sábado, 29 de diciembre de 2012

La extraña vida de Timothy Green

Prueba verídica de que Walt Disney no siempre acierta! Esta no-suficientemente-extraña mezcla de Big y Supermán, con un toque a lo Mary Poppins pero sin carácter ni fuerza, no funciona y no convence. Aburrida como ella sola, pues no parece dirigirse a ningún sitio ni encontrar el propósito de su existencia -y ójala no lo descubriera!- esta tierna comedia familiar no tiene, aún contando con los elementos para ello, fe en sí misma; con un buen propósito, con un buen fondo a desarrollar, un buen comienzo que augura mucho por llegar, todo se rompe por su escasa habilidad de llegar a buen puerto, de mantener tu interés por este supuesto chico cuya vida es extraña -misterio insólito y excepcional al que no saben sacarle partido-. Con un triste, apático final, ya su desangelada comunicación con el espectador rompe cualquier posibilidad de conexión o afinidad (al menos, el "Niño de Marte" con Cusack se mantenía respetablemente hasta el final!), te sientes tristemente engañado por no sentir magia, ilusión por esta historia cuyas actuaciones son bastante mediocres, cuyo guión no ha sido debidamente trabajado y cuyo conjunto se estampa estrepitosamente contra su propia desilusión. Relato sobre la aceptación de uno mismo, de tus propias rarezas que te identifican, de la capacidad y voluntad de ser padres, de vivir con el beneplácito de la comunidad que fracasa en su deambular sin saber dónde llegar, en su abuso gesticular ante la falta de calidad, en su gélida profundidad emocional..., ni siquiera los niños van a salir satisfechos con este desganado niño-extraño! 

jueves, 27 de diciembre de 2012

El ladrón de palabras

Historia dentro de otra historia para hablar de una tercera; excelentes actores que eclipsan la pantalla y dignifican el relato contado. Ha excepción del tramo protagonizado por Dennis Quaid y Olivia Wilde, cuya sintonía juntos no funciona ni pegados con cola y cuyas actuaciones son de los peor..., el resto de los participantes están excepcionalmente en sus respectivos papeles -destaca un soberbio Bradley Cooper que le saca todo el jugo a su principal personaje-, elaborando un conjunto muy atractivo, interesante y de perfecta ejecución en la gran pantalla. Sin grandes aspavientos ni un soberbio guión, es capaz de mantener tu atención toda la velada, de atrapar tu fascinación por la historia a pesar de la no dificultad de adivinar el enlace que se esconde detrás de cada una de ellas y en su conjunto. Un rompecabezas sobre la profesión de escritor, de la obsesión por las palabras y de la ambición de conseguir lo que no está a tu alcance; diferentes niveles interpretativos y narrativos que van a juntarse en el tramo final con una presentación honorable, de gran estilo y arrogancia, con un poco de decepción por la simplicidad del desenlace, por la no elección de más riesgo expositivo dada la fuerza con la que inicia su aparición, sales contento y satisfecho de haber visionado una buena película, curiosa unión de literatura y cine -cogidas de la mano-, bien contada pero rematada de forma demasiado justita. Lo mejor: un veterano Jeremy Irons y un ya-confirmado Cooper cuya elegancia física combina perfectamente con sus artes interpretativas; sin ser resultona o expectacular, el regocijo y contento al final de la misma están asegurados. 

lunes, 24 de diciembre de 2012

Dos más dos

No es la mejor representante de la comedia argentina pero, aún con todo, sirve para echarte unas risas y pasar un buen ratos. Una pareja de amigos que se complica por su ilusión de vivir el amor libre y cuyo desenlace no es difícil de adivinar. Actuaciones frescas y amenas, un guión lozano y un poco desvergonzado -no tanto como insinua-, enfrentándose al puritarismo clásico pero cayendo, sin darse cuenta, en él; un conjunto gracioso y decentemente completo pero, no por ello, deja de recordar a muchas otras historias antecesora -de la misma casa- que tuvieron más acierto en su presentación. Satisfacción sin exigencia elevada, sonrisas no forzadas pero tampoco deslumbrantes, entretenimiento grato y placentero que no dura más que el tiempo de su visionado aunque, no tiene el atractivo suficiente como para no despegar tu atención de la pantalla. Más que un aprobado justito, menos que sus notables hermanas. Suficiente como relleno repentino y temporal.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Burning man

Muy interesante y cautivante, por el formato elegido para contar esta historia, es esta película inglesa representada por un sensacional Matthew Goode que no desaprovecha la excelente oportunidad blindada; apasionante y frustrante por igual es intentar descifrar lo que estás visionando, entender lo ofrecido, seguir los pasos de este chef inglés que durante los primeros 50 minutos te vuelve realmente loca por la alternancia temporal y emocional de lo relatado; sólo después de tanta agonía apasionante y demente, de una angustia interpretativa que te cabrea y enoja, eres capaz de empezar a encajar las distintas piezas, unir los diferentes fotogramas que no tenían sentido y ser capaz de contemplar el puzzle en su totalidad. Tanta locura narrativa te mantienen en vilo, en tensión expectante, el personaje te atrapa desde el primer minuto y no te suelta hasta el último sollozo final, un alivio ante tanta incertidumbre que supone acabar de enamorarte de un protagonista incapaz de expresar su dolor ante la muerte del amor de su vida, ineptitud en la vivencia de un luto necesario y saludable sin el cual no puedes superar lo sentido. Distinta y única, esta historia del mayor dolor del mundo, del caos en que te subsume la vida de golpe y porrazo, es reflejo de la calidad cuando se tiene algo bueno que contar; el mejor cine independiente, difícil de disfrutar por no dártelo todo bien masticado,  por ser para unos pocos que todavía quieren discurrir al compás del personaje, si lo consigues no podrás apartar la vista de la gran pantalla. Exclusivo y particular.  

sábado, 22 de diciembre de 2012

Golpe de efecto

Película sobre el mundo del béisbol que esconde en sus entrañas una corriente historia de amor pero que queda magnificada por la presencia de un Clint Eastwood cuyo porte y distinción siguen siendo majestuosos. Robert Lorenz se apoya en su eterno amigo para darle dignidad a un relato que no tiene mayor secreto ni atractivo; la pareja de Amy Adams y Justin Timberlake pasan desapercibidos ante la fuerza de su maestro director. Con el mismo papel que ya representó en "El Gran Torino" pero sin la fuerza reveladora de un guión y una actuación que pasarán a la historia de todo cinéfilo, en esta ocasión se limita a ser un acompañante con su propio estilo de hacer las cosas, un veterano ojeador del deporte americano por excelencia. Conservando parte de la sencilla grandeza del cine particular de este gran actor, su amigo director se conforma con menos -o le falta experiencia para llegar- y presenta un film amable, tierno y sentimental, agradable de ver pero que no destacaría si no fuera por la explosiva comparecencia del tantas veces mencionado -y me quedo corta-. Sin duda alguna, poder volver a verle actuar, después de su negativa dictatorial a volver a hacerlo, es lo que más se disfruta, gratifica y deleita de este trabajo; el resto es un complemento excusatorio, elaborado con corrección y diplomacia, que no aporta mucho más que otra historia más sobre el mundo del deporte. Intentando ser el sucesor de su cine, y con el apoyo del viejo cascarrabias, Lorentz intenta crear huella ante el vacío que anticipa su no eterna participación en la Gran Pantalla; lo que no adivina es que craso error es imitar lo inimitable, emular lo excepcional. Es darse de narices contra la pared!

martes, 18 de diciembre de 2012

De óxido y hueso

Película francesa que muestra el encuentro fortuito de dos personas maltratadas por la vida pero con muy distinto proceder, diferente manera de afrontar la fragilidad y la rotura de la estabilidad. Impresionantes y magníficas interpretaciones que son el centro de todo el relato, que te llegan a lo más profundo de tu alma y que hacen poco o nada necesario el uso de las palabras; vulnerabilidad física y emocional expresada con una magnificencia total, que te abruma y sobrecoge por igual. Deslumbrante y dolorosa relación de amor, tan necesaria como la vida misma, que les permite conformar y disponer de un presente que, aunque amargo y cruel, tiene hueco para la felicidad y la alegría. Con un guión que da poca información, deja más intuir y absorber que percibir sonoramente, y con momentos puntuales, claves para el entendimiento de todo el dolor observado y de la gran necesidad del otro, es una penetrante historia humana, que te atrapa sin remedio, que te conmueve y emociona ásperamente, que desde una gran sencillez y simplicidad refleja inmensas y desmesuradas emociones, a cada paso más intensas y sobrecogedoras, que dando tumbos de aquí para allá, llega a un opulento puerto, reflejo de la gran historia contada. No apta para todos los públicos -la paciencia de descubrir lentamente los personajes y sus situaciones no la tienen todos-, los que consigan verse atrapados y consumidos por ella la disfrutarán gratamente y con un dulzor amargo imposible de olvidar. Cinta de gran calado, impactante tanto visual como emocionalmente, con una -por momentos- gran fotografía y un escaso guión que no importuna ni rompe el soberbio equilibrio y afinidad que muestran estos actores compartiendo la gran pantalla. Imposible olvidar el respiro de cada fotograma. Sensiblemente brutal. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Deadfall

Apasionante partida de ajedrez, deporte de estrategia por sobrevivir y no caer donde las piezas accesorias van siendo eliminadas una a una sin ningún tipo de miramiento ni consideración hasta llegar al rey, buscado combate final; todo ello envuelto por una espectacular tormenta de nieve -protagonista tan importante o más que los demás- que no hace si no arropar todo el juego en una tensión angustiosa, rigidez expresiva que juega con el horror y el tormento del inacabable silencio, de la temida gran calma que avecina el gran desenlace que intuitivamente se proyecta (no tanto su conclusión pues saber, sabes que viene una gran explosión; qué resultará y quién caerá está por descubrir); lo cual es mérito de un cuidado guión, habilidad táctica de mostrar sin dejarte adivinar su siguiente movimiento, unos buenos actores (el cartel es impresionante) que profundizan en unos bien elaborados personajes que forman un círculo, que se va poco a poco reduciendo, de gran contenido y una gran satisfacción para el vidente. Melodrama de acción y suspense, magníficamente abrigado tanto por la fotografía, como la puesta en escena o la impecable localización, amén de una acertada música y de unos ya mencionados actores que intensifican con su excelente actuación todo lo expuesto y dan una marcado carácter de señor a este relato sobre relaciones familiares, errores imposibles de enmendar, difíciles elecciones y supervivencia terrenal. Te atrapa desde el minuto uno y no te suelta hasta el último suspiro del ganador, última pieza no caída pero, sin duda, si dañada. Acertada decisión verla y darle una oportunidad; no te defraudará.  

sábado, 15 de diciembre de 2012

Sin tregua

Película que nos muestra el día a día de dos agentes de policía que patrullan las calles de Los Ángeles. Dos lados bien marcados, el del bien y el del mal, una rutina apasionante, dura, peligrosa y de gran velocidad que es claro patriotismo del sentir más americano. Con un comienzo explosivo y muy interesante, fundamentalmente por el uso de la cámara y la diferencia de enfoque, pronto esos fulminantes 30 minutos dejan paso a una camaradería rutinaria, usos y hábitos de dos colegas orgullosos del traje que lucen que se va adentrando en la vida personal, la cual no interesa tanto -amén de la perezosa atención que se le presta-. Tiene grandes virtudes este enfoque -repetitivo, todo hay que decirlo- del mundo policial, grandes dosis de adrenalina, secuencias que muestran un clímax imponente, gran energía y brio entre la pareja formada por Jake Gyllenhaal y Michael Peña -funcionan a la perfección- pero, aunque hacia el final vuelve a recuperar su vigor perdido (excepto el fervoroso patriotismo final, clasicismo que empaña todo el trabajo anterior), el conjunto no deja de ser una visión muchas veces vista de un relato muchas veces expuesto y contado. No poder mantener el nivel de su ferviente comienzo, entusiasmarse con el tradicional punto de vista familiar, personal, de compañerismo hasta la muerte, sobrantes fotogramas centrales que no están a la altura del comienzo o de su desenlace..., hacen que no deje de ser una historia más sobre la exaltación de la justicia americana, de la verdadera amistad entre hombres verdaderos, del poderío de saberse con la verdad y aniquilar a la rata de enfrente bla bla bla, todo un discurso que enturbia la excelente película de acción que podría haber sido. Una sensacional pareja de actores, impresionante combinación de trabajo compartido que no llega al sitio requerido. Fallida por choque intencionado.

El chef, la receta de la felicidad

Aunque a primera vista llame más la atención de Jean Reno en esta película -en la que se desenvuelve genial explotando, una vez más (no tiene muchas oportunidades) su vena cómica-, no se dejen engañar; el verdadero protagonista y responsable de que no decaiga esta historia en un producto trivial, de gran niñada y bastante superficialidad que en absoluto guste o atraiga, es Michaël Youn. Se desenvuelve perfectamente en la historia, ganándose la simpatía del público desde el primer minuto y recordando a un "Ratatouille" que nada tiene que despreciar. Quizás desairando la alta cocina francesa -es clara la poca atención que se presta a los platos ofrecidos en una historia que, supuestamente, explota la siempre mítica haute coisine, es algo que para el ciudadano de "a pie" pasa desapercibido -fortuna de paladares no exquisitos-. Comedia ligera que gusta, sin grandes exigencias que, por momentos, roza el desperpento -palabra tal vez un poco fuerte- en excenas que claramente se burlan y son reflejo del humor más barato y simple de realizar. Con todo, es un buen producto, escenas disparatadas que no ofenden y te hacen sonreir; tampoco es que vayas a acordarte de ellas cuando salgas de la sala! Ligereza para este relato que no desluce a pesar de no aportar grandes sorpresas, que mantiene las escenas con graciosos toques de humor y gracia que te hacen olvidar que es una más entre muchas otras. Buena para momentos de relax, de vacío mental y pocas exigencias que se evaporará tan pronto como haiga sido digerida; lo cual no quita que guste mucho (me encantan los donuts que me como en menos de un minuto!!!)   

Qué esperar cuando estás esperando

Esperar no esperes mucho!, aunque, siendo justos, tampoco es lo que pretende la película. Historia superficial, trivial y ligera que pretende entretener echando unas risas y colocando situaciones, más o menos, aceptables. Lo de la risa no lo consigue mucho, pero tampoco se convierte en un producto de consumo soso, empalagoso y aburrido. Cinco parejas, cada una en una supuesta situación atrayente, embarazos de diversas circunstancias, actores guapos con cuerpos musculosos, bellezas femeninas y, por supuesto, el objetivo último de que la felicidad viene con un niño dentro del sagrado matrimonio -amor parental a raudales aunque la relación sea un fraude-. Basado en un best-seller que vendió millones de copias -dejemos de lado el nivel del que leía- no ofrece más que lo esperado por las supuestas lectores: vidas estupendas que se realizan gracias a la llegada del retoño, amor excesivo y en abundancia -también patético en casi todas las ocasiones- y esperadas situaciones cómicas que no acaban de llegar. Las cinco parejas entretienen, distraen y amenizan por momentos aunque, no lo suficiente como para mantener tu interés. Error cometido en otras películas similares (ahora mismo recuerdo Valentine's Day) pues , como norma no escrita, demasiados personajes suelen ser sinónimo de poco atracción en el relato, escenas poco cuidadas -más allá de la estética visual- y una pésima calidad del guión -flojo pero risueño, alegre pero vacío de contenido, existente sin razón alguna-. Con todo, su misión de ofrecer un film que te deleite durante su duración lo consigue medianamente; por supuesto, todo depende de cómo lleves esos minutos pues..., pueden convertirse en toda una tortura en un día tonto en el que decides ser un poco exigente! No le puedes pedir peras al olmo, verdad? 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Evelyn

No tiene intenciones claras más allá de la exposición de unos hechos por todos conocidos; y, tal vez, ése sea su peor defecto. Este drama social sobre la inmigración y su forzada explotación sexual que nos muestra de Ocampo no va a ningún lugar, ni logra crear impacto en el espectador. Partiendo de la base de que, desde el minuto uno, sabes perfectamente lo que va a ocurrir; lo cual no tiene porque ir en contra del relato si éste es presentado con fuerza, dureza e intolerancia. Y ahí es dónde pierde el interés visual del que mira la escena. Con la acertada decisión de no mostrar escenas morbosas que escandalizan y provocan sin necesidad alguna, acaba exponiendo unos hechos que, si, me molestan pero no me causan ninguna otra sensación de denuncia o de remordimiento interior; es como ver el telediario, te exponen unos hechos que miras y observas al igual que miras y observas una mosca en la pared (sensación nula de interés, invulnerabilidad de compromiso más allá de acabar la historia -sabiendo su final-). No dudo que tenga que ver con el escaso presupuesto con el que la directora puede haber contado para la realización de la historia, y aplaudo su exposición de un relato cruel por todos conocidos (valga la tristeza de la afirmación realizada) pero, no puede dejar de afirmar que Evelyn carece de total identidad, personalidad propia que la haga distinguirse más allá de un anuncia contra la prostitución clandestina; no llega a contar una historia -amén de la flaqueza de algunos de sus personajes cuya interpretación por parte de los actores es igual de floja que los susodichos-, únicamente muestra y expone hechos, por desgracia, cotidianos. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

El profesor

Impresionante relato de la educación americana, retrato fatídico del perdido alumnado, del devastado profesorado, de una ruinosa micro-sociedad narrado explosivamente -interpretación magnífica- por un Adrien Brody que realiza uno de sus mejores papeles. Con la oportuna y acertadísima lectura final del poema de Poe, se nos muestra una historia de gran desesperación y crueldad, de una frialdad inimaginable, del hundimiento de toda moral y esperanza que uno pueda albergar; sólo un tenue y mínimo rayo de luz es observado al final de esta terrible descripción del gran vacío y ahogamiento que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos arrastrado y soportado. Impactante dolor emocional, devastada soledad, amargura impotencia, un excelente guión muy complicado de visionar por la seguida desgarradora que muestra, que nunca acaba y que va a más, por el impacto que te produce tanto suplicio, aflicción no resuelta que se agrava por momentos. Cruel, brutal y despiadada, retratos de corazones tristes, pésimos y deprimentes ofrecidos sin protección alguna, totalmente desnudos y vacuos, vacíos de expectativas e ilusiones, rotos y humillados, sin escape, sin saber cómo salir o a qué rama cogerse. Emocionante y sensacional película sobre el ser humano, asolada exposición de la "nada" más profunda con la primordial perspectiva de no rendirse, de levantarse cada día y seguir caminando, de superar las amargas tentaciones de explotar y encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. Un genial largometraje, con increíbles interpretaciones, que te supera emocionalmente, que te arrastra con ella y con grandes momentos de respiración dificultosa; una pequeña joya diamantina que se siente y disfruta completamente.     

sábado, 8 de diciembre de 2012

La parte de los angeles

Ken Loach vuelve a la gran pantalla con lo mejor de su cine social, aquella comunidad de jóvenes, marginados por su pasado delictivo y a los que sólo unos pocos son capaces de darle una segunda oportunidad; cine de conciencia, reflexivo, realizado con mucho respeto y realismo, sin perder la esencia del entorno que nos muestra pero colocando sus miras mucho más allá; personajes vendidos, marginados  en una sociedad que nos les quiere, que saben salir adelante jugando al juego de los que ganan pero con un alma, un interior mucho más limpio y puro. Te atrapa desde el minuto uno, te mantiene en vilo todo el relato a la espera del desenlace de este grupo de chavales que comparten el rechazo de la comunidad y el desasosiego de no saber cómo encauzar su destino. Luchar contra viento y marea, contra todas las voces que intentan hundirte y convencerte de "lo mierda" que eres, pequeños quijotes luchando contra enorme molinos de viento que salen victoriosos es lo que ofrece esta interesante película, firmada por uno de los mejores directores a la hora de plasmar vidas humanas, sufrimientos cotidianos y angustiosos dolores que nos envuelven día a día; sin duda alguna, este británico director es excelente en la configuración de los seres humanos, de sus más elevadas  esperanzas y de sus más terribles miedos. Envuelta en comedia, esta visión de la juventud actual, esta crítica social ácida y áspera, esta muestra de solidaridad de la buena amistad, esta no redención ante las dificultades, este aprovechar las oportunidades que nos da la vida..., es una gran lección de buen cine, de saber lo que se quiere expresar, de cuidar los personajes y de llegar con profundidad al corazón del espectador, de atraparlo y no liberarlo hasta la aparición de "fin"; y, aún con todo, seguirá en tu interior durante mucho tiempo.  

La vida de Pi

Magnífica película de fantasía, hermosamente llevada a la gran pantalla por Ang Lee, que nos muestra la aventura del único superviviente de un barco, junto con la compañía de un tigre de bengala; a partir de ahí, sólo queda soñar, abrir los ojos y dejarse llevar por el espléndido mundo creado por este impresionante director, que se caracteriza por intentar la perfección en todos sus trabajos. Una historia de fe, de creencias y de sabias elecciones que descubre el verdadero sentido de lo contado en los últimos 10 minutos de la misma y cuyo descubrimiento te fascina tanto o más que la propia historia relatada. Hechos que cambian tu vida, que mueven tu rumbo y te hacen dudar de todo lo visto pero con una entonación tan emocionante e imponente que hacen más hermosa la historia, más hermoso el propio mundo que nos rodea. Magia a raudales, belleza inaudita y admirable que abre tus esperanzas y te invita a soñar; con todo, hay que decir que en algunas escenas, el uso del ordenador no está del todo logrado aunque, teniendo en cuenta lo que se narra, todo puede disculparse. Con la fuerza y el poderío que se alcanza en la fase final del relato, con la excelente frase conclusiva, de gran conmoción e impacto, con los colores vivos y hermosos que  permiten volar a tu propia ensoñación, disfrutar como un niño, con un diseño artístico impresionante, un espectáculo visual que se redondea con la importancia de la última cláusula verbal..., es una historia para deleitarse con los 5 sentidos, para sentirla con la inocencia del niño protagonista y para reflexionar sobre la sentencia final. Bastante completa. 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Elefante blanco

Historia dura, impactante, de gran desgaste emocional y de desasosegados encuentros que mantienes tu alma al borde del abismo. Dos sacerdotes y una asistente social al cargo de una población que se muere en la indigencia y por la que nadie se preocupa; lucha desesperada contra gigantes molinos de viento que no tiene fin y que corroe toda voluntad, por fuerte y sana que ésta sea. De gran intensidad y calado social, una vez más, se disfruta la interpretación de este gran actor argentino -Ricardo Darín- que, para fortuna del director, ha sabido plasmar excelentemente la afinidad necesaria dentro de un grupo que sólo se tienen a ellos para mantener la esperanza de mejoría de esa parte del pueblo olvidado, de esa masa que no cuenta para nadie pero molesta mucho. Magnífico realismo -brutal y desbordante en muchas ocasiones-, que te atrapa desde el principio, de gran calado sentimental, de gran desesperación humana y de una impotencia que, con todo, no te permite abandonar ni en los peores momentos. Destaca, de manera apropiada, la imagen por encima del diálogo, los movimientos rápidos e intensos mucho antes que cualquier conversación, por amena que ésta pueda ser; la colisión visual entra directa al alma. Drama social para esta co-producción argentino-española, interesante, nada tenue, cargada de diversas y encontradas sensaciones, con un lento y pausado comienzo el cual es barrido de golpe por la intensidad de los sucesos que se amontonan conforme avanza la misma. Cine humano, sobre vidas que nos rodean, que no te deja indiferente.  

En la mente del asesino

Qué desperdicio de proyecto, qué bazofia de elementos perdidos nunca encontrados, qué desatino de diseño! El pobre sustituto de Morgan Freeman, Tyler Perry, da más pena que gloria; y ni siquiera es culpa de él pues verle es recordar a su antecesor y echarle mucho de menos, por mucho que el nuevo protagonista intente hacer un papel digno. Después está la pareja de polis, pésima en todos los sentidos, sin conexión, ni afinidad, ni feeling ni ná de ná, ni siquiera unos buenos diálogos que puedan ocultar la fallida elección de los mismos; y si vamos a ver al grupo policial encargado de la investigación..., mejor no comento! El único que se salva es la cuidada presentación de Matthew Fox en la caracterización del asesino -en un intento claro de hacer olvidar su inolvidable papel de "Perdidos"- pero no suficiente para olvidar el desastre de compañeros y personajes que le rodean. Película de nivel B que debería haber sido relegada directamente a video o televisión y que no se explica que llegue a la sala de los cines -sabiendo que muchas otras mejores no tienen ni una oportunidad-. Personajes vacíos, sin consistencia, con diálogos y frases ridículas -de verdad los guionistas no han visto nunca una serie policial?-, sin gracia ni carisma, que no consigue emocionarte, ni atraparte ni crear el más mínimo sentimientos hacia unos hechos que dan pena por la total falta de calidad o de respeto por el trabajo bien hecho. No logra transmitir nada, ausencia total de consideración y miramiento por un personaje, Alex Cross, que ha sido vapuleado de forma ruín, maltratado en el fondo de sus entrañas. Queriendo expandir su nombre, continuar su inscripción en el mundo de los detectives..., se lo han cargado de un plumazo!, todo un tiro en pleno corazón. Rídicula propuesta, esperpento resultado final. 

Margaret

Jugando a ser mayor, la vida la despertó de un bofetón!. Éste podría ser el resumen perfecto de esta película dramática sobre la cruel experiencia que sufre una adolescente en su súbita llegada a la madurez; o al comienzo de la misma, sea mejor dicho. Aunque el argumento es magnífico y disfrutas del tránsito de sentimientos variados que la joven vive, de su turbación, desasosiego y desesperación ante el descubrimiento de la cruel injusticia que puede ser la vida, te pierdes fácilmente en su no acertada exposición, en su malograda exhibición del entorno de la protagonista no pudiendo entender claramente lo que está viviendo o sintiendo, no logrando captar la esperada afinidad para con el personaje. No muy bien elaborada, se le puede perdonar por el brillante momento final dónde desaparece la falsa actuación que ha intentado llevar a cabo la joven protagonista y se observa  la impotencia de la niña que todavía es, derrumbada por todo lo vivido -eclosión de lágrimas frustrantes- y dura lección aprendida a golpes. Con la participación de grandes actores, de renombre más que logrado, su pequeña participación o escasa retribución -de todos ellos- en el relato, dejando todo el protagonismo a una genial Anna Paquin, quien revela excelentemente la confusión que vive un adolescente que se siente responsable de la muerte de otra persona, demuestra la envergadura de un proyecto cuyo ambicioso objetivo fascina y decepciona por igual; un "fifty-fifty" que es evidencia clara de la complejidad de los sentimientos expuestos y de la no total acertada decisión del director, último responsable de la misma. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Fin

No tiene explicación que teniendo tan buenos ingredientes, el sabor de la comida sepa a tan poco! Excelentes actores, buenas interpretaciones, fantástica fotografía, cuidada ambientación, acertadísima localización y puesta en escena..., toda una serie de virtudes que se van al fondo del retrete por un final que no compensa, que  no satisface y que suena a fiasco total. Un argumento cuya intriga va en aumento, que va creando muchas preguntas y perforando tu sana curiosidad, atrapando al espectador -todo espléndidamente llevado- para recibir una flácida respuesta final, con una absurda entonación metafísica que se sacan de la manga, que te deja con cara de tonto planteándote si ha valido la pena involucrarte en la historia contada; que toda la trama se solucione con una expiración entre una puta y un maricón (lo se, parece un chiste de Arévalo!) en plan :"existe un árbol si no hay nadie para verlo" es mediocre, nimio y un recurso demasiado fácil que revela que no has sabido cómo terminar toda la expectación creada. Película española de intriga, aventuras y superviviencia que no ha podido resolver su propio argumento, ofreciendo un final apático del tipo de "Lago azul" -barco, mejor dicho- que no convence ni resuelve nada; una irregularidad que estropea todo el relato. Un caso más de un proyecto con limitadas aspiraciones, inapetencia de pretensiones y una total falta de carisma en el resultado final que arruina todo lo precedido; desafinada nota musical que daña e inutiliza toda la melodía. Inevitable frustración.  

Saga Crepúsculo: Amanecer parte 2

La peor de todas con gran diferencia!; es asombroso comprobar la malograda evolución de una saga en la que, conforme avanza, sus obvias deficiencias son cada vez más  notables. Empezando por la tediosa y profundamente hastía narración de ella -la pobre no tiene fuerza ni carácter para llenar tantas minutos de pantalla ni con la voz!, no digamos ya su actuación interpretativa!-, a lo cual le sigue un trío familiar que no hay quien entienda pues, después de odiarse a muerte, durante años, lobos y vampiros..., vamos!, como mínimo suena a incesto puro! Por cierto, cuando empieza la sesión desfilada de familiares lejanos, tan rápida como absurda -dada la poca o ninguna información que aportan-, puedes llegar a perderte del aburrimiento y del cansancio; "La casa de Bernarda Alba" no es tan fastidiosa. Y, que no se me olvide, para una batalla emocionante que hay -voy a ser benigna y perdonar el abuso y la pésima utilización del ordenador- resulta que cae en saco roto!, vamos que no va a ninguna parte! Para seguir mencionando -me estoy repitiendo, lo se-, el apaño que hacen con su padre es ridículo y absurdo aunque..., todo esto se podría perdonar si por lo menos, hubiéramos tenido la oportunidad de disfrutar de una buena fotografía y una banda sonora digna; pues ni eso! Final de una historia de amor que es a todas luces, sosa, insípida, aburrida, con una atroz trama argumental, que explota en abundancia los besitos, la parejita feliz y sus escenas tontas y nimias con nada de estilo ni de chicha atractiva para el espectador de la sala y que debería haber visionado a su hermana mayor "Crepúsculo" para no mancillar el apellido de la familia. Realmente triste! 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Skyfall

Tras 50 años del carismático y único James Bond, hay para todos los gustos a la hora de elegir el mejor. Pero, sin duda alguna, nadie podrá negar el vigor, fuerza, ímpetu, potencia, magnitud y presencia física de Daniel Craig en la interpretación de esta nueva etapa del agente británico más famoso de todos los tiempos. Siguiendo los aires de renovación y cambio que está sufriendo la saga -bastante acertados en todos los sentidos-, para esta ocasión son suficiente 20 minutos -impresionantes, enérgicos y poderosos como hace tiempo no se observan- para estar contento de lo visionado; a la par de una magnífica y sofisticada presentación de la película que te atrapa sonora y visualmente. El "pero" es que, después de tan espléndido comienzo, la continuación se ve forzada a decaer un poco -hay que coger aire después de tal subidón!-; muchos efectos glamurosos para complacer el sentido de la vista pero apenas ningún contenido grato. En ese sentido, su antecesora le da mil vueltas; es, sin duda alguna, una venida a menos la calidad argumental de esta nueva entrega. Aunque, para complaciencia de todos nosotros, aparece el nuevo anti-cristo (un portentoso, maravilloso, genial..., todo lo que se quiera decir es poco para la perfecta actuación de Javier Bardem) que logra subir espectacularmente la calidad de la película y devolverla al nivel de su comienzo. El dúo interpretativo de estos dos actores es de lo más acertado, llegando a ser más interesante y atractivo el villano Silva que el propio agente 007. Rápida, radical, fantástica, muy respetuosa con la tradición que soporta pero incorporándose magistralmente a los nuevos tiempos, elegante en su morbosidad, inverosímil en su violencia, inevitables las hermosas consecuencias, sorprendente las salidas de emergencia laterales..., un excelente trabajo que pierde mínimamente parte de la consistencia de su hermana mayor aunque, no obstante, muy satisfactoria, célebre y notable; y, personalmente, con especial interés por la continuación de la misma. La novedad del cambio siempre trae, como poco, la curiosidad y esperanza de lo nuevo; y los nuevos vientos son muy propicios!  

sábado, 10 de noviembre de 2012

Los amos del barrio

Ben Stiller es un actor polifacético, como menos; aunque no exactamente en el mejor de los sentidos!. Su carrera cinematográfica ha dado más vueltas que "el tonto del pueblo en la noria de las fiestas"! Desde guionista, director y protagonista de un " Reality Bites" que puso el listón muy alto hasta protagonista de algunas de las mejores comedias que se han visto en los últimos tiempos, ahora nos viene con este pintarrajo de comedia americana, que de comedia sólo tiene el patetismo que se observa de "pe a pa", empezando por un cutre cartel que es reflejo de lo que se verá durante la visión de la misma. Un grupo formado por presuntos cómicos que, si pueden llegar a funcionar uno a uno -no negaré la gracia de Ben Stiller, de Vince Vaughn o Jonah Hill-, todos ellos reunidos malsuenan al oído, producen resquemor y amargura a un espectador que se hubiera conformado con unas pocas gracias y escenas bastante cotidianas; pero es que ni éso! Los diálogos son tristes y lamentables, los gags son grotescos y ofensivos para la inteligencia humana, las escenas forzadas cuando no sosas y aburridas, la afinidad entre los protagonistas es totalmente nula e inexistente. Un bodorrio que se presenta con careta de "la mayor diversión del mundo" pero que resulta ser la mayor decepción que puedas llevarte; especialmente si alguna vez apreciaste a este neoyorquino actor, protagonista de esta falsedad de chiste americano, que acaba de pegarse un bacatazo de "padre y muy señor mío"!. Espero que al menos su caché haiga valido la pena y compense el mal sabor de boca que deja a sus admiradores!  Que arduo y penoso es, algunas veces, tener que escribir tan lamentablemente de este gran Arte!   

domingo, 4 de noviembre de 2012

Sinister

Sin ser una fanática del cine de terror -por lo menos, no del que se hace en la actualidad- acudo esperanzadora a que me sorprenda, me dejen sin aliento, me pongan en tensión y me hagan saltar del asiento; demasiado pedir? pues parece que si porque dudo que a nadie fascine este cuento infantil, previsible, que salvo escenas contadas que apenas te sorprenden, no ofrece mucho. Con el convencionalismo típico de un comienzo de mudanza, escritor fallido en busca de su gallina de huevos de oro, hijos fuera de lo normal y una historia - se supone de terror- que contar comienza este relato de una ilusión frustrada por una realidad decepcionante. La oscuridad ofrecida es pobre y falta de enganche hacia el espectador, muchos planos cortos de Ethan Hawke que no logran transmitirte su supuesta angustia y desesperación por la penumbra que vive, ruidos que no te sobresaltan ni escenas repentinas que entrecorten tu respiración, un escenario vacío y poco convincente más propio de una cutre noche de Halloween que de un Sinister que reza "una vez visto nada puede salvarte!"; aunque, de hecho, en eso le doy la razón pues, una vez vista la película nadie va a salvarte de la desilusión! Es más, el cartel es lo más terrorífico que vas a encontrar ya que, la pandilla de "los cinco" que aparece recuerda más al juego del escondite en la casa fantasma del pueblo en fiestas que al come-niños venido del más allá!. Insulsa, poco digna, total falta de aspiración, desaborida, mísera en su guión, cotidiana en el escenario, efectiva ambientación inicial que desdeña toda posible aspiración a mejor..., al menos hay que admitir que el protagonista es un buen actor que rellena perfectamente los primeros planos porque el resto..., espera que puede que todavía me asuste un poco al recordar parte de la historia!..., uyyyyyy! me parece que no!   

sábado, 3 de noviembre de 2012

Vacaciones en el infierno

Directo al infierno es donde se dirige la carrera cinematográfica de Mel Gibson!; y es que, desde que topara con los judíos y sus aspiraciones celestiales de sentarse al lado del Señor, el pobre no sabe por dónde anda! Y eso que reconozco y admiro su intento de volver a resucitar el espíritu de Martín Riggs -Arma Letal- en el pueblillo de una cárcel mejicana -es lo mejor de la misma-, su atrevida interpretación -gag- de Clint Eastwood y su desesperada búsqueda de "algo digno qué hacer"; pero es que se da de cruces contra la pared! Jesús en la noria no está tan perdido como el susodicho actor!  Dejando ya de lado el vapuleo merecido a quien ha desdeñado toda un pasado filmográfico más que decente -ha sido un agradable y excelente entretenimiento en sus mejores tiempos-, la película es un bullicio populista de "toda y nada"; un popurrí que no sabe que estela seguir, que ritmo tocar de modo que..., por qué no un poco de todo? Intenta ser cómica perdiendo la gracia conforme avanza, presenta una acción que no vuelve a repetirse más que para ir a peor y quedar en ridícula, posos de un romance de niño de colegio que no cuela, un drama manido y vulgar que juega con la salud de un niño "post-it" que está a la altura de un viejo y desfasado actor que en su día fue el rey de la comedia de acción -de la buena comedia-. Penosamente aconsejo quedarse con el trailer y conservar la ilusión de que al sexagenario actor neoyorkino se le aparezca su venerado Jesús y le indique cómo volver a la senda perdida; o al menos, que abandone su empeño en creer que puede escribir un guión, producir una buena película o dirigirse dignamente. Vale, algo bueno -hasta el Señor tuvo un mal día!..., pero no años!- es entretenida y pasa rápido! 

jueves, 1 de noviembre de 2012

Argo

Sin duda alguna, el giro cinematográfico que ha realizado Ben Affleck ha sido todo un acierto; bastante perdido como actor, su paso a la dirección y producción ha resultado ser todo un descubrimiento. Apoyado por sus fieles amigos y con la fidelidad hacia uno mismo, nos muestra esta historia verdadera sobre un verídico James Bond que en la década de los 80 logro sacar a 6 compatriotas de Irán bajo la farsa de la producción de un film financiado por la mismísima CIA. Con el fondo político que tanto apasiona a este actor-director-productor, la tensión e incertidumbre son una constante durante todo el relato; la angustia de unos hechos tan importantes son reflejados con seria sobriedad, con escaso  movimiento de la cámara -no es necesario más, pues la susodicha no es la protagonista-, con elegancia y gran porte en la austera y cortante  interpretación del propio Affleck y todos sus acompañantes, gran realismo en una narración que muestra gran respeto por la historia creando un gran impacto en el espectador con movimientos de gran mesura y continencia, un rigor de gran emoción y dureza que te mantienen en vilo desde el principio hasta el fin. Un excelente trabajo, de gran serenidad y simplicidad, sin decoración inútil que tapa ausencia no manifiestas -en este caso ninguna-, una magnífica puesta en escena y un inteligente thriller que ofrece las dosis adecuadas de misterio, angustia y nerviosismo mezclado con la comicidad superficial hollywoodiense que participa, sin querer, en la salvación de 6 vidad humanas. Se disfruta completamente, se sale satisfecho y complacido de haber visto una implacable película, divertida, atractiva y deslumbrante donde te involucras inevitablemente y donde tus emociones suben y bajan al compás de los hechos vividos. Fascinante película, de gran calidad, no vista desde hace tiempo -tampoco es que las últimas carteleras haigan puesto el listón muy alto!-. Muy recomendable. 

martes, 23 de octubre de 2012

Looper

Está claro el intento de thriller de ciencia ficción que ha malogrado Rian Johnson...,también el resultado del mismo! En un contexto de soledad justiciera, de oscuridad y penumbra atractiva, de diálogos cortos y secos que centran su foco en la presencia corporal..., se puede decir que es lo único que no ha acabado perdiéndose por el retrete! El duelo interpretativo de Bruce Willis con su joven "yo" es triste y necio,patético -copia penosa de "12 monos"-, sin chispa ni chicha como ocurre con toda la trama de círculo cerrado pasado-presente-futuro que da vueltas sin sentido hasta marear; la puntilla desternillante es la referencia e intento de afinidad y similitud con un "Terminator" que desemboca en un puro exorcista caótico, desde unos "Hombre de negro" a un diablado "Matrix" descafeinado, desde la "Profecía" a un "Regreso al futuro" insustancial y pobre..., con el profundo mensaje oculto de que el amor lo puede todo! Pero, casualidad!, no ha podido con un guión y una historia que gira como le da la gana, dando vuelcos hacia delante, detrás extremo izquierdo, derecha recto..., un batiburrillo de "quiero abarcar mucho, me quedo sin coger nada". Horriblemente pesada y larga, todo se reduce a persecuciones de tiros, idas y venidas que te dejan bastante frío e impasible, un relato que no logra captarte ni mostrarte el más mínimo interés, indiferencia total ante lo que le pueda pasar a los protagonistas pues da la sensación de que, muerto uno, aparece otro y dará otro giro inverosímil a la historia. Lo lamentable es que eres capaz de palpar e intuir la gran idea que tenía en mente el susodicho director y el estrepitoso golpe que se ha dado al caer de tan gran altura. Aunque, por supuesto, está la otra visión; ha realizado una película tan sicodélica, de magistral-pura ciencia ficción que no logra llegar a todos, sólo está a la alcance de unos pocos privilegiados. Tu eliges.

domingo, 21 de octubre de 2012

Atraco

Maravilloso cine argentino! Te echaba de menos sin conocerte!!! Película situada en la época del franquismo y de las relaciones mantenidas con la venerada Argentina de Perón donde las lealtades personales a la patria chica se mezclan con la soberbia y el despropósito personal. Espléndidamente reflejada, con una cuidada y magnífica ambientación. la simple pero gran historia de malentendidos cínicos, desavenencias inoportunas y mucho amor caótico no-buscado se nos desvela "sin pausas pero sin prisas" creando toda una oda homérica, pura poesía andante donde la tragedia se mezcla a pares iguales con la comedia. Con un excelente Guillermo Francella que dirige y protagoniza, de forma indiscutible, toda la contienda, el relato es un claro ejemplo del cine sencillo, de gran emotividad humana, de gran pasión skakespeariana, de una terrible jocosidad punzante, de un ingenio dramático y cruel que te arrastra a través de la pantalla y que te hace suspirar por cada uno de los sentimientos reflejados en la misma; y si algo sabe hacer un buen argentino es mostrar y exponer -sin pudor naciente- todas sus emociones sentidas y por sentir! Divertida a la vez que trágica y triste, es un popurrí de sucesivos actos donde la elegancia de los personajes mostrados está a la altura de la inmejorable presentación estética; un vestuario, maquillaje, iluminación y fotografía interior magníficas. Atraco frustrado por un Don Juan que no quiere fallar a su amada y que arrastra a toda la cúpula política y policiaca; joyas malditas para salvaguardar la honra de un país.... Se quedan cortas las palabras para explicar este galimatías argentino-español, cuya red se va poco a poco desenredando a base de risas y lloros por igual. Adecuado y perfecto thriller tragicómico para sentir y disfrutar una vez apagadas las luces de la sala; acomódense y vean la grandeza de reir llorando!

sábado, 20 de octubre de 2012

Lo imposible

Ante una película de catástrofes naturales como ésta, uno ya sabe lo que va a ver, cómo pasó y lo que le van a contar; y, en este caso, también sabe el resultado, pues los propios protagonistas en que se basa el relato acudieron al estreno de la misma en familia. Por tanto, la curiosidad reside en la gracia, artimaña y el buen hacer del director; cómo ha realizado el enfoque de los hechos y la visión desde la cual lo cuenta. Y se ha de admitir que "pocos peros" se le pueden decir a Juan Antonio Bayona. La narración tan realista, dramática sin abusos innecesarios, íntimamente cercana y profundamente emocional contrasta con unos hechos horribles, magníficamente devastadores que ha sabido plasmar de forma asombrosa. El uso de la cámara en los diferentes fotogramas es soberbio; juega continuamente con diferentes y opuestos enfoques, sin dejar que ésta se convierta en un mero espectador de fondo sino que la convierte en la verdadera protagonista. Los diversos y variados ángulos, la alternancia de movimientos rápidos y lentos, de iluminación y opacidad..., es todo un acierto. No lo es menos la elección de Tom Holland como protagonista indiscutible, al lado del cual sólo Naomi Watts está a la altura de su impresionante interpretación. Tras el paso de los 10 primeros minutos, llega la esperada ola y todo su desenlace; a partir de ese momento eres capaz de descubrir el arte de este catalán director que consigue ponerte la piel de gallina, tenerte en tensión, sonreir y desesperarte, alegrarte y llorar..., con el respeto y la sencillez de una gran historia contundente que no desmerece tu interés por ella. Sólo algunas frases de los pocos diálogos que se observan -todo es una continua conmoción visual, un encontronazo para tus ávidos ojos- son de nivel inferior a lo visionado. Pero, el impactante centrifugado interior que se te ofrece borra cualquier cliché verbal que pueda ser dicho. La mirada de un director que tiene claro lo que quiere mostrar, cómo hacerlo y el resultado final. Lo único que cabe es disfrutar de su buen hacer. 

jueves, 18 de octubre de 2012

Magic Mike

Una exhibición de cuerpos musculados y depilados, guapos de cara con abundante testosterona es lo único, que en principio, parece ofrecer esta película de Steven Soderbergh donde, la verdad sea dicha, no se ha calentado mucho la cabeza. Bailes sexys y seductores, con movimientos excitantes y provocativos -de cadera y de lo que no es cadera-, una decente coreografía y un guión con desparpajo y frescura es lo que se ve más allá de esta historia donde, para variar, son ellos los que se desnudan y "montan el numerito". Tampoco seamos ilusionistas, aparte del lucimiento interpretativo de McConaughey -se explaya al máximo en todos los sentidos (y, sin duda alguna, se divierte de lo lindo)- el resto de actores no es capaz de aportar mucho. Con toda la consideración, por el intento de sobrellevar el peso del relato, para Channing Tatum, la compañera de reparto que le asignan es tan sosa y desaborida que, todo el deseo prohibido que debe -o se supone- que debe transmitir es nulo y vacuo; aparte de que no hay quien haga sombra al susodicho actor tejano en todo el film. No deja de ser una muestra coreográfica de "Hombres y viceversa" pero, lo hacen con tanto humor, desparpajo y seducción que, sin darte cuenta, han transcurrido los 110 minutos y estás tan contenta. Eso si, por muy atrevidos que puedan osar ser en esta historia, hay que volver siempre al buen camino, a la rectitud de una vida ejemplar fuera de la lujuria y del desenfreno; quién podría resistirse a un trabajo en McDonald`s por el sueldo base en lugar de cientos de billetes caidos de manos femeninas ávidas de un insaciable apetito! Mucho atrevimiento cañero para caer en un clásico convencionalismo aburrido. El resto es, al menos, divertido!   

martes, 16 de octubre de 2012

Venganza: conexión Estambul

No consigue estar a la altura deseada ni esperada esta hermana menor de una "Venganza" protagonizada por un Liam Neeson que, para ser honestos, parece haberse rejuvenecido y tonificado desde que protagonizó la susodicha; aparte del buen porte del actor norirlandés y de su impactante presencia física no hay mucho más que nombrar, aparte de un abusivo movimiento rápido de la cámara en las supuestas escenas de acción que, digamos la verdad, dejan mucho que desear; tal fascinación por la celeridad de las imágines es una forma de despiste ante la vacuidad de la historia presentada. Se echa de menos más contacto corporal, más golpes y puños directos, más cuerpo a cuerpo y no el desmesurado uso de los tiros, de las persecuciones en coches y de la presentación de un personaje que no es nada creíble; un James Bond cutre y pobretón que lleva a cuestas un relato poco cuidado, de gran nimiedad y tontería que necesita de adornos colaterales para mantener -no lo hace- la atención, por momentos perdida. Ante una presentación menos tétrica y sombría y en un intento de mostrar un contexto más suave y dócil, se olvida de cuidar el recorrido, el por qué de su presencia; la investigación y sucesivos pasos seguidos en la original le dan un "caos mortal" a esta sosa persecución, a este insustancial secuestro, a este insulso rescate, a esta desaborida venganza que se queda a la espera -el final lo deja bien claro- de su próxima hija sucesora. Con la ilusión de un mayor contenido, de mayor calidad en la acción (el guión ya nos lo sabemos, la venganza de los parientes muertos en esta) no tendremos que tragar la desilusión de una película que, siendo tan fácil de realizar y montar, ha sido todo un fiasco, una contrariedad pronto a olvidar; vale, seamos justos, puede llegar a gustarte este relato de segunda clase si tienes el día tonto y no exiges mucho! Pero... dime que no eres de esos! 

domingo, 14 de octubre de 2012

Salvajes

Lo triste de la película, amén de la decepción que te llevas por lo expectante de quien firma el relato, es pensar que a Oliver Stone no le queda mucho más que ofrecer; pensar que la época gloriosa de este laureado director se ha reducido a intentos fallidos de volver a un estrellato hacia tiempo perdido. El argumento sobre el mundo de la drogadicción es tan banal e insulso (lo has visto un millón de veces en miles de películas anteriores) que, en un intento de ser original y presentar su propia firma, pierde los derroteros por escenas de sexo duro y explícito,  sin más sentido que la provocación absurda y disparatada, con una manifiesta violencia, sanguinariamente tajante y desproporcionada que pretende distraer, a la par que  detonar y  estallar emocionalmente al espectador con el uso de un  bullicio y desmadre que no tienen más argumento que el decoro explosivo, nulamente intrínseco. Muchos nombres propios, mucho acción rápida, mucha parafernalia decorativa es el recurso principal utilizado por un director que ha dejado de centrarse en la narrativa argumental para ornamentar cada fotograma con el recurso a lo fácil y vendible -sangre, sexo, y muerte-; aún admitiendo los momentos geniales de la película, los fotogramas representativos del mejor Stone de todos los tiempos, éstos no son lo bastante hábiles ni tienen la suficiencia necesaria para hacerte olvidar la escasez de sus compañeros de escena. A todo lo dicho se le añade la excesiva duración de la historia, lo cual  la convierte en un relato, por momentos, cansino y agobiante. Espectacular por momentos, aburrida por otros tantos; fifty-fifty (50-50) es la conclusión que se deriva del último trabajo del "un mejor recordado-presente no tanto" enaltecido director neoyorquino.  

viernes, 12 de octubre de 2012

El fraude

Un tema muy recurrente para los tiempos que corren es lo que nos ofrece esta película que, aunque ofrece un buen entretenimiento y ameniza bien la velada, satisface muy levemente las perspectivas creadas; es mucho lo que se espera de los ingredientes y poco lo presentado en el plato final. Grandes nombres conforman esta historia de un rico dignatario con éxito profesional y familiar que esconde turbios y oscuros negocios y unas nada-digna ni ejemplares relaciones sociales. Una mal-utilizada y desaprovechada Susan Sárandon al lado de una espléndido Richard Gere que se luce como en sus buenos tiempos, manejando su personaje, la cámara y el peso del relato sobre él de forma magistral, encontrándose totalmente cómodo en el lucimiento de sus capacidades físicas e interpretativas; rematado con un Tim Roth que no necesita enseñanzas para representar el papel asignado -lo ha repetido demasiadas veces (debe soñar con ser detective de homicidios!)-. Dada la escasez de profundida del guión, la miseria de la estafa mostrada (sólo viendo el telediario, hoy en día, tienes mil y una ideas para indagar y penetrar más en la farsa y engaño creados) da la sensación de ser más un producto para la televisión, un capítulo de cualquier serie de abogados, de leyes y acción, de investigación... que para la pantalla grande de las salas de cine. Sin duda alguna, es la presencia del elegante y estiloso protagonista de la eterna y legendaria "Oficial y caballero" -para quien guste se puede sustituir por "Pretty Woman"- el único y exclusivo fundamento para que sea visionada en primera división. Con todo, es lo suficientemente comercial para gustar y complacer; un artículo mercantil que deja buen sabor de boca.  

martes, 2 de octubre de 2012

Bruc, el desafío

No pretendas esperar la recreación espectacular de la derrota que sufrieron las tropas de Napoleón a manos del legendario chico-montañés llamado Bruc; de hecho, la película se inicia justo después de tal acontecimiento y las pocas escenas recordatorios que se muestrán son tan poco reveladoras (en realidad son patéticas y bastante tristes) que no le hacen justicia. Con todo, el intento de entretenimiento con historia nuestra, con cine patrio histórico que revele el orgullo de nuestro propio pasado es correcto y muy apropiado -aunque mejorable pero..., todo es empezar!-. La fotografía y deslumbramiento de las montañas de Monserrat es de una belleza espectacular, de una emoción exquisita que, sólo por sí mismas, hacen que merezca la pena la película; el maquillaje, vestuario y localización están a una altura inigualable por nadie de fuera y son muy de apreciar. La pena que resta puntos es un protagonista (Juan José Ballesta pone más buena voluntad que hechos confirmados) que en su intento de liderar este fidedigno hecho nativo no consigue llegar a la explosión interpretativa que se hubiera esperado de él, a pesar de su evidente mejora conforme avanza el film; al lado del veterano Vicent Pérez se encuentra bastante perdido. Los secundarios así como un guión no muy trabajado se unen a ese "pero" que, no obstante, no desmerecen este válido relato que ofrece escenas de acción impactantes, que atraparán al espectado r, en medio de una magnífica-naturaleza protagonista contra la que ninguno de los actores podrá luchar. Un logrado film que, aunque mejorable, se disfruta gratamente.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Si de verdad quieres...

Resulta agradable acudir al cine a ver una película humana, altamente emocional, de gran comicidad  e ingenio sin caer en lo burlesco o en la pura chabacanería -tan común, últimamente, en las salas de los cines-, sin superhéroes ni seres fantásticos que llenan minutos de una historia pobre, sin consistencia que no se mantendría sino fuera por tanto efecto clamoroso; simplemente, dos extraordinarios actores, en un papel soñado para ellos que aparece en el momentos ideal, que funcionan magníficamente en pantalla y una historia humana, una gran tragedia personal  presentada con sencillez y gran sabiduría, con un sensacional guión, muy completo y rotundo, con sus oportunas dosis de humor ácido y sorprendente en cantidades oportunas, sin demasiadas melancolías o aspavientos innecesarios que te contenta y satisface por igual. La recuperación de lo que nunca hubo en un matrimonio cuyos 31 años casados pesan como una losa profunda e inalterable es el fondo de este relato que, a pesar de su espléndido resultado, no deja de ofrecer el conveniente vuelco hacia lo que la recta moral norteamericana espera de una unión idílica y pastoril. Lo mejor: el encuentro con un estilo diferente y mucho más grato que lo devorado usualmente en las salas de cine; la siempre sensacional y polifacética actriz Meryl Streep desborda toda su desnudez madura al lado de un Tommy Lee Jones que le baila el ritmo a un buen compás sin necesidad de más que su crisis personal como pareja y su convencionalismo a la hora de solucionarlo. Reconozco que un poco más de picardía y argucia en el tratamiento a seguir, de riesgo en la evolución de la historia hubieran sido el toque ideal de una tarta que no empalaga ni indigesta; todo lo contrario, te quedas con ganas de más!  

sábado, 22 de septiembre de 2012

A Roma con amor




Woody Allen anda más perdido que Paquirín con un libro!!! Tras dejar de lado su mitificada New York, se traslada al continente donde pasa  por una fúnebre y nefasta Barcelona, para recuperar  la forma en una añorada París y terminar recalando en una Roma dónde vuelve a perder el norte completamente. Puesto que nunca se ha jactado de cuidar el background, así como los accesorios y apéndices -aciagos en esta ocasión- uno se aferraba a su verborrea mordaz, irónica, a sus diálogos frescos, divertidos y de una sátira punzante, a las situaciones grotescas e irreverentes donde se palpaba lo más original del ser humano. Dónde ha quedado todo ésto? Buena pregunta. El agasajado director se permite el lujo de presentar cuatro historias que giran en torno al mundo del famoseo, al deseo de conseguir-mantener-recuperar- matar por cinco minutos de gloria inconexas y ridículas, sin apenas atractivo o interés oculto que recuerdan a un mal imitado "Perdona si te llamo amor" pero con la burrada de querer copiar lo ya realizado, con el disparate de creerse apto para describir el sentimiento de una ciudad sólo vista en postales. Como viene siendo costumbre en sus últimos trabajos, al menos tienes el placer de disfrutar de las vistas de la ciudad de turno. Aunque, como el hijo estrellado de Brooklyn diría: se matan por trabajar gratis conmigo, me abren las puertas de sus ciudades, me dan todas las facilidades que quiero..., para qué molestarme en arriesgarme, en buscar la calidad en mi trabajo, en esforzarme??? Si me van a besar el culo de todas formas!!! Pero, para una adictiva consumidora del Séptimo Arte que le gusta navegar por la vida de otros personajes y vaciarse interiormente esos 120 minutos..., es toda una pena!!! 

viernes, 21 de septiembre de 2012

Mátalos suavemente



Representación máxima del cine independiente (sólo hay que fijarse en los encabezados) que no engaña al ofrecer una película, para nada llevadera ni del gusto del público común, que conecta el peor de los submundos -ése del que no queremos saber nada- con la realidad más fina y elegante. A un guión no muy original -copia burda del exquisito Tarantino de Pulp Ficition- y a un relato apesadumbrado que, si no eres cuidadoso, te aflige y amarga hasta perderte en tu propio subconsciente, le sigue una brutal exquisitez y elegancia de fotogramas donde la ironía y el sarcarmo de la construcción pictórica brillan hasta dejarte boquiabierto; el diálogo expresado, con el perfectamente-escogido discurso político de fondo y los símbolos patrios utilizados salvajemente para placer de la mayor de las violencias es, simplemente, genial. Magistral la actuación de un Brad Pitt, cuyo personaje, es el único que ofrece un poco de decencia y afinidad para con el vidente; rematado por un James Gandofini a quién los Soprano ha encasillado de por vida. La majestuosidad de las escenas de violencia, recreación lenta y armoniosa del mejor de los cuadro de Bangkok, no es para todos los paladares -la atracción repulsiva harán que no dejes de mirar lo que no quieres ver- y los diferentes movimientos de la cámara -ahora máxima lentitud, ahora aceleración suprema, ahora 3D incorporado, ahora pasmosa apatía y desgana- son de lo mejor visto últimamente. Pero, ojo al dato!, todo ello envuelto en un formato nada atractivo que puede hacerte perder todas estas sorpresivas maravillas si no ves más allá de unos personajes cansinos y desagradables que no te dicen nada. Ahora sí, si logras pasar esa barrera e involucrarte en todo lo que te ofrece de fondo y altamente oculto, podrás apreciar la frase final de Brad Pitt, con la que se cierra la historia, golpe magistral, impresionante y de gran valentía que noquea y derriba al orgullo norteamericano en su más profunda raíz; una rotunda verdad, dicha inesperadamente y de forma impactante, que logra acallar cualquier discurso previo (sólo ella vale toda la película). Película perceptible sólo para unos pocos.  

Total recall


Sharon Stone es mucha Sharon Stone para poder ser olvidada! Y no es que Kate Beckinsale no realice un buen papel y se esfuerce en su papel protagonista pero..., intento vano! Por no mencionar al mítico Michale Ironside!!!; palabras mayores. De modo que la pregunta es clara: era necesario este pastoso remake que sólo ofrece a un Colin Farrell como sustituto decente de Arnold Schwazenegger?; aunque, bien pensado, es eso una galantería para el susodicho o todo lo contrario?; cómo recae este buen actor irlandés en este despropósito de proyecto? Qué ofrece Len Wiseman aparte de cargarse de un plumazo una película que nuestro recuerdo conservarba con estima y aprecio? Y la recreación del mundo de ficción, su población y demás complementos..., en qué estaba pensando? Por no hablar del guión y de sus estúpidas frases que pierden la gracia conforme salen de la boca de sus protagonistas! Intento encontrar algo bueno en este nuevo relato pero..., qué quieren que les diga? El film de Paul Verhoeven es demasiado bueno para merecer tan poca consideración hacia su persona y, por otro lado, qué es este relato sino una pifia más de la industria norteamericana que se repite más que el ajo y que no encuentra acomodo más allá de sus limitadas e insulsas narices? Guapos protagonistas para una triste historia que no está a la altura de lo que se esperaba. Muchas preguntas sin una decente respuesta que te llevan a una inevitable consideración final: mejor olvidarla.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Habemus Papam

El Papa dimite!!! es la idea principal de esta historia de Nanni Moretti que, aunque empieza bien y parece dislumbrar fuertes esperanzas, no consigue realizar su propósito más allá de una burla infantil de patio de colegio. Con una buena puesta en escena de la situación, con un guión original y un tema muy goloso y apetecible llama profundamente la atención y crea mucha curiosidad de hacia dónde quiere dirigirte la susodicha narración. Sólo que la misma no acaba de decidirse sobre el rumbo que quiere tomar; una presentación seria y formal de una posible crisis papal en el mismo conclave del vaticano o una socarrona comedia sobre la ridícula situación creada. Al final se decanta por la risa y las situaciones ridículas pero, incluso ahí, no cumple plenamente los requisitos. Teniendo en cuenta la ubicación, el emplazamiento y el protagonista, se echa de menos mucha más sátira e ironía en los fotogramas, un desenvolupamiento más grotesco y mordaz, más picante en la salsa mostrada. Los ingredientes eran ideales para dejarse llevar, sin muchos problemas, por este camino y conseguir que el público no se quedara con ganas de más risas, de más sarcasmo y virulencia, de una mayor satisfacción en lo visionado. No hay mala leche en el fondo del relato y se echa mucho en falta ese toque final de sátira punzante y corrosiva que hubiera sido explosiva, fulminante y sensacional dado el fondo religioso del asunto. A cambio, obtienes una historia correcta y muy respetuosa con la figura del Papa que deriva hacia la bobacidad de unos obispos que se aburren en el ejercicio de su cargo. El argumento y su contenido están profundamente desperdiciados. 


Todos tenemos un plan


La pregunta es cuál era el plan del director al realizar esta película? Porque la motivación de Viggo Mortensen se entiende perfectamente -incluso su participación en la producción- pues, la interpretación de dos gemelos opuestos, uno viviendo toda su vida a la sombra del otro, es plato que no se puede despreciar; combinar en una misma historia dos personajes antagónicos que se acercan desesperadamente uno al otro es irresistible. Pero..., el espectador lo único que observa es unos personajes que no le causan ningún tipo de interés, una historia lenta y apagada que en ningún momento consigue remontar, un tedioso relato que se empalaga hasta llegar a hartar dada su excesiva -sin ninguna necesidad, se mire por dónde se mire- e inútil duración. Ana Piterbarg se estrella contra un muro en su inepto y vanal intento de mostrar el regreso de una mitad perdida, a su malograda vida de infancia, para encontrar al hombre que nunca estuvo destinado a ser por mucho que se empeñe. Una buena caracterización, interpretaciones muy logradas, naturales y cercanas, que transmiten emoción, interés y una gran disposición en el espectador pero que no se ven reforzadas por la calidad de una historia que deambula y hace aguas sin saber de dónde sacar algo que mantenga el apego del ojo humano, la vista de un público que bosteza y decae lánguidamente. Triste no poder combinar la calidad de unos actores, de sus interpretaciones, con un guión a su altura. Imposible sustentarse con tan poco contenido!