jueves, 23 de enero de 2014

Gente en sitios

Historias breves, demasiado breves, nimias, intrascendentes y superficiales, rodadas a mano en pleno bullicio peatonal, con un toque a surrealismo, comedia y horror  que no logra atraer tu atención ni decirte nada, protagonizadas por actores conocidos, escenas que se suceden sin ningún tipo de relación entre ellas, sin gancho, seducción o feeling que pueda mantener tu interés o atención..., un despropósito y disparate tildado de "alucinante y sorprendente" que seguro tenía muy buenas intenciones en la mente de Juan Cavestany pero que, en la práctica, sus efectos son más bien neutros, nulos y ausentes -intento no ser cruel aunque, me cuesta-. Primer consejo; no leas la sinopsis, no te dejes llevar por dicha explicación elocuente y metafísica porque no encontrarás lo descrito por ningún lado. Segundo consejo; no leas la cantidad de halagos y obsequios mencionados por parte de la crítica porque tu decepción, ya de por sí asegurada, será aún mayor de lo previsto. Tercer consejo; no te bases en el cartel de la misma y los impresionantes adjetivos que en ella se muestran a lo grande y en primer plano porque cuando se necesita exponer con tanta vehemencia lo buena que es una película es que no lo es tanto -lo bueno se vende sólo-. Típico ejemplo de lo malo que es el cine español -aprovecharán para decir los acusadores de lo nuestro-, cliché puro de la pura desconexión, de la profunda escisión entre el público asistente, sus gustos y demandas y los supuestos expertos que deben aconsejarte sobre la misma; se admite variedad de colores, diversidad de placeres y sabores, alternativas en la oferta para cubrir todas las peticiones de demanda -soy la primera que le gustan las novedades, lo original y alternativo- pero..., que te vendan lo que no es tampoco parece admisible!!! 





3 comentarios:

grande dijo...

PuEs Me ApeTeC3
Ya Te DiRé

Unknown dijo...

Eso es bueno! Siempre hay que ver las películas!!!

grande dijo...

CLaR0