lunes, 10 de junio de 2013

Stoker

Nunca valoro un trabajo por sus hermanas anteriores; cualquier director puede presentar un estropicio y, a la vez, tener un historial impresionante de obras precedentes. Sin embargo, no es éste el caso de Park Chan-wook. Poesía en movimiento, simbología visual realizada con ojos de experto, belleza en cada detalle, demostración de lo mucho que se puede decir no diciendo nada; una armonía musical realizada con esmero, un sofisticado cuidado que eleva este relato espeluznante a la categoría de sensacional, a una calidad satisfactoria que te penetrará. Personajes elegidos con mimo, cuidados hasta el último detalle, aborrecimiento atractivo, aversión familiar, odio y desprecio fascinantes, de gran atractivo, diálogos innecesarios en medio de un clima aterrador y pavoroso llevado a excelente puerto por su elegancia, porte y frialdad silenciosa. Con una magnífica actuación de sus tres protagonistas -se convierten en un trío magnífico que borra cualquier posibilidad de decepción-, la película es todo un canto al buen hacer, despertando -a la vez que exhibiendo- una gran cantidad de emociones que te se filtrarán en el alma como necesidad imperiosa de subsistencia. Drama familiar terrorífico, de enorme sutileza y gran estilo, que no tiene ningún resquicio de fallo previsto y que, sólo por el planteamiento, desarrollo y acabado, debe merecer tu respeto y aprobación; aunque, yo espero más, espero que disfrutes de este suntuoso-como-pocos trabajos, tanto desde su inocencia perdida como desde su impresionante maldad presentada. 

No hay comentarios: