sábado, 26 de septiembre de 2015

Pride

En el verano de 1984, siendo primera ministra Margaret Thatcher, el Sindicato Nacional de Mineros (NUM) convoca una huelga. Durante la manifestación del Orgullo Gay en Londres, un grupo de lesbianas y gays se dedica a recaudar fondos para ayudar a las familias de los trabajadores, pero el sindicato no acepta el dinero. El grupo decide entonces ponerse en contacto directo con los mineros y van a un pueblecito de Gales. Empieza así la curiosa historia de dos comunidades totalmente diferentes que se unen por una causa común.



La unión hace la fuerza, unidos jamás seremos vencidos, lema por el que se conduce esta simpática y cordial historia, basada en los hechos reales que tuvieron lugar entre 1984 y 85 cuando, dos grupos oprimidos y golpeados por el gobierno de Margaret Tatcher, se unieron en solidaridad mutua para conseguir el respaldo y apoyo de la sociedad, de cuantos más mejor.
Choque de mentalidades, supuestamente opuestas e incompatibles, que saben unirse en idealidad y fuerza para sacar lo mejor de ambos y ganar todos en su aspecto positivo; por supuesto, como toda merecida hazaña heroica, tiene su bruja y detractores, sus momentos de tensión y traición pero, si algo reina es la simpatía, jovialidad, frescura y talante grato que te hace pasar, con extrema facilidad, por sus momentos de risa, drama, cariño y tragedia con afecto, dulzura, alegría y un generalizado bienestar contento, como estado de ánimo, que hace que te relajes, sonrías, te emociones tenuemente y disfrutes de todo su formato.
Porque lo que ofrece es orgullo de estrechar manos, manos unidas en confianza que vale de respaldo, refuerzo, respeto y dignidad mutua, seguridad de hallar un inesperado amigo cuando estás en plena batalla contra un gigante, porque aquí, David no vence a Goliat, pero reconoce el esfuerzo y valor de su compañero de armas, por tanto, cuando es requerido, el favor es devuelto con sinceridad y conciencia de que todos los grupos, minorías reprimidas sufren el mismo dolor y represión y luchan por los mismos derechos.
Tierna, amable, de aroma acogedor y aire encantador, aporta amas de casa en club de lesbianas, mineros bailando en la pista de un bar gay, homosexuales desfilando por Gales, con todos los mirones escandalizados, y mucha camadería de abrazos y buen rollo, mezcolanza de vida, creencia y existencia que comparten la dureza y dificultad del camino, porque cuando se violan los derecos apoyándose en una inmoral ley da igual seas minero, esposa, lesbiana o gay, el azote es el mismo y la lucha igual de compleja e injusta.
Festividad y alegría, aceptable humor y ofuscado empeño para revivir a este grupo, el movimiento L.G.S.M. -gays and lesbians support the miners- que, con fondo de gran corazón, retrata un momento exacto de la historia de Gran bretaña que, en su momento, causó gran impacto.
Un "Jardín de la alegría" en calles urbanas y sobre asfalto que busca la misma afinidad y complicidad en el público, gustar, entretener y ser querido y recordado con apego y gratitud de pasar un tiempo risueño y ameno, que te da a conocer un hecho verídico de trascendencia humana y social, y cuyo recuerdo será agradecido y satisfactorio gracias a su confortable esencia y espíritu social. 
Expresiva en su interpretación, no deja de presentar típicos clichés entre los miembros de sus filas, prototipo esperado de apariencia y evolución pero, poco importa cuando, Matthew Warchus, sabe ganarse al espectador para que saboree el momento y observe a estos "Full monty", que desnudan sus almas y exponen todo su corazón, para plasmar la buena fe y productividad del ser humano cuando se deja de prejuicios y ataduras y, simplemente, sustenta y da soporte a otro ser humano, hermano de sufrimiento, pena y esperanza de una vida próspera y digna.
Como flecha solitaria pueden fácilmente doblegarte, muchas flechas unidas serán sólidas, impactantes e inolvidables, "en las cosas necesarias la unidad, en las dudosas la libertad, y en todas ellas la caridad"; respeto por lo conocido, interés por lo nuevo, comprensión por lo diferente y fiesta, carcajadas a pares, jolgorio incesante cuando se pueda, solidaridad emocional y ¡más fiesta!, siempre fiesta pues "hay que tener orgullo, vivir con orgullo que la vida es corta, es muy corta..."



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