The giant mechanical man

Fantástica comedia romántica, como hace tiempo que no tenía el placer de observar, de evolución sencilla pero tan honestamente tratada que te llega al alma; dos personas, perdidas en el mundo, que únicamente intentan sobrevivir siendo ellos mismos mientras la sociedad se empeña en transformarlos en lo que no son. Superación y encuentro de uno mismo a través de los ojos y de la mirada del otro, autoestima reforzada ante la oferta del encuentro de una mano que te acoge, simplemente, como tú eres. Sin pretensiones snobistas, tonterías al uso o sobre-escenas que no te dicen nada, este estupendo relato es de tal naturalidad, con un guión estupendamente evolucionado, con una gran armonía entre los personajes presentados, con sus dolorosas crueldades diarias que no se permiten aplastar, con la presentación de dos vidas con las que fácilmente te sientes identificado y que te atrapan, te enamoran e ilusionan por igual. No puedes evitar sentir sus decepciones, sus ilusiones rotas, sus escapes desesperados, su no-saber qué rumbo tomar, su no-saber nada ni pretenderlo, su sencillamente ir paso-a-paso y vivir; sólo se necesita una persona para hacerte sentir único en este mundo, sentir que puedes volar y tocar el cielo y en este espléndido relato se nos muestra con tanta espontaneidad, franqueza y sinceridad que, sin duda alguna, Lee Rirk ha acertado de pleno en el fabuloso guión, en la evolución y presentación de los personajes, en olvidarse de florituras que adornan molestando y, simplemente, en exhibir una historia intachable, cuya esencia sentirás y disfrutarás y que logrará que olvides, duramente 90 minutos, cualquier otro asunto que no sea ver nacer, de forma natural y magnífica, el amor entre dos personas que se necesitan. Disfrútala!!!