sábado, 10 de diciembre de 2016

Sabrás qué hacer conmigo

Nicolás es un fotógrafo que padece epilepsia desde su infancia. Isabel tiene una madre enferma y hundida a la que no le queda más remedio que intentar salvar. Isabel y Nicolás se enamoran a pesar de ellos mismos, de sus demonios, sus fantasmas, sus debilidades... Viven una relación que ninguno de los dos se había imaginado.


La amada belleza de la herida.

Primero sabemos de Nico, luego de Isabel, para acabar con Isabel y Nico combinados; él vitalista/ella quemada, ambos juntos/ambos supervivientes, ausentes por separado -descansando de lo que sea que les pase-, presentes con coraje y valentía, al estar acoplados y unidos.
Un guión natural, cercano, sensible y convincente para dos opuestos heridos personajes, que al encontrarse, hallan la fuerza de una energía que les impulsa y fortalece; una inofensiva “quedada a primera vista” y ya están perdidos, sus miradas se han cruzado, sus voces intercalado.
¿Qué significa estar vivo?, ¿qué engloba vivir, y no simplemente sobrevivir?, ¿no desfilar por el mundo, sino ser partícipe del regalo concedido?, pero ¿se vive cómo se quiere o cómo se puede?, ¿hay elección?, ¿hay alternativa?
Difícil soltarse cuando se ha estado tanto tiempo solo, arduo seguir a quien no se deja conocer, a quien se encierra, a quien no permite acceder a su interior más sensible y complejo; pero hay espacio para la esperanza, para la felicidad, tan fugaz como imprevista, tan querida como asustadiza, esa gloriosa paz, de silencio protector, cuando la mano del otro te sostiene y sus brazos te contienen, un envolvente cálido mar cuyas olas aportan frescura, alegría y un renacer a la sonrisa olvidada, de amor profundo.
No hay seguridad, no hay garantías, se convive con la pícara ironía existencial que marca la pausa; el ser humano nada sabe sobre ello, la injusticia reina, no hay cláusulas preventivas, el amor llega, te lanzas y
lo aceptas con todo incluido, sea lo que sea.
Sencilla pero muy sentida, tranquila pero estimulante, pues te brindas con generosidad gustosa a saber de ellos, a explorar en su pasado, a percibir su contacto, a descubrir su trayecto, a disfrutar serenamente de ser testigo de sus vidas, uno a uno o acoplados.
Atípico romance mexicano de quien parte del miedo a la vida, para aferrarse a ese sólido enamoramiento, que desdobla y derrumba toda la fortaleza afectiva construida; la carga desagradable y desafortunada del semejante llena las escenas, hechos adversos en lugar de circunstancias bonitas y favorables, para afianzar ese férreo nexo establecido, ese vínculo que se desliza entre el amor y la muerte, que los remueve y tantea, para hacer incómoda toda presencia observadora y hacer que trabajes esa
complicidad, poco accesible, pero gratificante si se reflexiona sobre ella.
La soledad y el acompañamiento, ambos necesarios/ambos parte de la misma moneda, esconderse/buscar, aislarse/necesitar, todo entra en la misma partida, en esa carrera por la cual, mientras se está vivo se sufre, se llora, se lucha, se ríe, se ama, se tiene presencia para afrontar el ahora.
Vivaz tragedia que se consume con honestidad dramática, para una energética pasión que sabe dónde encontrarse y qué hacer con el otro para sanar de sus heridas y afrontar, con aptitud esperanzadora, las dificultades que están por llegar.
Lúcida, pausada, dura, diferente, sobriedad veraz
para una realidad nuestra, que deja las florituras rosas de adorno y se centra en la amargura del dolor, de la pena, de las dificultades y los sinsabores, que de ello se desprende.
Un paso adelante/otro tanto de retroceso, para volver a marchar y hacer planes, quién sabe qué vendrá, qué pasará, quién sobrevivirá y a qué lo hará; Katina Medina Mora rueda, con agresividad sensitiva y doliente, un frágil relato sobre la resistencia, el ánimo, la fuerza y la revelación del sentimiento actual, tal y como éste se conceda.
“Nadie quiere ésto.... Quédate, no te vayas....Sabrás que hacer conmigo”, quererme, ¡sin más!

Lo mejor; no es la típica película romántica, es mejor.
Lo peor; que no la aprecies por ello.
Nota 6,2
interpretación 6,5 guión 6,5 fotografía 6,5 música 5 realización 6,5 montaje 6,5


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