sábado, 21 de junio de 2014

Amanece en Edimburgo

Una historia de amor, familia y amistad con interpretaciones naturales y cercanas, canciones frescas y amenas de melodía pegadiza y ritmo bailable, coreografías no muy conseguidas pero aceptables, una fotografía urbana excelente..., y aún así, el máximo comentario que te viene a la cabeza es un conformado "está bien, es bonita y simpática, me ha gustado pero...," con un resquemor, resquicio doliente a "no es tan espectacular, fantástica como esperaba" que daña el alma y defrauda al corazón, aunque sólo sea mínimamente. Porque el relato es demasiado clásico y rutinario, romántica narración tópica sin demasiada pena ni gloria ni tensos sobresaltos que mantengan en vilo tu suspiro, una ausencia de adrenalina que apenas logra levantar pasiones o motivar el encendido de alguna llama que emocione, hechice o encandile a la audiencia; únicamente permite un visionado agradable y relajado cómodamente sentado en la butaca del cine en la cual, como mucho, sólo en el acto final lograrán tus pies moverse al son de la música y vibrar de emoción. "Podría ser mañana o podría ser hoy cuando el alma vaya al cielo y los huesos a la tierra", potente y esperanzador inicio que se apaga a los pocos minutos, que se desinfla cual globo deseado que se queda a medio gas y no deslumbra en la fiesta en la que es máximo protagonista, una respiración tranquila y poco agitada para un musical de alcance limitado que debería hacerte volar y soñar, que debería contar con esos pequeños grupúsculos que logran chupar tu sangre y encender tu espíritu pues estás dispuesta a ofrecerte voluntaria a tal ritual. Que no se me entienda mal, está bien, es bonita y simpática, me ha gustado pero no es lo espectacular y fantástica que esperaba..., un esplendor que a pesar de todo su arte y esfuerzo resulta poco lúcido, cumple con los requisitos exactos de entretenimiento y diversión pero no conquista tu persona, no mueve tu cuerpo ni estimula tus ansias dormidas de planear hasta la cima del mundo, tocar las estrellas y reinventar esa realidad que tanto anhelas. Que no se me entienda mal, está bien, es bonita y simpática, me ha gusta pero no es lo espectacular y fantástica que esperaba..., estoy repitiendo todo el rato esperando que alguna vocecita interior me haga cambiar de idea, insistiendo en negarme a aceptar una opinión tan neutra, tibia y tenue, intentado convencerme de que me he perdido algo, esa supuesta chispa y alegría contagiosa que te alza del asiento cual princesa en su espléndida fiesta de cumpleaños. Que no se me entienda mal, está bien, es bonita y simpática, me ha gustado pero no es tan espectacular y fantástica como esperaba..., y sigo, sigo, sigo esperando ver lo que aún no he visto!!!




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