sábado, 5 de septiembre de 2015

Entourage (El séquito)

La estrella del mundo del espectáculo Vince Chase, para mantener los pies en el suelo con el éxito que tiene, decide llevarse a sus amigos de toda la vida a que le acompañen en su vida en Hollywood. Eric, Drama y Turtle acompañan a Vince en su carrera, guiada por el agente Ari Gold, mientras ven la exagerada, excéntrica y despiadada vida de la meca del cine.


No son pocas las series de éxito que se han querido llevar a la gran pantalla con mismo perfil de triunfo asegurado, conservando la calidad, al pasar del televisor a su mayor hermana de pantalla, aunque escasas de ellas las que lo logran con gloria y notoriedad para placer y entusiasmo de los fans, devotos del nombre que representan y todo el equipaje que conllevan.
Éste, por suerte para ellos, no es el caso; Doug Ellin ha logrado crear un último episodio, definitiva mirada y disfrute de su laureado séquito en formato de estupendo, genial y funcional largometraje, como cierre espléndido de ese célebre hijo, de tantos años de carrera y vivencias, de grandes victorias de audiencia y premios abundantes por doquier que ha encantado, encanta y encantará a seguidores de la misma, pues es un fiel reflejo de su esencia, etiqueta, porte, andadura y rendimiento, triunfante camino logrado con fervor para exquisitez de sus máximos clientes, ansiosos por la espera para ver el concluido trabajo.
Al que no haya oído hablar de la misma, ni haya echado un vistazo a la susodicha, observará una pretendida fábula cómica y sarcástica, hiriente y pretenciosa del mundo hollywoodiense y toda la parafernalia que rodea a sus actores, productores y mandamases acaudalados a través de un grupo de amigos que se maneja, en ese mundillo, como Dios-amo que todo lo puede y consigue.
Un montón de tetas y culos, tías al uso, fiestas, sexo, alcohol y drogas, decorados y redondeados por maravillosos coches y mansiones de lujo, hombres ejerciendo de machitos a través de su obsesiva y mencionada polla -perdón, pene, para ser más finos- y, vocabulario lustroso, del mejor diccionario de la real academia -¡es coña!-, que no va más allá de los típicos insultos, reiteradas palabrotas y explotado lenguaje vulgar que pretende humor, ingenio, tensión, acidez, risas y situaciones al límite, resueltas con maestría de quien tiene el don de mover un dedo y ¡que todo encaje!
Creo que queda claro que no soy apasionada y efusiva usuaria de la referida serie aunque, la conozco, he visto episodios sueltos, respeto al público al que va dirigido y la apetencia fantástica de los mismos por ella.
Por ello, reitero, éstos están más que satisfechos, contentos y agradecidos de este último regalo ofrecido, que cumple, con escrupulosa fidelidad, lo prometido y requerido por los mismos; intérpretes, ambientación, figuración, cameos y guión -bueno, este es sencillito, sinceramente- a la altura de quien proceden, con sus típicas bromas, cachondeos, situaciones ridículas y solvencia magistral de todo el tinglado que entusiasma, divierte y seduce a sus fieles consumidores.
Se ha respetado el formato, plasmado con inteligencia y con conclusión definitiva de sublime excelencia; simplemente, perfecto.
Para el resto, podría decirte que sirve para pasatiempo ligero, entretenimiento sin consecuencias pero, ¡no se yo!, según sensibilidades y conciencias, su verborrea, escenografía e incesante majadería machista puede llegar a ser ofensiva, indigesta y de muy mal gusto, incluso ¡insultante para el género fenemino!, según impresiones y opiniones.
Por ello, cuidado al elegirla y extraerla del marco y ambiente para el que ha sido creado, el fiasco y desdén por la misma estará garantizado.
No creo oportuno, ni justo, machacar un producto fiel a su origen, que encanta y fascina a sus seguidores ilustres pues, está pensado y realizado, en exclusiva, para ellos.
Ojalá todas las series, cuando dan el paso al Séptimo Arte, la primera división y meca del cine, fueran tan certera, eficaces y productivas ¡como la presente!
Por tanto, ¡enhorabuena a sus hinchas!, Vince y compañía les alegrarán el rato y complacerán todas sus expectativas.



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