jueves, 16 de enero de 2014

La gran estafa americana

Eliges ver una película con ilusión e inevitable ansiedad dadas las grandes perspectivas creadas -si contamos la cantidad de premios otorgados y los que vendrán- y acabas sintiéndote ofuscado, perdido por no ver la gran historia que la publicidad, prensa y crítica te han vendido; incluso culpable por no ver lo que es tan obvio y evidente para el resto -aunque dudo que sea algo más que dejarse llevar por la corriente-. Siendo honestos, la banda sonora es impresionante -lo mejor de lo oído últimamente, sin duda alguna-, enormemente pegadiza y con una encantadora entonación bailable que añora a lo mejor de los 70; la formidable estética, magnífica presentación -maquillaje, vestuario...- y su impecable fotografía son inolvidables, te trasladan mágicamente al mejor Scorsese de "Casino"; todos los actores están excepcionales en sus respectivas interpretaciones -Christian Bale, una vez más, ofrece toda una espléndida muestra de lo que es capaz-; en todas estas cuestiones un diez, sobresaliente para David O. Russell por su gran acierto, ferviente gusto y original, rompedora idea. Pero ahora pasamos a la historia, el gran relato que debe completar todo lo anterior, base sólida que sustente este suculento trabajo; y es ahí dónde el producto se desploma, donde las expectativas que te han vendido no se cumplen y donde te preguntas dónde quedó ese gran film que buscabas visionar. No sólo no es novedosa y te despierta el sentimiento de haberlo visto muchas otras veces -estafadores estafados que estafan a los mayores estafadores existentes- sino que es fácilmente predecible su desarrollo y desenlace. Aunque no llegas a perder la conexión con el relato, a pesar de que sigues la historia gratamente -la parte más interesante llega a 40 minutos del final- está muy lejos de ser el exquisito plato anunciado. Le falta más garra y acción, mayores y más completos movimientos de seducción, despertar mayores intereses atractivos que no cansen al ferviente y motivado espectador. Mantiene su nivel por los excepcionales e imprescindibles elementos mencionados pero, las intenciones de la historia -a pesar del trabajado guión-, el efecto de la narración y el propósito del susodicho directos son mayores, de más alto grado que el resultado conseguido en el público. Quédate con la fabulosa, opulenta plasmación de una añorada época, el fastuoso reflejo de una sociedad realizado con gran maestría y talento y pasa por alto el bajón del nivel de lo narrado, la leve flojedad de su evolución aunque..., si el plato luce magnífico, la mesa es exquisita, el restaurante de lujo y el servicio imponente pero el sabor, deleite de lo comido no supera el restaurante de la esquina..., qué valioso recuerdo me llevo de ese plato de 5 estrellas prometido? Cuando alardeas de un trabajo, hay que redondear lo ofrecido, cumplir con altura digna lo que con tantas ganas has vendido!!!




3 comentarios:

grande dijo...

¡Yo TamBiéN L3 tenGo GaNAs! VerEmoS

Alvaro dijo...

Para mi una gran peli.

Tawaki dijo...

Coincido contigo. Falla la historia y fue una pequeña decepcion.