sábado, 28 de junio de 2014

El encargo

Nunca el contenido de una bolsa ni el encargo de un mafioso fue tan aburrido, soso y cansino!!! Una partida de ajedrez y John Cusak como ejecutor de todos sus rivales y con el suculento premio final de saber, por fin, que hay dentro de la martilleante bolsa! Y que hay en el interior de la agobiante y obsesiva mención de este complemento indispensable para transportar nuestros enseres de lugar a lugar? El argumento que se olvidaron de escribir en lugar de este tostón!!! Porque aparte del nombre y la notoriedad de los dos actores protagonistas no hay nada más que ver ni que apreciar. El guionista de este filme nos coloca a nuestro desesperado héroe en un motel con el único objetivo claro de matar, eliminar todo lo que se mueva por doquier y, para ello, se va sacando personajes secundarios a cual más estrambótico de la manga -o de su pobre imaginación- y una excusa final, motivación deprimente que pone en marcha todo este circo que deja mucho que desear. Unos diálogos potentes, intensos y de cautivante penetración -pillas la ironía no?-, una estética muy elaborada, sugestiva e hipnótica -sigo con el mismo tono- y una tía con tetas y morros de pega que alcanza para herir de muerte tu corazón pues el fraude y la inesperada decepción de este relato es, prontamente, olvidable recuerdo que consuela de poco ante la historia que te están contando. Un encargo sin atractivo, chispa, frescura u originalidad que no interesa y cuyo devenir agota a la mente más lenta y zoquete, con motivación e interés cero incluso para los dos ilustres protagonistas que espero tuvieran un buen salario como excusa para participar en tal bodrio inconsistente porque arrastrar dicha mancha en el currículum es delito de poca explicación. Un cutre tiro al blanco de caseta de feria que no aspira a causar tensión, adrenalina o cualquier otro sentimiento que despierte al espectador de su angustiosa, por sus arcadas vomitivas, espera ante una resolución de risa subversiva y frustrada por la vacilación sin piedad que acabas de sufrir durante 108 inagotables minutos que no volverás a recuperar ni te serán compensados pues tú no cobras un sueldo por la visión insufrible de este relato. Película inútil, de recuerdo rápidamente perecedero -gracias a Dios, el cielo y a todos los santos juntos en misión imposible!- cuyo martirio aconsejo evites aunque mi lema siempre haya sido "la película siempre tiene que verse en persona para hacerse uno su propia opinión, al margen de lo oído, escrito o dicho por ella"; como excepción, esta vez falto a mi consejo pues por seguirlo mira lo que he conseguido!!!




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