lunes, 30 de junio de 2014

No hay dos sin tres

No se si es una buena forma de empezar pero..., no es tan tonta como se esperaba ni tan banal como se presuponía, sus diálogos no son tan necios como se imaginaba y las escenas, aunque recortadas de un patrón de medida standard que sirve para toda comedia romántica simple y llana, son dulcemente soportadas, encanto que no atrapa ni seduce pero que sirve para hora y media de entretenimiento ligero y superfluo. Sin cautivadoras sorpresas en su recorrido ni fascinante alternancia en su evolución los personajes tienen, por suerte, una decente consistencia, un guión que no abusa de los absurdos y un argumento sin excesos empalagosos que logra un admisible equilibrio entre la tontería, la estupidez y el bello recuerdo, sabroso disfrute que permite un visionado alegre, risueño y de complacencia agradable pues facilita su no-acomplejado consumo y su no-atragantada digestión. Un fantástico tándem el formado por Cameron Díaz y Leslie Mann que sin apenas esfuerzo y con unos personajes cliché de limitado alcance aportan ligera diversión y grata espontaneidad, lo suficiente para una sonrisa en el rostro y alguna tímida carcajada inesperada más una vendible fotografía urbana y una preparada música pegadiza. Sin letra pequeña que engañe, con emoción controlada y entusiasmo permisivo en su justa medida se puede afirmar, simple y llanamente, que gusta, convencimiento que asusta pues sin aportar nada ni rescatarte del olvido pensativo y cognitivo crea un ambiente de amigable lindeza, relajante bienestar y cómoda presencia, suficiente para resolver la papeleta con dignidad y voluntad manifiesta. Vamos!, atrévete a afirmar sin miedo ni temor oculto pero dentro de la lógica no surrealista de película-prototipo-comercial de entretenimiento para público masivo que te ha valido como esparcimiento general, que te ha gustado como diversión temporal y que la velada ha resultado ser de grato y óptimo recuerdo. Si te pilla en el día adecuado, el momento señalado y el cuerpo tontorrón lo que en otra ocasión sería bobalicón e insoportable puede resultar hoy simpático, jovial y ameno; sólo tú conoces el estado de la mar por la cual navegas, una agitación o calma, oleaje o quietud de las aguas que tú debes decidir. Si te equivocas no eches balones fuera!!!




domingo, 29 de junio de 2014

Juntos y revueltos

Es Adam Sandler!, un tipo que repite el mismo patrón en todas sus películas, que ni siquiera se molesta en actuar, que simplemente se planta delante de la cámara con su neutro, inerte y estático rostro/cuerpo rodeado de amigos para divertirse él mismo produciendo lo que sea que se le haya ocurrido esta vez que no será muy distinto del anterior trabajo, cuya comicidad es repetida una y otra vez hasta el punto de que él mismo se lo ha creído, que tiene su hueco perpetuo en la gran pantalla a pesar de la nula novedad de lo ofertado. Es cine familiar con una mezcla de todo un poco para intentar gustar y contentar a cada miembro del clan, un toque sensitivo seguido de la típica chorrada inoportuna, un mínimo de drama que antecede el jolgorio de diversión que él patrocina, absurdas situaciones programadas que se resuelven con el mismo adjetivo ejecutor como avanzadilla, suave ternura y necia estupidez cogidos de la mano, cariño y amor expresados con dificultad no así la tontería verbal de turno, notoria exageración unida a necia timidez, poca y puede que inexistente imaginación para una logística pobre y escasa etc, etc, etc y a pesar de lo escrito y sin ninguna incoherencia no voy a machacar o anular dicho filme! Cuando lo escoges sabes sobradamente lo que va a ofrecer, lo que da de sí! Dos horas de un reiterativo relato sin sobresaltos ni sustancia destacada, un "choque de puños" que divierte según sean tus esperanzas y expectativas deseadas, un argumento escrito de carrerilla y unos diálogos de alcance justito cuyo límite conoce el propio Adam Sandler y toda su camarilla pues se rodean estratégicamente de mucho ruido de fondo, de un llamativo y sonoro ambiente y un atractivo contexto que tape y oculte las evidentes carencias del filme. Yo, personalmente, prefiero mil veces para este formato a Steve Martin que lo borda a cada paso y gesto que da con una sencillez que enamora y una fascinante habilidad que se gana tu respeto y reconocimiento. Eso sí, al César lo que es del César, tiene una fantástica, meritoria y agradecida fotografía de África. Elige sabiamente y luego no lamentes!!!




El soldado de Dios

La primera hora te aburres, estás frío y desconectado de lo que pasa, indiferente ante lo visionado; a partir de ahí, la película empieza a captar tu interés y atención para conseguir que tu mirada se transforme en atractiva emotividad y sentida aflicción durante la última media hora, evolución que acaba ganándose tu respeto y admiración por tratarse de una historia real, un ángel armado defensor de las puertas de un paraíso instalado en el más espeluznante y feroz infierno que el ser humano es capaz de crear, salvar vidas inocentes de una muerte segura o una posible existencia aún peor. Tampoco tiene más, también hay que decirlo. Su paso del submundo de la droga, la delicuencia y el alcohol al descubrimiento de Dios pasa sin pena ni gloria, su narración es muy rápida y poco deleitable, sentimientos apenas perceptibles para tu alma que observa pero no profundiza ni siente; a partir de ahí -me repito- va ganando en carisma y potencia, intensidad agradecida que va "in crescendo" y que te permite subirte al vagón de un tren en el que apenas habías reparado, apreciar unas vistas hasta el momento apenas percibidas y conformar un paisaje agradable que se gana tu aprobado por su profunda recta final. No busques una película de acción, no esperes furtiva adrenalina que levante tu pasión, no quieras tensión que mantenga en vilo tu corazón; es un relato humanitario y social  con una primera parte como digno documental de UNICEF y de la esperanza y la Fe de un todopoderoso Señor que salva y protege a las ovejas perdidas de su rebaño -alabado sea para siempre su gloria etc, etc, etc,- y una segunda parte más apetitosa y gustosa donde se deja el discurso católico y el sermón de iglesia y se aprecia más a la persona, su valentía y el duro trabajo que realiza, sus dudas e impotentes frustraciones y su método alternativo de hacer las cosas, de llevar la paz y la seguridad a niños que, literalmente, lo han perdido todo -y me quedo corta por el horror y la crueldad que, todavía actualmente, se vive allí-. Sam Childers, una organización -una persona- sin ánimo de lucro que sobrevive con gran esfuerzo y apenas recursos gracias a la constancia y no abandono de sus miembros y que aporta felicidad e ilusión a todos los niños que encuentra en su camino en una región de África, El Sudán, olvidada de la mano de Dios, también hay que decirlo.




sábado, 28 de junio de 2014

El encargo

Nunca el contenido de una bolsa ni el encargo de un mafioso fue tan aburrido, soso y cansino!!! Una partida de ajedrez y John Cusak como ejecutor de todos sus rivales y con el suculento premio final de saber, por fin, que hay dentro de la martilleante bolsa! Y que hay en el interior de la agobiante y obsesiva mención de este complemento indispensable para transportar nuestros enseres de lugar a lugar? El argumento que se olvidaron de escribir en lugar de este tostón!!! Porque aparte del nombre y la notoriedad de los dos actores protagonistas no hay nada más que ver ni que apreciar. El guionista de este filme nos coloca a nuestro desesperado héroe en un motel con el único objetivo claro de matar, eliminar todo lo que se mueva por doquier y, para ello, se va sacando personajes secundarios a cual más estrambótico de la manga -o de su pobre imaginación- y una excusa final, motivación deprimente que pone en marcha todo este circo que deja mucho que desear. Unos diálogos potentes, intensos y de cautivante penetración -pillas la ironía no?-, una estética muy elaborada, sugestiva e hipnótica -sigo con el mismo tono- y una tía con tetas y morros de pega que alcanza para herir de muerte tu corazón pues el fraude y la inesperada decepción de este relato es, prontamente, olvidable recuerdo que consuela de poco ante la historia que te están contando. Un encargo sin atractivo, chispa, frescura u originalidad que no interesa y cuyo devenir agota a la mente más lenta y zoquete, con motivación e interés cero incluso para los dos ilustres protagonistas que espero tuvieran un buen salario como excusa para participar en tal bodrio inconsistente porque arrastrar dicha mancha en el currículum es delito de poca explicación. Un cutre tiro al blanco de caseta de feria que no aspira a causar tensión, adrenalina o cualquier otro sentimiento que despierte al espectador de su angustiosa, por sus arcadas vomitivas, espera ante una resolución de risa subversiva y frustrada por la vacilación sin piedad que acabas de sufrir durante 108 inagotables minutos que no volverás a recuperar ni te serán compensados pues tú no cobras un sueldo por la visión insufrible de este relato. Película inútil, de recuerdo rápidamente perecedero -gracias a Dios, el cielo y a todos los santos juntos en misión imposible!- cuyo martirio aconsejo evites aunque mi lema siempre haya sido "la película siempre tiene que verse en persona para hacerse uno su propia opinión, al margen de lo oído, escrito o dicho por ella"; como excepción, esta vez falto a mi consejo pues por seguirlo mira lo que he conseguido!!!




Moliere en bicicleta

El revivir inesperado de una vieja amistad y la lectura de una magnífica obra, ensayo provisional y espontáneo de "Moliere en bicicleta" y cinco días por delante para conseguir el objetivo de despertar a un ermitaño de su retiro voluntario y tolerar jugar a ser el sabio maestro que da lecciones a su inexperto y torpe alumno; dos actores franceses con distintos intereses, adulación por una parte-azote por la otra-, una italiana divorciada que da el toque de alegría y color y una bella, reposada fotografía de una isla donde la tranquilidad y paz de los días son rutina maravillosa de su existencia. Pero..., una pérdida irreparable de afinidad, de conexión necesaria con el autor, con el inestimable creador protagonista absoluto del filme; una agradable sintonia para con unos personajes que se esfuerzan en transmitir pasión y devoción por su trabajo, un hermoso y cautivador fanatismo que transmite toda su fuerza a un efímero y fugaz aire poco penetrante, potente muestra de un duelo de titanes que exhibe con maestría el amor a un arte, el encanto de sentir y hacer tuyos unos personajes que se queda en ellos mismos pues observar la fantástica actuación y logística de esta excelente obra no significa volar y soñar con ella, mirar-escuchar-apreciar consuelan de poco cuando no se consigue despertar la curiosidad por el recital exhibido. Sentida calidez para la vista, fantástica armonía en el devenir, dulzura apacible en la exposición, frío recibimiento que va subiendo de temperatura pero..., el teatro hay que vivirlo con emoción, saborearlo con venerable gusto, palparlo con exquisita delicadeza; los descansos ofrecen un repertorio más interesante que la narración sutil y fervorosa de la obra, entretenimiento mayor en los pasillos que en el ardiente escenario. Una "Venus de las pieles" descafeinada cuyo dramatismo y fascinación se queda en su letra escrita, en un improvisado ambiente escenográfico que se estima y valora por el reconocido esfuerzo e innegable mérito de su estructura tenue, afable y velada que enamora suavemente pero que te dejar ir sin conseguir atraparte, que no combina con sabio resultado el atractivo sublime del planteamiento con la sencillez magistral del devenir final; no lograr absorber la profundidad de Alceste, respirar su enfado y frustración, vestirse con sus sentimientos y deslumbrar con su ardiente fogosidad es una pérdida lamentable e irreparable, la adrenalina calmada que supura toda mi alma dice no conmoverse ante tan inmenso y sonoro espectáculo. "No me gusta conectarme, me gusta ser independiente"; deseo cumplido aunque, hubiera pagado por esa conexión!!!



viernes, 27 de junio de 2014

Un cuento francés

Un cuento es diversión, fantasía, imaginación, dejar volar tu alma, emocionar tu corazón, la hermosa captura de todos tus sentidos y el fascinante viaje al más allá, el país de nunca jamás donde todo es posible. Pido demasiado? En esta ocasión se nos relata una historia rocambolesca de personajes variopintos sin mucha conexión que no dan para mucho, que ofrecen un juego de alternancias sin apenas entusiasmo y de evolución poco atractiva y nada penetrante. Una princesa protagonista con pájaros en la cabeza, un príncipe de pega de presencia encantadora y actitud egoísta, un tartamudo caballero-andante perdido por las calles del amor, una alocada tía-hada cuyo efecto mágico no aparece por ningún lugar, un anciano rey-padre amigo del engaño y lo ajeno, una bella reina-madre adicta a la cirugía estética, un ogro deprimido que necesita cariño y comprensión y todo un peculiar y caótico elenco de buenas y reconocidas interpretaciones que conforman un paisaje difícil de catalogar. No aburre completamente pero tampoco satisface plenamente, un tiovivo entre el si y el no, la aceptación y la negación que te hace duda de tu veredicto, sentencia cálida y amable de grato porvenir o azote inquisitorial que elimina cualquier posibilidad de buena esperanza. De efecto poco revulsivo y mirada extraña rebela perplejidad de un mundo creado que se mueve entre el encanto y la seducción de la maravillosa ensoñación y la dureza y desconsuelo de una realidad que golpea y hiere profundamente. Bailarás al son de estas dos melodías, la rítmica y bailable-la cauta y apagada, preventiva prudencia a la hora de juzgar pues un lado te enamora-el otro te sobre, de uno quieres más-del otro deseas restar, una noria de altibajos emocionales cuyo rechazo no es definitivo pero tampoco seguro su abrazo, conformismo de una novedad ingeniosa poco plena que disfruta con el despiste, la anonadada sensación de verlo todo y apenas recordar nada. Contundente caos cognitivo que te permite alabar la ocurrente parte del trabajo ofrecido y, al mismo tiempo, despreciar la desencantada visión de una combinación tan mareante, dispar e intrépida.




jueves, 26 de junio de 2014

Tercera llamada

Un guión excelente, de fácil recorrido y de evolución muy acertada para unos personajes muy bien definidos -que no dejan de ser papel cliché mojado- que expresan con gran soberbia y picardía, atropello y simpatía el estrés, la tensión y la ansiedad que se vive los días previos al estreno de una obra, ese atractivo e indeseable nerviosismo de no-llegar a meta satisfecha, angustiosa pesadilla de cancelación que merodea por los alrededores cual fantasma que nubla y apaga cualquier inspiración divina; una directora que sabe lo que quiere pero no es capaz de expresarlo, una productora desquiciada ante tanto cambio y desbarajuste, una actriz veterana ya olvidada cuyo papel secundario le duele en el alma, su versión masculina conformada ante el evidente fallo de su memoria castigada, una joven novata asustada ante el peso de ser la protagonista de la obra, actores de relleno que sólo buscan sobrevivir y pagar el alquiler, una ignorada y frustrada ayudante de dirección que se desespera ante tanto desorden, las locuras de atrezzo, los chanchullos de montaje, los líos de maquillaje, los diversos manejos, celos, envidia, traición..., todo un compendio desaliñado pero muy exquisito que ofrece una visión encantadora y caótica del mundo de la farándula, fanatismo romántico de un mundo de ensueño donde reinventarse cada día. No es una comedia para reír holgadamente ni para carcajadas sonoras y estridentes, es un trabajo donde disfrutar de cada pieza y observar su hermosa armonía final a pesar del descontrol y confunsión que reina durante todo su trayecto, un delicioso tablero de ajedrez de movimientos caóticos y descabellados, un camino lleno de piedras, baches y giros inesperados de fantástico placer y degustación sabrosa, ludopatía de los miembros de un conjunto sin unión y lleno de fisuras que permiten entrever sus evidentes debilidades pero que ofrece una visión entretenida y amena. Impuesta tiranía de agobiante efecto pero resultado mágico y espléndido, muchos tropiezos y un arte desenfadado para una última llamada, repentino aviso fortuito donde, al son de la primera palabra recitada, todo se desliza con una sorprendente sintonia y una aguda, bella melodía, una fascinante subida de telón que enamora y encandila a la audiencia con suma facilidad aunque con obvias carencias. Producción mexicana de valorado ensamble y esfuerzo meritorio que sin exprimir todo el jugo de la cesta de frutas variadas que maneja consigue un cocktel potente y una bebida refrescante, solicita diversión ligera para soportar la inagotable espera. Tercera llamada, todos a sus asientos, silencio que el espectáculo va a empezar!!!




miércoles, 25 de junio de 2014

Quédate (stay)

Cuando haces una estupidez, una tontería necesitas tomarte un tiempo para reflexionar, un espacio propio y separado -a distancia- desde el que respirar y ver las cosas en perspectiva diferente; eso es esta película, un gran momento, descanso necesario para pensar y decidir qué hacer, hacia dónde dirigirse. Cuatro personajes de edades diferentes que comparten el lugar donde viven, pueblo costero irlandés perdido en el fin del mundo que ofrece una fotografía exquisita, una reposada y calmada imagen parte del encanto y la fascinación en el proceder de nuestros protagonistas más una dulce y seductora música, melodía de hermoso acompañamiento mientras realizas ese tiempo muerto para recapacitar y decidir sobre tu vida, meditación de los pasos a seguir, atrevimiento de aceptar los cambios y las consecuencias de unos actos que por mucho que se mire a otro lado, no se pueden ignorar. Aidan Quinn a la cabeza de un proyecto tranquilo y sereno, plácido y gustoso, un cálido dejar pasar los días, ese tiempo de duda para reanudar la marcha y seguir con nuestra existencia; poco movimiento, ninguna adrenalina, mucha calma y sosiego para un relato que encandila sin apenas esfuerzo, aquieta tu alma y relaja tu corazón, quietud encantadora de sabor intenso que quita el estrés y amansa las fieras. La profundidad de los sentimientos, la torpeza de las emociones, ver-sentir-observar-apreciar una delicia de armonía que se mueve a favor del viento respetando el compás de los tiempos, notas tenues y sutiles de acogedor impacto. Si confundes esa paz melosa de no-pasar-nada pero cambiarlo-todo, esa suave sintonia que no altera tus oídos pero alimenta el alma con el aburrimiento y la sosez, ésta no es tu película; si disfrutas con el discurrir de la vida, cavilaciones apagadas que conforman los momentos que marcan nuestra existencia, rutina perdida y encontrada de un más-de-lo-mismo/todo-nuevo-y-diferente, ésta es tu película. No busques un por qué, no quieras una explicación simplemente mira-siente-observa el devenir de los días, del tiempo de unas vidas que comparten el error y desatino de equivocarse y seguir adelante; "es hora de que las cosas cambien"




martes, 24 de junio de 2014

La jaula dorada

Carcajadas esporádicas de sonrisa eterna, bienestar acomodado de posición relajante y atmósfera acogedora, pícaras situaciones de hermosos sentimientos, agradable recorrido y oportuno desenlace para entrañables personajes de visión placentera, un guión inteligente que discurre sin apenas esfuerzo en una jaula de grillos encantadora donde hay cabida para el amor, la familia, la amistad y el trabajo en una combinación dulce, sabrosa y exquisita que se disfruta con gusto y con cero empalago; argumento de bella armonía y excelente fotografía, de clásico estilo hogareño con fugaz toque bohemio, de éxito garantizado y nulo desapego, afinidad que se absorbe con cálida pureza y cierta mirada de antaño que estimula su percepción y anima su fácil y digestivo consumo. Sólo hay que dejarse llevar por su apetecible encanto y su conquistada seducción de tierno querer que se cobija en el corazón cual deseo cumplido de velada de primavera que la sangra altera y el alma emociona, diversas y calmadas sensaciones de colorido tenue y asimilación perfecta con una calurosa bienvenida, un reposado estar y una grata despedida; inolvidable reunión de amigos con el maravilloso don de la alegría, la serena tranquilidad de la confianza y la profunda respiración del trabajo bien hecho, apaciguado suspiro de alivio ante el inesperado encuentro de diversión plena y gran sabiduría oculta, un adorable andar que relaja, ameniza e invita a bailar, a pasarlo bien y disfrutar de la fiesta. Ruben Alves ofrece un trabajo cautivador de elementos comunes nada novedosos que conforman una tertulia amena de sabroso recuerdo, bella sintonia y suave mezcolanza de un tipo de cine que alegra y complace por su conocido arbitraje y el agradable gusto dejado, recordatorio de una felicidad sencilla y apuesta, elegante y atractiva que dentro de su mínima exigencia y ausente complejidad guarda pequeños tesoros de inspiración divina y masaje relajante. Acoge con irresistibles ganas ese mas-de-lo-mismo muchas-veces-visto y aprecia la delicia de conocer el terreno y disfrutar de las vistas sin complejo, ligereza que se expresa con arte subliminal y sentida devoción inmediata.




lunes, 23 de junio de 2014

New world

Dirigida por Scorsese y protagonizada por Dicaprio, éxito rotundo-taquillazo seguro y aún así, no estoy segura de que me gustará más que el original visto!!! Espléndido cine negro coreano que cuenta con un rotundo, soberbio e impactante argumento de giros inesperados y virajes sorprendentes que te mantienen en tensa espera, cauta paciencia e imprevista desesperación ante unos fantásticos y penetrantes personajes que componen un exquisito e impresionante retablo del mundo de la mafia, de la leal amistad y la perpetua traición, del infame engaño y la bella lealtad, de la rastrera supervivencia y la orgullosa existencia que cuenta con una innegable, previsora y acertada dirección y una deliciosa, oscura y espeluznante fotografía que seduce amargamente y repele con extraña dulzura. Espectacular violencia, atractivo horror, maldad irresistible, explícita crueldad, irrespetuosa falsedad, desquiciada verdad, potente adrenalina, ojos perplejos de escalofriante mirada..., inquietantes emociones que chocan inevitablemente con el devenir de los acontecimientos más una solemnidad en las formas y una adorable elegancia en el proceder que llama a las puertas de un infierno donde, uno a uno, irán entrando todos ordenadamente por cortesía mezquina e invitación exprés de un oculto diablo que encuentra su máximo potencial e inspiración divina en el abandono y la soledad de quien es usado y echado a los leones. Idolatrado fanatismo de quien sobrevive a golpes de martillo, inesperada cumplida promesa de cinco estrellas que te deja meditando sobre su caótico y abrupto recorrido largo y soberano tiempo con un hermoso y fascinante cautiverio de tu mente, tus pensamientos y toda tu razón cognitiva que deslumbra por si mismo a través de una locura de pasión y un hipnótico atractivo que atrapa tu respiración, desvela a tu alma y congela tu sensible corazón. Absorbe con lenta profundidad toda su riqueza, disfruta con placer de su bella armonía, saborea con amargor su deleznable ofensa, siente con devoción su golpeada andadura, celebra con pudor la coronación del nuevo inesperado Padrino..., sencilla y llanamente goza como lo haría Francis Ford Coppola viendo esta película y deleitate de un maravilloso conjunto de grata inspiración, célebre cumplimiento y respetado aplauso por parte del público. 




domingo, 22 de junio de 2014

Hotell

Pacientes de un grupo de terapia que no contentos con la misma deciden hacer la suya propia, que aceptan la propuesta de uno de ellos de querer, fingir ser otra persona, olvidarse de la realidad e inventarse ésta, que tu vida sea como tu quieras; la idea, metáfora es como vivir en un hotel, si te despiertas en una habitación que no te gusta poder cambiarte a otra e incluso de hotel si hace falta, dejarlo todo y empezar de nuevo, borrar lo ocurrido y escribir la historia desde cero. Propuesta, en principio, interesante y apetitosa que no se confirma conforme rueda el guión pues el despropósito de las situaciones, el surrealismo de sus intenciones, la majadería de sus consecuencias -rozando el límite de lo macabro- no convencen ni atraen. El argumento y la historia se mantienen gracias al personaje principal y su atractiva fuerza -más la seductora interpretación de Alicia Vikander-, una muestra del horror de la vivencia que ha sufrido, su angustia y frustración, su mirada catatónica, su sonámbulo andar, estado de shock..., pues sus compañeros de aventura no adornan ni embellecen mucho la escena, sólo entretienen levemente y por momentos alternos. Recreación de un mundo absurdo y disparatado necesario y vital para unos pacientes que no saben como superar su tortura, encauzar sus vida y la realidad que ella conlleva, que se esconden detrás de la representación de un efímero teatro improvisado cuyo inevitable y doloroso final es harto conocido; ataque crítico al método terapéutico empleado para aliviar las penas de aquellos que sufren un calvario y tormenta en su propia persona o estupidez poco interesante, memez de cataclismo que tiene escasas escenas intensas o álgidas y muchas de pasar el tiempo, el mismo sin-sentido de la evolución de la historia. Ocultar el dolor, simular que no existe, inventarse la existencia, búsqueda de autodestrucción, alivio con aflicción física, sustituta e irreal felicidad, falsas alegres emociones, elección equivocada de camino, jugar a quién soy hoy..., de pensarlo demasiado como a la bruja me ha pasado que en el pozo me he quedado!!! Vuelta inexorable a la realidad. Película sueca que pretende innovar mucho pero que sólo alcanza un poco, un mínimo devenir curioso que mantiene tu atención ligeramente.




Transcendence

Se llama transcendencia pero lo que tú vas a sentir es pura intrascendencia porque la opción de ser intransigente y gritar en alto durante su proyección "me aburroooo!!!" es una tentación difícil de obviar pues tu frialdad e indiferencia, desapego y desconexión durante su visionado sólo la supera un muerto!, soso y desaborido como una ensalada sin aceite ni sal! La creación del mundo, jugar a ser Dios, la posibilidad de regeneración infinita, la eliminación del libre albedrío..., debe ser divertido y fascinante por poca imaginación que tengas..., un relato futurista, de ciencia ficción que explora la ilimitada capacidad cognitiva de nuestro cerebro, el apagón de Internet -la más extendida arma tecnológica que existe- y la nueva forma de vida resulta atractivo y apetecible, impactante y sonoro, sólo de pensar sus jugosas alternativas ya abre el apetito..., a cambio tenemos una película con Johnny Depp como reclamo publicitario donde la escasa acción no cubre demandas mínimas -científicos jugando a ser un penoso Chuck Norris para destruir ese sueño que se ha vuelto en contra-, una obsesiva historia de amor sin espacio para respirar que no levanta pasiones, una parte científica que más o menos entiendes a la que no prestas mucha atención, un final a lo "Romeo y Julieta" con suicidio voluntario de una no-inteligencia artificial con una no-demostrada alma existente que abdica y se auto inmola por el bien de la humanidad y abandona libremente las inimaginables opciones de todo su magnífico poder y un tufo de fondo a filosofía clásica del bien contra el mal, del reiterado abuso de la ciencia cuando no conoce sus límites, del poco novedoso peligro del insaciable deseo del ser humano de ir más allá, el temor al avance científico por su posible uso negativo, los repetidos horrores de abrir nuevos caminos y cambiar el mundo..., que cansa! Al margen de lecturas propias y variadas para cada uno la verdad es que pasas todo el filme desconectado, desenchufado de una temática que debería ser energía pura, potente electricidad estática que atrapa tus sentidos con ardor y devoción; a cambio obtienes dos horas de somnolencia relativa no confirmada, negativa ausencia sensitiva, irónica presente intrascendencia que no logras sacudirte de encima por muy trascendente que sea lo que estás viendo, que no estimula la atención ni alimenta el alma. Menos mal que las palomitas entretienen el tiempo muerto!!!




sábado, 21 de junio de 2014

Amanece en Edimburgo

Una historia de amor, familia y amistad con interpretaciones naturales y cercanas, canciones frescas y amenas de melodía pegadiza y ritmo bailable, coreografías no muy conseguidas pero aceptables, una fotografía urbana excelente..., y aún así, el máximo comentario que te viene a la cabeza es un conformado "está bien, es bonita y simpática, me ha gustado pero...," con un resquemor, resquicio doliente a "no es tan espectacular, fantástica como esperaba" que daña el alma y defrauda al corazón, aunque sólo sea mínimamente. Porque el relato es demasiado clásico y rutinario, romántica narración tópica sin demasiada pena ni gloria ni tensos sobresaltos que mantengan en vilo tu suspiro, una ausencia de adrenalina que apenas logra levantar pasiones o motivar el encendido de alguna llama que emocione, hechice o encandile a la audiencia; únicamente permite un visionado agradable y relajado cómodamente sentado en la butaca del cine en la cual, como mucho, sólo en el acto final lograrán tus pies moverse al son de la música y vibrar de emoción. "Podría ser mañana o podría ser hoy cuando el alma vaya al cielo y los huesos a la tierra", potente y esperanzador inicio que se apaga a los pocos minutos, que se desinfla cual globo deseado que se queda a medio gas y no deslumbra en la fiesta en la que es máximo protagonista, una respiración tranquila y poco agitada para un musical de alcance limitado que debería hacerte volar y soñar, que debería contar con esos pequeños grupúsculos que logran chupar tu sangre y encender tu espíritu pues estás dispuesta a ofrecerte voluntaria a tal ritual. Que no se me entienda mal, está bien, es bonita y simpática, me ha gustado pero no es lo espectacular y fantástica que esperaba..., un esplendor que a pesar de todo su arte y esfuerzo resulta poco lúcido, cumple con los requisitos exactos de entretenimiento y diversión pero no conquista tu persona, no mueve tu cuerpo ni estimula tus ansias dormidas de planear hasta la cima del mundo, tocar las estrellas y reinventar esa realidad que tanto anhelas. Que no se me entienda mal, está bien, es bonita y simpática, me ha gusta pero no es lo espectacular y fantástica que esperaba..., estoy repitiendo todo el rato esperando que alguna vocecita interior me haga cambiar de idea, insistiendo en negarme a aceptar una opinión tan neutra, tibia y tenue, intentado convencerme de que me he perdido algo, esa supuesta chispa y alegría contagiosa que te alza del asiento cual princesa en su espléndida fiesta de cumpleaños. Que no se me entienda mal, está bien, es bonita y simpática, me ha gustado pero no es tan espectacular y fantástica como esperaba..., y sigo, sigo, sigo esperando ver lo que aún no he visto!!!




viernes, 20 de junio de 2014

El viaje de tu vida

"Algunos nómadas están siempre en casa, otros no están nunca. Yo soy una de ellos". 
Algo me dice que la película sólo ha sabido captar una parte mínima de la belleza, encanto, seducción que desprende el libro en el cual se basa, un relato fascinante que sólo se ve reflejado parcialmente pues, con una magnífica e impresionante fotografía de la árida y devastadora tierra de Australia, su excepcional y desgarradora dureza, su atractiva desértica inmensidad, devastadora lejanía buscada/peligrosa soledad encontrada, únicamente logra captar tu atención e interés con una permanencia temporal, idas y venidas de mayor o menor intensidad para una mirada que aprecia y estima la calidez, lentitud, pasividad del camino emprendido pero, al mismo tiempo, esa misma hermosura autóctona, armoniosa combinación de un pausado andar que no desfallece en sus felices y cansados pasos te causa la misma somnolencia y fatiga que sufrirá nuestra protagonista, ilusión y desánimo que van a la par y que se conjuntan intermitentemente.
 "Me preguntan por qué hacer este viaje? Y por qué no?, contesto yo".
 Una aventura espaciosa sobre el terreno y profunda en el tiempo para llegar a la recompensa del océano, infatigable andar de la chica de los camellos cuyo soleado mortífero paisaje, penetrante rutina que se pierde en la tranquilidad del paso de los días, en la mezcolanza de un tiempo adorado y exquisito que sobrevive al discurrir de la memoria, nubla tu vista y adormece tu espíritu, respiración entumecida de quien no tiene prisa y se embriaga de un ahora presente e inmediato que te sacia con la misma calmosa temporalidad. 
"Los viajes en camello no empiezan ni terminan, sólo cambian de forma".
 No era la forma buscada, una ausencia de acción y movimiento que no se esperaba, pero esa misma letanía y quietud se ganan silenciosamente tus encantos y gratitud aunque insisto, en palabra escrita sobre hipnótico papel este relato debe ser mucho más maravilloso y fructífero, cada vocablo leído debe lucir y despertar con esplendor inusitado la percepción imaginativa de la mente de un lector asombrado.




jueves, 19 de junio de 2014

Michael Kohlhaas

No es un Braveheart pero tiene su encanto, no pretende una revolución ni levantar al pueblo contra el barón o la princesa sólo que se restituya su honor, que se le devuelva lo que es suyo, que se haga justicia. Con una puesta en escena austera, seca y comedida, una fotografía de frondosos bosques y vastas, extensas llanuras, amplios espacios donde la hermosura de la vista se pierde en su atractiva lejanía y ocultas trampas naturales donde únicamente sobreviven los expertos conocedores de sus caminos y un mínimo, escaso diálogo, comunicación que vive de la intensidad de la mirada, de la rotundidad corporal y de la firmeza de la lealtad compartida, belleza de una ausencia de vocablos innecesarios entre compañeros de miseria, penuria y una hambruna devoradora que alimenta una sed de venganza que no acaba de compartir nuestro protagonista pues sus principios, moralidad y creencias religiosas le llevan a un giro inesperado y poco comprensible -en principio-, a un cambio de rumbo que desvía la dinámica de toda la historia y lleva a un desenlace más encorsetado de lo esperado. Producción francesa cuya firma innegable se aprecia en la solidez y recatamiento de su exposición, en una frialdad emotiva exterior que es volcán en plena ebullición en sus entrañas, un relato donde los secundarios no acompañan debidamente y que mantiene su auge gracias a la fuerza, carisma y potencia interpretativa de Mads Mikkelsen, atractivo principal -y puede que único- de todo el filme; sin grandes batallas ni enfrentamientos bélicos impactantes vive de la robusta tristeza de un héroe arrepentido, de la melancolía de una vida perdida y de la añoranza de un futuro negado, desgarradoras lágrimas que se deslizan por un rostro duro de piel curtida que provienen de una errónea -o acertada, según se mire- decisión instintiva cuyas previstas consecuencias y su alto precio a pagar es por todos bien conocida. No sacia completamente tus anhelos de visionar una espectacular e impactante película épica pero sabe tener su atractivo y seducción, su encanto hipnótico siempre que elimines cualquier prejuicio por no ser el intenso y llamativo filme previsto. 




Goodbye world

El 30 de Octubre de 1938 Orson Wells y el teatro Mercury, bajo el sello de la CBS, adaptaron el clásico "La guerra de los mundos", novela de ciencia ficción de H.G.Wells, a un guión de la radio en forma de noticiario provocando el caos y el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey; el sábado 12 de febrero de 1949 en la ciudad de Quito, se llevó a cabo una adaptación similar a la de Wellls en radio Quito que no duró más de 20 minutos pero que produjo una enorme agitación popular con lanzamientos de piedras y ladrillos contra las comercios y los bancos; en 1998, en Portugal y México, tenemos más ejemplos similares con consecuencias igual de catastróficas. En esta ocasión se trata de tecnología más moderna y adaptada a los tiempos que vivimos pero la misma reacción y consecuencias, un mensaje de texto enviado simultáneamente a todos los teléfonos del mundo acompañado de un corte repentino de todas las comunicaciones posibles, total aislamiento sin poder saber-comprobar-afirmar nada pues todo puede ser falso -una macabra broma pesada- o verdadero -el final conjunto de tu vida, la de tus seres queridos y la de toda la humanidad-; la coincidente reunión de un grupo de amigos con personalidad variopinta para escoger cada uno una postura, actitud diferente y a partir de ahí desarrollar un camino conocido, papel cliché según la opción elegida con un fondo en común que pasa por la incredulidad inicial, el temor repentino, la peligrosa sinceridad, el enfrentamiento físico y emocional, la prueba de los límites de nuestra propia inseguridad, el estallido de nuestros horribles miedos, egoísmo compartido..., para llegar a una colaboración común, innata paz colectiva, necesaria para la subsistencia que nos reafirma en lo mejor y más bello del ser humano, la unión hace la fuerza!!! El desarrollo y la resolución son harto conocidas -no por ello menos gratificantes y de visión menos satisfactoria-, la novedad se encuentra en la nueva munición empleada, un terrorismo informático como arma letal y fatídica más la intervención en su creación, activación y propagación de personas buenas e inocentes que sin mediar mucho esfuerzo y a base de mezquinas coincidencias provocan el desconcierto absoluto, desorden y pánico descontrolado, ausencia de información vital y mínima comunicación necesaria para un resquicio de cordura que evite que el enemigo -nosotros mismos- nos aniquile uno a uno, matanza indiscriminada donde sólo el más fuerte sobrevive. Se disfruta gratamente sin nada de esfuerzo y sin apenas complicaciones, ideal para sobremesas ligeras o noches esquivas de fácil absorción y oportuno olvido.




miércoles, 18 de junio de 2014

Violet and daisy

Frialdad y calidez unidas explosivamente de la mano!!! Empieza con una potente escena -propia del mismo Tarantino-, sigue con una vuelta a la infantil niñez -a lo Hanna Montana en su época gloriosa-, otro giro de tuerca a la brutalidad más escandalosa para ir combinando pasos atrás, pasos hacia adelante e ir completando la llegada a una presencia humana, síntoma de la madura existencia de sentimientos vivos y reales que no caigan en el delirio caótico que precede a su llegada; un relato surrealista, estrambótico en todas las formas posibles que combina el despropósito con la cordura, la frenética locura con la fatídica culpa, la irresponsabilidad del albedrío mal dirigido con la confianza y la firmeza del saber estar, una combinación peligrosa pero muy fructífera que se gana tu simpatía y agrado por el desbarajuste y la calamidad de lo ofrecido y la barbarie temporal de lo narrado. Una delicia volver a visionar al desaparecido pero nunca-olvidado James Gandolfini que ofrece el toque de serenidad y sosiego necesarios para detener tan alucinante marcha y emprender un viaje de mayor intensidad emocional y más carisma personal. Esquizofrenia de un guión inteligente que no se toma nada en serio excepto los esquivos límites hasta dónde poder llegar, unas ya-no-tan-adolescentes criaturas con cara de ángel que simbolizan un frenesí de vida y subsistencia que puede no estar tan lejos de la realidad, un maduro y castigado adulto que no sabe cómo redimir sus penas y compensar su maltratado corazón..., todo ello más acción burbujeante, movimientos improvisados y repentinos estados de shock que forman un conglomerado muy apetecible, penosamente divertido, sin apariencia de fondo sustancial pero con profunda resolución dramática, rocambolescas huellas dejadas por doquier para un escenario simbólicamente espeluznante pero de escenificación bárbara por un inquietante orden programado que lleva a puerto seguro y eficaz. Vas a pasar por el sonrojo y la incredulidad, vas a sentir pena y vergüenza ajena por los hilos sutiles de diversión macabra, vas a deambular por la desfachatez y el sin-sentido, vas a alucinar por la falta de conciencia y raciocinio, vas a vivir el despertar al sentimiento y las emociones, un viaje más atractivo e interesante de lo esperado en la promoción de su anuncio y que mantiene viva su poco entendida fascinación y deslumbrante apego sin apenas esfuerzo. Una buena elección que sabe acompasar los hechos, moderar los tiempos y no exceder su duración; complicada ligereza de gran dinamismo que se saborea con delicia y agrado y se disfruta con inesperada e incómoda gratitud complaciente.




martes, 17 de junio de 2014

Habi, la extranjera

Donde fueres haz lo que vieres, lema que parece seguir toda la película, sin saltarse una coma. Complicado y poco motivante hablar de este personaje, una chica que realiza una parada repentina y voluntaria de camino a casa para representar un teatro, una actuación surrealista de alguien que no es, un jugar a repetir unos actos y gestos observados en los demás para introducirse en un mundo nuevo por el que se siente atraída y fascinada, un encanto y una seducción que en ningún momento se transmite al espectador el cual permanece estático y vacío, neutro e inerte intentando entender, apreciar o sentir algo más que un aburrimiento y cansancio en el comportamiento de esta joven; un anonadamiento y una somnolencia que van haciendo mella conforme avanza este circo de fondo religioso poco respetable y cuyo guión no tiene muy claro que hacer con su protagonista pues no sabe transmitir la agudeza y la adversidad de un mágico hallazgo que llene y cubra las necesidades de quien no sable quién es ni a dónde dirigirse. Presentación de las maravillas de la comunidad musulmana a los ojos perplejos de una chica perdida que copia una personalidad a falta de una propia pero que sólo transmite indiferencia y pasividad pues la supuesta búsqueda de si misma no parece más que el capricho de una cría que no quiere volver a casa para realizar sus tareas, un desprecio de la vida real para idealizar la adoptada o cualquier otra; un personaje que es una hoja en blanco, material todavía no moldeado con multitud de posibilidades, maleable plastilina para conformar lo que se quiera aunque..., lo menos deseable era un resultado tan nimio y de tal sosez, un guión tan poco interesante y apenas satisfactorio para representar la gracia e infortunio del proceso que lleva al personal descubrimiento de uno mismo de quien se halla perdida en el fondo de un armario con multitud de prendas a elegir y encandilada por todas ellas. La directora argentina María Florencia Álvarez realiza un trabajo poco agraciado, de poco contenido sabio que no motiva ni levanta pasiones, un interés o deseo que va disminuyendo conforme avanza un argumento que no sabe ganarse la sonrisa y la simpatía del público; lentitud y pereza poco gratificante que ni adorna la pantalla ni estimula la aguda visión del que desea emocionarse y vivir algo más que un molesto entumecimiento de los sentidos y una apagada sordera del alma. Lo mires como lo mires es poco cosa lo aportado por esta historia.




Lazos de sangre (blood ties)

Cliwe Owen -no pasa por ser su más destacada interpretación- y Billy Crudup, dos hermanos que representan el desapego y la unión, el cariño y el aborrecer, el amor y el odio esos innegables sentimientos, lazos de sangre que te hacen vivir en un sinvivir, en una eterna frustración y en un continuo cabreo por una más que cotidiana relación de hermanos que nunca llega a ser un Caín y Abel; un intachable policía y un corrupto delincuente cuya separación es menor de 6 grados y con una fuerza parentesca que es debate permanente de tortura mental y fuente de conflictos familiares que devoran y matan lentamente una relación no querida pero fuertemente establecida. Basado en el libro de Jacques Maillot del mismo título, las bases del recorrido están ya escritas, las paradas determinadas y los puntos estratégicos fijados, un relato poco novedoso y muchas veces visto dentro del género de drama familiar-policiaco no siendo su mejor representante pero realizando un buen trabajo de entretenimiento y diversión. Un cóctel de intensidad moderada y de carisma intermitente con caras conocidas para personajes standard que transmiten una apagada neutralidad y una inerte estancia, un proceder suave con ausencia de potencial y rotunda inercia que puede ser considerada como satisfactorio pasatiempo de visionado ligero y percepción tenue que no altera tus pasiones ni provoca grandes efusivas emociones pero deja un recuerdo contento y agradable, escasa exaltación de una memoria poco excitada que se conforma tibiamente con lo recibido; una oferta complaciente para una compra rutinaria que sacia un estómago hambriento pero no endulza el alma ni aviva un corazón que baila al son de una melodía de ritmo acompasado y sintonía melosa, estereotipo de unos movimientos calculados que no adormecen pero tampoco provocan frenesí, evidencia de una comida de platos suficientes pero sabor poco deslumbrante, falta de un gustoso picante que despierte mis exquisitas y sabrosas papilas gustativas. Un aprobado medio sin aspiraciones de más, válida para pasar el rato. 




lunes, 16 de junio de 2014

Violette

"La fealdad en la mujer es un pecado mortal; si eres bella es a la que miran por la calle por su belleza, si eres fea es a la que miran por la calle por su fealdad". Narrada por capítulos según las personas principales que formaron parte de su vida, en la historia de esta superviviente, osada y atrevida escritora hay mucha distancia entre su vida real y el erotismo de sus libros, entre la realidad de su presente y la ficción de sus manuscritos, separación abismal de enormes consecuencias dañinas para el alma sensible y doliente de este corazón nunca encontrado-nunca rescatado, una desesperada búsqueda de amor, de algo de cariño, de ansiada ternura, clara manifestación de una obsesiva dependencia emocional ante la evidente ausencia de estos hermosos sentimientos en su propia vida. "Miedo a morir, desconsolada por haber nacido; nadie me quiere, siempre sola, nada cambia". Un interesante y atractivo personaje, mujer valiente y caótica que intenta sobrevivir a sus propias locuras e intrépidas obsesiones que capta y mantiene tu atención con suma facilidad ante la presentación simpática y holgada de una feminista cuyo relato es de proceder hábil, sereno y nada pesado. "Me iré tal y como llegué, intacta y cargada con los defectos que siempre me han torturado". Hermosura ante los pequeños pero apreciados momentos de lectura en voz alta de las palabras de esta maravillosa imaginación inventiva que vuelca toda su sufrida esencia en hoja escrita sin pudor ni desconsuelo encontrado, sin temor y con clara necesidad de desahogo de un volcán interno que evoluciona, que explosiona hacia no se sabe dónde, lo único seguro sabido es que arrasará todo lo que halle en su camino. "La vida es la libertad de elegir tu destino". Búsqueda de ese exquisito y deseable objetivo en una descorazonada novelista fuera de lo común, revolucionaria emprendedora que con un inicio torpe, loco y algo confuso para el espectador, encuentra su rumbo hacia un destino solemne y positivo, tranquilo y reposado para disfrute de la audiencia; correcto trabajo de Martin Provost que realiza una buena y digna presentación de un peculiar personaje, todo desconcierto y vorágine, de movimientos desesperados en una complicada y carismática vida que encuentra su camino a base de golpes y lesiones, rechazos y desplantes que endurecen y fortalecen su persona aunque también la hieren de una anímica muerte a la que es difícil reponerse. Entretenida visión que cautiva por momentos, adolece en otros y crea un admisible conjunto de armonía tenue e incandescencia contundente.






domingo, 15 de junio de 2014

Las dos caras de Enero

Por qué no me lo creo? Por qué nada de lo visto logra levantar mis pasiones, endulzar mi alma o despertarme de esta letanía sonámbula? Por qué ningún personaje consigue hacerme sentir nada? No me creo la desenfrenada locura, atracción irresistible que se supone despierta ella, no me creo la lucha de titanes de dos caballeros por conquistar la dama, no me creo la trama mediocre de estos estafadores, no me creo la endeble huida ni la fofa persecución, no me vale la resolución ni el desenlace..., creo que aún sigo hipnótica ante la pobreza de un argumento y la simpleza de un guión que parece realizado a partir de trozos exquisitos de otras muchas películas que alzarían su voz, si pudieran, para quejarse del despropósito inútil realizado con ellas. Porque todo suena, todo resulta familiar y, al mismo tiempo, todo aburre, todo te deja en la babia más absoluta, indiferencia cargante que proviene de una frustración no culpable ante el soso y nimio trabajo realizado por un director novato, Hossein Amini, cuyo filme se vende presumiendo de "El topo", "El talento de Mr. Ripley" y "Drive" -productor, escritor, guionista- hace tiempo ya pasado y que de poca o nada ayuda ha resultado ser para esta ocasión. Una cálida fotografía y unos bellos exteriores a los que apenas se les saca rendimiento o son mínimamente aprovechados más allá de un efímero adorno de un cuadro sin sustancia que no suscita deseo ni entusiasmo -arrebato cero-, que no mueve corazones y no elimina una quietud dañina símbolo de la ausencia de amor, ardor, intriga y emoción prometidos en el folleto de su presentación; no confundamos la elegancia de la visión, la sutileza del arte en los movimientos con una falta total de inercia motivante hacia el espectador pues desespera ver el esfuerzo de Viggo Mortensen en cumplir notablemente con su papel ante una mujer -Kirsten Dunst- de deseo y lujuria ausentes, sensualidad escasa y un rival, gallo de pelea -Oscar Isaac- tan poco combativo y con tan poco glamour y elegancia en su seducción y lucimiento. Un trío amoroso nulo en despertar atractivo, fascinación o interesante recelo y malicia como base de un conjunto que se observa sin padecimientos ni complacencia ni alteraciones emocionales, neutralidad no apetecible para ninguna de las partes que no compensa ni arregla el desatino encontrado.




Un largo viaje (the railway man)

Dos impresionantes, magníficos actores para dos magníficas y carismáticas interpretaciones, un sobrio y solemne proceder en la lucha por sobrevivir, un fatídico combate por una subsistencia digna, el final de una guerra fantasma y el inicio de una paz duradera, un descanso y una felicidad merecidas al precio que sea; una historia verdadera que emociona los primeros y últimos 20 minutos con la intensidad y atractivo del nacimiento de una historia de amor y la hermosura y calidez de la reconciliación con uno mismo y con el mundo pero que cuenta con la narración de un tramo medio que, a pesar de tratarse de hechos crueles y espeluznantes, de torturas y vejaciones incomprensibles no tiene la fuerza ni el enganche que debería, trayecto de un viaje que observas con detalle e incredulidad en cada paso relatado y a cada hecho marcado pero, tratándose de acontecimientos de tanta maldad y furia contenida, de tanta violencia externa y humillación interna tu implicación y afinidad no es absoluta, tus sentimientos y pasiones no se escandalizan y alteran en proporción a lo visto. Un resquicio mínimo e insignificante para un conjunto que se gana tu respeto y asombro y que deja un bonito, cálido y agradable recuerdo, un placer gustoso que se alimenta de un esperanzador inicio y un conmovedor final, una potente y efusiva entrada y salida que matizan y adornan un recorrido emotivo y perplejo en la narración pero de implicación emocional relativa, sentida penetración que llega con un esperado último encuentro, inquietantes matices de una solución necesaria y un tanto esquiva, una confrontación dura y extenuante que se alarga en el tiempo pero a la que es imposible ignorar; una majestuosa presencia de Colin Firth con su siempre exquisita, elegante y deleitosa interpretación para un comida armoniosa de entrantes deliciosos, de platos llamativos de digestión reposada y de postre impactante y generoso que endulza tu gusto y remata un sobrado aprobado que no llega a sobresaliente pero tampoco le hace falta para dejar un estimada huella, poco profunda pero muy reconfortante. Los traumas y secuelas de la guerra, los peligrosos efectos de un conflicto bélico en la humana y tierna esencia de quienes son usados en ambos lados, víctimas inocentes de ultraje desproporcionado que marca una vida y condiciona una existencia.




sábado, 14 de junio de 2014

Sólo los amantes sobreviven

Sólo los amantes sobreviven y puedo decir con orgullo y satisfacción que yo también he sobrevivido a pesar del esfuerzo y la penuria que ha supuesto acabar esta película, maldita y horrenda paciencia ante un filme que según su hermoso y poético argumento prometía una velada impactante y exquisita de eterno recuerdo para corazones solitarios y almas perdidas que saben apreciar la sabiduría y belleza de lo diferente y novedoso; cosa, por otro lado, cierta pues será difícil superar el desasosiego y cabreo de dos horas de viernes por la noche desperdiciadas y echadas a perder en un relato memo y superficial, nimio y de honda  y burla parsimonia, desesperante calvario de larga duración y lánguida frustración en su melancólica recepción. Porque, la idea de un vampiro con tendencias suicidas, aburrido de unos zombies -nosotros los humanos- que han destrozado y mancillado el mundo, deprimido ante una sociedad que contamina y vapulea todo lo que toca y que utiliza su supuesta inteligencia y sabiduría para destrozar lo que sabios de un pasado más glorioso crearon y cuidaron con sumo cariño y devoción es una propuesta atractiva e interesante, de enorme fascinación y hermosa locura en su teoría; en cambio, en su práctica ha resultado ser una aniquilación tormentosa, un ejercicio de incombustible pesadez y largo hastío, aburrimiento de una visión que agota tus esperanzas y elimina tus más ínfimos deseos, tu invencible aguante, que va apagando lentamente ante unas iniciales ilusiones que se desvanecen cual agua de mayo creando un mustio vacío de ignorado interés, motivación cero y desapego completo ante el que es imposible reaccionar, nula corriente de simpatía que oscurece toda posibilidad de gracia y apoyo de un espectador desconectado ante tal memez fantasmal. Nunca fue tan deseado la muerte oportuna de un final cansino cuyo recorrido ha sido de profunda tortura y eterna pesadilla cuyo aprecio por su acertada música, meticulosa puesta en escena y desolada fotografía se pierden ante un lastre de sólido anclaje con afinidad anulada -si alguna vez la hubo- y una abandonada emotividad, superflua emoción que ni siquiera toma la salida de una carrera infranqueable por su falta de reacción y empeño, de ilusión y ensueño ante lo ofrecido. Podría seguir fragelando un relato ante el que ha sido difícil sucumbir la tentación de levantarse y dejar a estos personajes en babia y con la palabra en la boca pues tanto vocablo desperdiciado no merecen mi estimado tiempo empleado y..., para aquellos que vean una obra magnífica de estilo rompedor y gran sutileza en sus poética formas y majestuoso lento proceder..., todo mi respeto pero que me digan la fórmula para digerir este bodrio sin quedarme dormida y que no se me atragante su digestión!!!




viernes, 13 de junio de 2014

Squatters (sorpresas a domicilio)

Estás preparada para una gran explosión, esa esperada inmensa ola capaz de provocar un tsunami y destruirlo todo..., a cambio recibes un oleaje tranquilo y reposado, de movilidad moderada donde todas las consecuencias de su remojo inesperado están bajo control, un baño que aunque violento y abrupto en sus inicios por su sorpresa no-anticipada acaba siendo fuente de frescura y gratificante placer; y su mayor resquicio reside en su pretendido dulce y generoso desenlace, un quiebro a favor del viento, sobrevalorado giro cándido hacia la recompensa de los buenos actos, leyenda mítica de una justicia universal y divina para las buenas personas de corazón puro y sincero que, una de dos, o te encandila y enamora su resolución o te huele a tufo romántico y serial poco creíble quedando a la espera infinita de una potencial acción y una fuerza resolutiva que llene la tensa espera de una vida ficticia que no pertenece a los protagonistas: entrar en el club de los ricos y famosos, de las preciosas y perfectas familias que se quieren y respetan donde el amor es manantial de alegría y sonrisas, de cariño y esperanza o..., la destrucción caótica de esa pretendida invasión fortuita, entrada ilegal no permitida, agresión no consentida de colarse en una fiesta privada sin invitación que debe ser resuelta como toca: el matón, guardaespaldas, padre de familia o héroe oportuno que le coja por la espalda y a la calle, que machaque su cara o lo que haga falta y limpie la escena, cada uno en su sitio como harían Bruce Willis, Liam Neeson o Mel Gibson en sus mejores tiempos!!!, destrucción, destrucción, destrucción!!!, aunque a éstos mejor permitir la entrada o lo que quieran con o sin invitación y estén del lado que estén!!! Dejando la ironía y la broma a un lado, dada la evolución del guión si que queda un resquemor a falta de más acción, más energía y más drama fortuito pues hablamos de ladrones que atentan contra una familia y la vida que disfrutan; en su lugar, apenas muestra un mínimo de ese submundo y aboga por la pesadez del remordimiento, la dulzura de la reconversión, la gratitud de enderezarse y escoger el camino correcto, un final tan propicio y satisfactorio -bueno, un poco menos- como cualquier otra posibilidad. Correcta en todos sus términos -dirección, interpretación, argumento, guión, fotografía...,- es lo más que se puede decir; personalmente hubiera deseado más locura y frenesí, tenía ganas de más marcha, de más guerra, vamos!!! Aún así no me quejo de lo ofertado pues es de bien nacido ser agradecido..., sea lo que sea lo recibido!!!