sábado, 29 de diciembre de 2012

La extraña vida de Timothy Green

Prueba verídica de que Walt Disney no siempre acierta! Esta no-suficientemente-extraña mezcla de Big y Supermán, con un toque a lo Mary Poppins pero sin carácter ni fuerza, no funciona y no convence. Aburrida como ella sola, pues no parece dirigirse a ningún sitio ni encontrar el propósito de su existencia -y ójala no lo descubriera!- esta tierna comedia familiar no tiene, aún contando con los elementos para ello, fe en sí misma; con un buen propósito, con un buen fondo a desarrollar, un buen comienzo que augura mucho por llegar, todo se rompe por su escasa habilidad de llegar a buen puerto, de mantener tu interés por este supuesto chico cuya vida es extraña -misterio insólito y excepcional al que no saben sacarle partido-. Con un triste, apático final, ya su desangelada comunicación con el espectador rompe cualquier posibilidad de conexión o afinidad (al menos, el "Niño de Marte" con Cusack se mantenía respetablemente hasta el final!), te sientes tristemente engañado por no sentir magia, ilusión por esta historia cuyas actuaciones son bastante mediocres, cuyo guión no ha sido debidamente trabajado y cuyo conjunto se estampa estrepitosamente contra su propia desilusión. Relato sobre la aceptación de uno mismo, de tus propias rarezas que te identifican, de la capacidad y voluntad de ser padres, de vivir con el beneplácito de la comunidad que fracasa en su deambular sin saber dónde llegar, en su abuso gesticular ante la falta de calidad, en su gélida profundidad emocional..., ni siquiera los niños van a salir satisfechos con este desganado niño-extraño! 

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