sábado, 6 de abril de 2013

Volver a nacer

Historia basada en la novela "La palabra más hermosa" y llevada a la gran pantalla por una Penélope Cruz, absoluta protagonista, que sustenta y sobrelleva todo el peso de la misma. Con la gran afinidad que le une al director Sergio Castellito para mostrar todo lo que éste solicita, su difusión interpretativa se come a la de su compañero, Emile Hirsch, pasando éste a un segundo plano. Se nos muestra una historia de amor y como esta se desenvuelve, con sus amarguras, obsesiones, desencuentros, pasiones descontroladas..., y todo lo que forma parte de esa clase de amor que te vuelve loco, haciéndote creer capaz de volar pero que, al mismo tiempo, te puede derrumbar y destrozar; la guerra de los Balcanes y el escenario de Sarajevo -apenas explotado-, sirven de excusa para colocar un escenario dramático y cruel pero, perfectamente podría haberse desarrollado en la eterna y romántica París. No es una gran historia de amor -el guión adolece de falta de madurez en ese sentido-; es una historia más entre una pareja que se enamora y decide vivir ese amor, con todo lo que ello conlleva de bueno y malo. No da para las dos horas de duración; la olvidada hora y media de duración hubiera sido suficiente para desplegar todo lo que tenía en mente. Y la explosión final, que sobreviene a los últimos 5 minutos de la misma, parece adherida, de forma repentina, para despertar al público bruscamente y causarle una sensación de ansia e inquietud, rechazo y asco, asquerosidad y esperpento por lo que el ser humano es capaz de realizar; como la localización del relato, es aceptable pero no necesaria; último recurso para adornar una correcta historia romántica que dice lo justo. Es una aceptable, adecuada -incluso apetecible- historia de amor pero , no llega más arriba en su calificación.

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