargando un buen recuerdo de los espectadores. Dónde, a parte de una taquilla bastante floja, está el beneficio. Cuida un poco del legado que dejas y deja de lado los fiascos donde ya no hay que sacar.
He de reconocer que los hermanos Cohen no han perdido nada de su estilo; especialmente para la comedia. No sólo han escogido una pareja ideal que funciona en pantalla, sino que han realizado un guiòn divertido, amenos, rápido y nada empalagoso, que te hace pasar un buen rato, reirte y olvidarte cuando se acaba la película; de duración gusta para no atragantarte, los personajes son cuidados, dan vueltas y giros sorpresivos, que te sorprenden, otros menos, pero te hacen pasar un rato entretenido y placentero. No es una gran película, pero tampoco creo que su pretensión sea esa; por otra parte, aparte de la tan recurrida y mencionada Cámeron Díaz, siempre he pensado que Colin Firth, como actor de comedia, no ha tenido las oportunidades necesarias para demostrar lo bien que puede moverse en ese terreno -lo que si ha demostrado de sobra son sus actitudes interpretativas, sin duda-. Sin tener la ironía, desparpajo ni el atrevemiento de muchos otros guiones de los hermanos ya mencionados, no deja de tener su chispa, de entretener y de hacerte pasar un buen rato. Cine de 80 minutos, veloz y dinámico que cumple su función: hacerte sonreír.
Difícil crecer y pasar por la adolescencia cuando no sabes cómo actuar, cuando no sabes quién eres y, especialmente, cuando te da un miedo horrible ser un mortal más de los que te rodean que están peor que tú; esa es la tarea del protagonista que, a lo larga de la película, con un montón de equivocaciones y errores, logra mostrar un personaje muy diferente del encontrado al principio. Basado en un libro de éxito, el protagonista está idealmente escogido, junto a un escasa pero perfecta banda sonora y unas imágenes y fotografía tan importantes como el escaso diálogo que vas a encontrar. Submarine representa ese tipo de cine diferente, de personaje que transmite todo su miedo interior, todas sus inquietudes sin expresarse verbalmente, sólo con la mirada y la escasez de un no saber cómo debe comportarse, cómo debe vivir, pues nadie le ha dado las instrucciones y sólo le queda arriesgarse a juntarse con el resto, cosa aterradora. Fresca y amena, aunque no lo será para todos, el contraste de gente que le rodea, su necesidad y desesperación por descubrirse y acertar en sus decisiones son lo que marcarán los 90 y pico minutos de la cinta. Repito: difícil tarea la de crecer!! magistralmente reflejada en este film.
No se le ha dado demasiado bombo a esta película!; de verdad merecía estar nominada a los Goya! Porque, he de admitir que el personaje principal se come la pantalla, pero, de verdad Paco León ha hecho algo más que un chabacanismo barato que se ha ennsalzado demasiado? A pesar de la simpatía de la protagonista, la verdad es que no es suficiente para un guión claramente no cuidado, unos fotogramas que visualmente aburren, realizado al "tun tun", situaciones que te hacen reir por su grosería y demás componentes que uno ha de saber superar. No creo que sea tan soberbio este documental-película, aunque puedo entender la necesidad de este actor de demostrar que puede ser mucho más que el hermano progragonista de una serie que, sin querer, le ha atrapado para detenerlo y clasificarlo en un sólo tipo de género. Esta claro que si sigue por este camino, tiene mucho que contar aunque, seamos claros, le queda mucho que recorrerl Pero, todo es empezar!
