domingo, 27 de enero de 2013

Lincoln

Dos horas y media de negociaciones políticas es lo que ofrece esta película de Abraham Lincoln sobre la aprobación de la enmienda que quiere abolir la esclavitud; a pesar de la gran puesta en escena, de la magnífica interpretación de Daniel Day Lewis, le falta alma y carisma, más sabor y chicha para poder conectar con el público. Como relato histórico cumple impresionantemente con todos los requisitos, sin ningún tipo de excusa o "pero", aunque el espectador necesita mucho más que un contínuo debate sobre la política y la sabiduría de saber utilizar ésta. Con el sensacional Daniel como abanderado de un personaje archiconocido, poseedor del mayor poder del mundo, intentado mostrar su más alta humanidad, con el fulgor de toda una inocencia que intenta mantener unida a la patria americana, no parece suficiente; así como tampoco lo parece la lectura, un tanto aburrida, que realiza Spielberg sobre el susodicho personaje. Parte como gran peliculón de cara a los Oscar, aunque no deja de ser tanto por quién la firma como por su verdadero contenido. Aburrida, demasiado larga, leyenda desmesurada que no llega a buen puerto y que deja una sensación de pesadez que, el mencionado personaje histórico no merece. Al igual que su duración, tiene lagunas y recortes no satisfactorios. Currátelo más,  Spielberg !!! 

viernes, 25 de enero de 2013

Jack Reacher

Si algo tenía por cierto era el conocimiento que posee Tom Cruise del mercado filmográfico así como la fórmula para darle al público lo que quiere cuando quiere; ese ha sido siempre la clave de su éxito, acertar con lo que el espectador quiere ver. Ahora bien, o el paso del tiempo no perdona o le está fallando su instinto porque, la verdad, con esta película se acaba de estrellar sin mucho consuelo. Estoy segura que el personaje es muy interesante en la novela de Lee Child pero, más allá de la fotografía, no sabe conectar con el espectador; eso, a pesar de que es un personaje miles de veces realizado por él mismo y que dudo, le cause ya ninguna motivación. Bien protegido por los actores que le rodean, en especial un adorable Robert Duvall y una preciosa Rosamund Pike, lleva la batuta de principio a fin, dando la talla pero no siendo suficiente su única y decisiva presencia. Necesito más que a un experto Tom Cruise para llenar las dos horas de duración de la misma; necesito más que un thriller previsible, que no me capta y me pierde por el camino; necesito más involucración en un trabajo que no parece del todo bien cuidado -lo cual sorprende conociendo la forma de trabajar de Cruise-; necesito menos muertos y más tensión en un relato que me suelta al poco de empezar. Motivación para seguir sentada en la butaca y no levantarme hastiada de intentar mantener los ojos abiertos. Sabe a poco ya visto.

martes, 22 de enero de 2013

Django desencadenado

Sin duda alguna, Quentin Tarantino sigue en plena forma! Impresionante historia, completa película en todos sus sentidos que te atrapa desde el minuto uno; un alarde de inteligencia, del buen saber hacer, de admiración por un director que, por el momento, es de los pocos que se supera día a día. Con una espectacular banda sonora, los actores y sus actuaciones están sensacionalmente fastuosos -exceptuando el cameo ridículo del susodicho patrón-, con un nivel que roza la perfección; la ambientación, puesta en escena, fotografía, performance..., y todo lo que se quiera considerar están realizados con tal detenimiento, especificación y projilidad que no queda más que repetirse y dejar de usar adjetivos que no expresan la íntegra, perfecta, sorprendente, inesperada, explosiva, conmovedora, palpitante..., que resulta ser este sensacional relato que es un serio candidato a los Oscar. Extremista como le gusta sólo a él serlo, se ha rodeado de un grupo de trabajo que ha garantizado su singular y exclusivo gusto filmográfico y lo claro que parece tenerlo todo a la hora de plasmarlo en gran pantalla. Sin nada más que decir -no cabe lugar-, lo único que se puede decir de ella es que vayas a verla, que te sientes y disfrutes de todo el espectáculo que tus ojos, oídos y sentidos van a recibir; no verla es un pecado que no tiene perdón!!!

sábado, 19 de enero de 2013

El chico del periódico

He de admitir que hacía tiempo que no veía una película tan desconcertante y que no tuviera clara la sensación que ésta me ha provocado. Lo único indudablemente evidente es la magnífica actuación de Nicole Kidman que puede llegar a apagar o resucitar ese desconcierto inicial. Una locura de thriller, con toques de ácida comedia, descarada e irreverente, no sólo por la mostrado sino también por lo opaco y oscuro del guión, el cual no tienes ni idea de hacia dónde va a deambular, por lo estrambótico de unos personajes que van a su son, con ocasionales conexiones entre ellos que pronto son cortadas y desviadas sin previo aviso. Una locura de guión, basada en la novela de Peter Dexter, que igual te puede encantar que hacerte vomitar. Con momentos de una gran explotación sexual, morbosa y no del todo justificada, este grupo deambula entre las propias obsesiones de sus propios personajes y el ideal de hacer justicia, una decisión que les llevará al abismo del propio camino escogido. Complicado decidir si vale la pena o no verla, es una ejercicio de calma y respiración, de no dejarse llevar por el asquío inicial y continuado de unos personajes que no entiendes, que te producen repulsión y con los que no llegas a tener ninguna afinidad. Ejercicio de tirantez y aguante para obtener un pésimo resultado que no va a satisfacer tus expectativas creadas. Supongo que es de alabar su atrevimiento y originalidad en la propuesta planteada pero, la verdad, no parece ser suficiente para poder aprobar este melodrama, surrealista y sórdido, ambientado en los años 60. Lo mejor de ella, los actores que intervienen, su impresionante exposición y su libre performance. Lo peor, la desconexión de los hechos, de los personajes entre sí y de éstos hacia tí. No aprueba pero merece un respeto por su disparidad respecto a lo visto últimamente. 

viernes, 18 de enero de 2013

La noche más oscura

Película sobre la captura de Bin Laden, contada con rigor histórico, de gran dureza y sin ningún tipo de posicionamiento; los hechos, tal y como ocurrieron, con la sorpresa de la gran cantidad de información que ha logrado reunir el director sobre los mismos. De gran duración, la primera hora es la de mayor desconexión para con el espectador; necesaria para entender los antecedentes que dieron luego sus frutos para iniciar la fructífera caza, es de gran pesadez, desagradable hasta límites insospechados, donde la crueldad e intolerancia humanas roza límites de gran agonía y de miserable congoja. A partir de ahí, se empieza a sentir el vínculo -que ya no te soltará hasta el final- con una historia que todos hemos vivido en directo por la propia televisión. Una vez cogido el hilo de lo que está sucediendo, no podrás despegar la vista de la pantalla dada la seriedad, inteligencia y fascinación con la que ha sido rodada; sin ningún atisbo de engaño o fraude, con gran respeto por las personas que participaron y con el único objetivo de exponer, no juzgar ni condicionar, la película completa es de tal respeto por los acontecimientos contados, por lo bien elaborada -hasta el último detalle-, por la excelencia con que se trata al público que va a ir a verla...., única en su género es una gran película sobre terrorismo y espionaje. Un impresionante golpe de efecto, difícil de ver y digerir pero necesaria y de gran calado visual y emocional. Kathryn Bigelow vuelve a realizar un trabajo extraordinario en el que se vuelve a apreciar una gran deferencia y miramiento por la historia, por los que participaron en ella y por los que van a ser informados. Imprescindible verla, necesario poner alguna barrera emocional para que la conmoción recibida no te arrastre. Impresionante, sobrecogedora, aterradora y fascinante..., un completo pocas veces visto!

martes, 15 de enero de 2013

Si fuera fácil

Película que encierra mucho más de lo que en principio aparenta o demuestra; una buena comedia que, más allá de las gamberradas y de las groserías delirantes, esconde un tema serio, tratado con honestidad y mucha libertad, sobre la crisis personal, matrimonial y existencial de una pareja que está entrando en la tan temida cuarentena. El feeling y la afinidad que muestran en pantalla, tanto Paul Rudd como Leslie Mann, son claves para crear escenas surrealistas, de contenido apoteósicamente cruel por su veracidad, de gran diversión, que siguen una estela que, aún con altibajos por su larga duración, mantienen con buen nivel el verdadera motivo de la misma: esa sospecha de haberse equivocado de rumbo, de no saber dónde ir o de qué hacer a partir de ahora. Con un excelente Paul Rudd, que mantiene el rumbo en todo momento y salva la situación en más de una ocasión, es un entretenimiento muy agradecido, nada forzado, una muy buena elección que hace énfasis en la incorrección y la deficiencia de unos personajes nada correctos, de gran rebeldía y desobediencia, y que quedan muy lejos de la vida perfecta del típico matrimonio americano. Divertida y gracioso por momentos, los que no lo son tanto se perdonan por el conjunto final, por el resultado oportuno y nada conclusivo que oculta está, en principio, faltona película sobre tacos e impertinencias. Disimula con gran inteligencia su mortal y corrosivo argumento. Dejemos de lado la tomadura de pelo en la traducción del título!!! 

Un buen partido

Entiendo que para Gerard Butler, la oportunidad de desplegar todos sus encantos y lucir tipo, es motivo suficiente para elegir realizar esta superflua y vacía comedia romántica que no aporta ninguna novedad a sus hermanas antecesoras -excepto la copia idéntica de guión y relato-; pero, para el resto de los espectadores, la entrada del cine valía un poco más de respeto. Rodeado de actrices guapas y famosas, cliché puro de la vida de un ex-deportista de élite venido a menos, los acontecimientos son tan previsibles, en absoluto repentinos o sorpresivos, que puedes ir narrando la continuación de la historia sin esperar a verla. Por momentos se traslada desde la pura inopia, pura pobreza argumental, para dar un giro y conseguir algo de decencia en su transcurrir, para, una vez más, volver a un deambular lacrimoso y triste que estropea lo visto anteriormente. Tantos tumbos, vacilación de la altura a la bajeza, es algo que confunde y que no permite otorgarle mucha puntuación a la susodicha película. Buena para un rato sin muchas exigencias, da más la talla de película de clase B que de gran pantalla en los cines, aunque, tanto nombre famosito supongo que tiene su peso! Fácilmente olvidable.

jueves, 3 de enero de 2013

El hobbit: un viaje inesperado

Un placer para la vista, no tanto para el alma! Peter Jackson vuelve a conseguir llevar a la gran pantalla, de manera espectacular, esta nueva obra que sigue los pasos de su aclamada hermana mayor; y por cómo acaba este relato, podemos tener tantas vueltas de tuerca como el susodicho director se empecine en realizar. Otra cosa es la sensación para el espectador. Dejando de lado el gran impacto que produjo el estreno de su antecesora, ya no cuenta con tal sorpresa, con el asombroso desconcierto inicial  pues, más o menos, sabes lo que vas a ver; y sigue siendo espléndido, fastuoso, grandilocuente y todos los calificativos que se quieran decir sobre ella serán cortos; tus cinco sentidos disfrutan siendo llevados al máximo exponente. Pero..., no hay nada nuevo; la visión de ese mundo, estando al mismo nivel que su anterior trabajo, es algo ya visto y, en cuanto a contenido, calidad de la historia que sustenta tanta explosión visual, no cuenta con tanta fuerza como era de esperar, llegando a momentos de indefendible tediosidad, de inesperado cansancio por demasiado abuso de la Tierra Media. Sin esa fascinación narrativa que tenía la trilogía del Señor de los Anillos, el Hobbit cae en una vorágine de abusar de los efectos especiales, de excederse en su propensión a magnificarlo todo hasta el exceso, olvidándose de darle una historia con una sólida base que atrape al espectador desde el principio hasta el final. Relegar el cuidado del guión a un segundo puesto, desatender tan imprescindible requisito es un precio demasiado caro a pagar para una película que no puede mantenerse 150 minutos sólo con fantasía creativa. Sin la fuerza ni vigor cualitativo de su anterior obra, cumple con todos los requisitos esperados pero dejando una sensación de volver a ver lo ya visto sin mejoría observable.