sábado, 7 de diciembre de 2013

Casi perfecta

Kristen Wiig vuelve a la gran pantalla repitiendo modelo y prototipo de personaje ya usado en su venerable y explotado "La boda de mi mejor amiga"; y por un lado es comprensible pues la fórmula funcionó en su momento y las perspectivas de repetición eran buenas -su confianza era tal que ella misma participa de la producción de esta película-. Sólo que en esta ocasión no dejas de tener la sensación de que no llega a rodar como debería, que "no está mal pero..., le falta algo" para completar el entusiasmo y la diversión esperada. Bien rodeada por una brillante Annette Bening y un desvergonzado Matt Dillon, todo el conjunto parece conformarse con transitar levemente por aguas tranquilas sin adentrarse en profundo aguacero, sin obtener nada realmente respetable más que unas buenas intenciones nunca suficientes; con un fondo dramático envuelto en comedia patética y triste, el papel de fracasada, golpeada por una injusta vida que remonta el vuelo no parece hacer incapié todo lo que debería -no conmueve ni enternece ni produce carcajada alguna más que una sutil medio sonrisa, y gracias!!!- exhibiendo únicamente una leve satisfacción, ligera simpatía que no cumple las expectativas creadas por el propio trailer. No tendrías la sensación de medio-descontento, medio-complacido -si inclina más hacia la primera- si el guión hubiera tenido esperanzas de alcanzar cuotas mejores que una buena voluntad no sistematizada. Una sencillez y pobreza por parte de los guionistas que arrastra y perjudica a todo el reparto; y lo peor, a ti!!! 

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