miércoles, 18 de junio de 2014

Violet and daisy

Frialdad y calidez unidas explosivamente de la mano!!! Empieza con una potente escena -propia del mismo Tarantino-, sigue con una vuelta a la infantil niñez -a lo Hanna Montana en su época gloriosa-, otro giro de tuerca a la brutalidad más escandalosa para ir combinando pasos atrás, pasos hacia adelante e ir completando la llegada a una presencia humana, síntoma de la madura existencia de sentimientos vivos y reales que no caigan en el delirio caótico que precede a su llegada; un relato surrealista, estrambótico en todas las formas posibles que combina el despropósito con la cordura, la frenética locura con la fatídica culpa, la irresponsabilidad del albedrío mal dirigido con la confianza y la firmeza del saber estar, una combinación peligrosa pero muy fructífera que se gana tu simpatía y agrado por el desbarajuste y la calamidad de lo ofrecido y la barbarie temporal de lo narrado. Una delicia volver a visionar al desaparecido pero nunca-olvidado James Gandolfini que ofrece el toque de serenidad y sosiego necesarios para detener tan alucinante marcha y emprender un viaje de mayor intensidad emocional y más carisma personal. Esquizofrenia de un guión inteligente que no se toma nada en serio excepto los esquivos límites hasta dónde poder llegar, unas ya-no-tan-adolescentes criaturas con cara de ángel que simbolizan un frenesí de vida y subsistencia que puede no estar tan lejos de la realidad, un maduro y castigado adulto que no sabe cómo redimir sus penas y compensar su maltratado corazón..., todo ello más acción burbujeante, movimientos improvisados y repentinos estados de shock que forman un conglomerado muy apetecible, penosamente divertido, sin apariencia de fondo sustancial pero con profunda resolución dramática, rocambolescas huellas dejadas por doquier para un escenario simbólicamente espeluznante pero de escenificación bárbara por un inquietante orden programado que lleva a puerto seguro y eficaz. Vas a pasar por el sonrojo y la incredulidad, vas a sentir pena y vergüenza ajena por los hilos sutiles de diversión macabra, vas a deambular por la desfachatez y el sin-sentido, vas a alucinar por la falta de conciencia y raciocinio, vas a vivir el despertar al sentimiento y las emociones, un viaje más atractivo e interesante de lo esperado en la promoción de su anuncio y que mantiene viva su poco entendida fascinación y deslumbrante apego sin apenas esfuerzo. Una buena elección que sabe acompasar los hechos, moderar los tiempos y no exceder su duración; complicada ligereza de gran dinamismo que se saborea con delicia y agrado y se disfruta con inesperada e incómoda gratitud complaciente.




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