miércoles, 29 de mayo de 2013

Un amigo para Frank

Película, sencilla en su realización y en aquello que muestra, pero grande en interpretación y sentimientos mostrados; relación de amistad que se establece entre un anciano que pierde la memoria y un robot doméstico cuyas funciones van mucho mas allá de las tareas del hogar. El despertar de un viejo que encuentra una nueva motivación para levantarse todos los días, que en ese conjunto de hierros dirigidos por un chip descubre ese amigo de la vejez que le rejuvenece y le motiva para tener nuevas expectativas. Con una fascinante interpretación de Frank Langella que magníficamente copa y fascina en cada uno de los fotogramas que interpreta -es decir, en todos ellos-, la historia, a pesar de su dulzura sentimental, de su bondad y del tema melancólico que trata, no es nada empalagosa ni llorona; todo lo contrario, despierta un optimismo por una edad donde no controlas que puedes o no hacer pero, en cambio, no por ello se tienes la excusa para abandonarse a un no-vivir mezquino que arrastra a tus familiares. De adecuada duración es fácil dejarte encandilar por este personaje cuya salud mental es puesta a prueba continuamente; a ello le sumamos unos correctos personajes secundarios y conseguimos una película de aprobado, ideal para el momento de su visionado, que te deja un buen sabor de boca pero que no te arrastra más allá del "The end" del relato. Hermosa por lo que narra, por cómo lo narra pero, limitada por su propia escasez; carencia de no profundizar, placer de un relato liviano!!! 

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