martes, 22 de octubre de 2013

Esclavo de Dios

Muy loable y atrevido el intento venezolano de llevar a la gran pantalla los hechos reales de dos personas que viven en primera persona y que han crecido en medio del conflicto israelí-palestino; ensayo no llevado a buen puerto y  cuyos resultados no son muy buenos ni considerados, más bien, sólo pasables. No resulta un relato interesante, muchos menos sugestivo o atrayente, sus dos protagonistas no consiguen transmitir ni fuerza, ni vigor, ni pasión ni la más mínima intensidad requerida para emocionarte o lograr integrarte en la historia; las acciones no despiertan ningún sobresalto ni fervor alguno que "el verlas venir" -cosa fácilmente predecible-; no logra afinidad con el espectador ni con los propios personajes de la historia. Es, más bien, sosa y apagada, de logros mediocres y de poco beneficio. Dejando de lado la inoportuna no-neutral exposición a favor de unos y dejando como culpables a los otros, poco que apreciar de una película que exhibe una lucha armada terrorista -muy viva y presente en nuestros días- pero que no logra ni sobresaltarte ni causarte muchas más emociones que un augurado y presentido final. Clara y patente falta de experiencia, percibida ausencia de costumbre, hábito y veteranía en este tipo de artes y en su saber hacer; todo es darles tiempo, espero!!! 

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