sábado, 28 de septiembre de 2013

Jobs

Película no tan atractiva como se espera, no resulta ni provoca el esplendor ni el boom de una historia personal vendida al público como impresionante y sensacional. Centrada en su persona -con la exclusión de tener la sensación de que más de su persona, se habla de la empresa en cuestión-, en su afán profesional y obsesión por la perfección, por conseguir cada vez más, no acaba de enganchar al espectador, deja muchos cabos sueltos y cuestiones sin resolver. Aparte de la interpretación de Ashton Kutcher -realmente vale la pena-, la insatisfacción negada es el resultado más convincente; aprecias lo contado, valoras la historia y el personaje pero..., con una distancia marcada, sin implicar el corazón y sin tener mucha consideración por lo visionado. No es el gran monstruo que te han prometido, no eres capaz de observar la gran quimera, el prodigio de un hombre que transformó el mundo informático y derrumbó a todos sus rivales; es decir, lo estás mirando, te lo están narrando pero..., ni lo ves ni lo escuchas, tus sentidos no lo perciben con la fuerza, vigor y energía que debería transmitir Joshua Michael Stern en su dirección, amén de la falta de brío, de ímpetu de un guión que deje huella. Nivel medio, una medianía que ofende dado el potencial del material manejado. Lástima!!!  

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