lunes, 8 de junio de 2015

The loft

Cinco hombres comparten en secreto un apartamento donde poder escaparse con sus amantes, donde relajarse o simplemente evadirse de la rutina. Hasta que un día aparece el cuerpo de una mujer asesinada en el apartamento y empieza un juego de sospechas entre ellos para intentar descubrir quién es el culpable y ver cómo se las arreglan para que todo el asunto no salga a la luz... Remake de la propia película de Erik Van Looy realizada en 2008.


"Las personas que amas..., son las únicas que pueden hacerte daño"; te olvidas del daño ejercido sobre uno mismo cuando la inspiración no se presenta, la creatividad vuela lejos y el susodicho artífice de esta vuelta de tuerca debe conformarse con dibujar sobre pintura ya ofertada que, en años anteriores, obtuvo aplausos de merecida nota, aquí condescendencia de un simple y acomodado aprobado.
El camino se vuelve a pisar para avanzar, rectificar, mejorar..., ¡nunca retroceder!
¿Qué motiva a Erik Van Looy a realizar un remake de su propia película?, aquella realizada en 2008, bajo exclusiva identidad belga, de la cual ¡no cambia ni un punto ni una coma, mismo trazado, pasos, evidencias y dictamen!
¿Por qué?, ¿para qué?, ¡tan falto está de ideas que tiene que reutilizar las viejas! o, ¿tan poderoso es don dinero, de producción norteamericana, que compra, convence y obtiene lo que quiere?
Lo triste es que, ya que te pones en tal despropósito de sentido vacío, al menos iguala -yo no se pide mejorar, ¡qué atrevimiento!- lo hecho en el pasado, no presentes una versión donde, por ser más lustrosa en su escenario, galante en su porte, de caras familiares y ambiente grato no se consigue una partitura mejor, de mayor calidad e interesante curioseo pues se deja por el camino el carácter, la tensión y acidez de su hermana mayor la cual, por ser la primera y original en la inventiva de tan armónico y seductor juego, siempre quedará en la memoria como la mejor.
Cinco amigos, un apartamento para juergas privadas, diversión sin miramientos ni explicación, una muerta y el círculo de acusaciones y sospechas que pondrá a prueba su verdadera y firme amistad, papeles repartidos según rol a interpretar: cliché puritano del más loable..., que se esconde tras ese honorable "yo no soy así" excepto para casos de amor que esconden más porquería de lo imaginado, el cínico..., que empieza la fábula de pasatiempo en el paraíso cuyo jardín del edén se volverá pesadilla desleal que no termina, el bocazas frustrado de turno..., que quiere equipararse al resto del grupo, el caótico acelerado..., cuya violencia no tiene control y es peligro constante y el reservado, cauto y silencioso..., cuyo rencor no manifiesto es refugio de gran amargura y dolor, el "poliamor", neologismo como emblema de excusa para correrse más de una aventura y, una investigación que permite moverse con alternancia temporal para jugar al "cluedo" mientras relatan cómo empezó y discurrió idea tan genial de agitada actualidad.
Neutralidad como sensación genérica por ver el show, apreciar el montaje, valorar el espectáculo, seguir sus movimientos, atender a sus fragmentos, oír sus relatos, digerir lo expuesto pero..., no sentir gran adrenalina, pasión o interés que permita involucrarse plenamente en sus vidas y enredos, problema que se deriva de haber visto la anterior película y de que ésta no supone un gran señuelo de satisfactorio arrebato, su anzuelo no atrapa ni acierta en el pleno, da para escuchar pero no para prestar atención exquisita, un asequible acompañar sin exaltación excesiva.
Las comparaciones rara vez son buenas de modo que, al margen de incidir en ellas, el filme presentado vale como esparcimiento ligero, thriller moderado que no alcanza elevada cuota de intensidad aunque, sí lo suficiente para entretener con justicia válida ¡sin más!, no destaca, no agobia, se consume con sencillez y olvida con rapidez.
Su visión habilita poder estar al tanto de cómo van los hechos sin arriesgar en emoción o raciocinio, parte óptima de una levedad que recrea con silencios inquisitivos, miradas penetrantes y acusaciones diversas que se alimentan de sospechas al gusto del comensal, apetecida representación en su estética y performance sólo que, las expectativas levantadas no alcanzan decibelios consistentes en su mérito, complejidad de mucho empeño, buena voluntad y esfuerzo valorado que no pasa de la corrección de las formas, pasos y resultado, movimientos adecuados y oportunos para cada momento que satisfacen pero no engordan, cubre las necesidades básicas sin nutrir con esmero, captura atractiva cuyo temperamento pierde su osadía para quedarse en modestia de una percepción que no altera ni perturba tu absorción tranquila, énfasis tenue en apuesta segura que no busca excesos arriesgados.
"...,el destino nos unirá."; no te creas, no es para tanto..., apartamento bonito, llave curiosa, inquilinos gustosos pero te se olvida fácilmente, recuerdo fugaz de una velada apetecible que resultó inesperadamente apacible cuando la propaganda auguraba tirantez e incertidumbre sabrosa; te vale el desenlace de la incógnita intuyendo que podría ser éste o cualquier otro que se les antojara, si en tu memoria cargas con el equipaje de la otra..., motivación perdida cuyo nuevo y elegante traje no arregla el roto ni apaña el descosido, en caso contrario, da para distracción breve de exigua exigencia aunque ¡no le pidas peras al olmo! pues, por mucho que lo intente y desee, no está capacitado para realizar tal obra y menester.
Cuenta los hechos sin entusiasmar.