jueves, 17 de abril de 2014

La partícula de Dios

Ay, si Mike Hammer levantara la cabeza! Del susto que se llevaba se le caía el sombrero de golpe! Un patético Antonio Banderas en el papel de un fúnebre -venido a menos- detective privado que se encuentra más perdido que Blancanieves en un burdel. Deambula toda la película a través de una sombría y pesada narración, con una pésima estética que intenta recordar fatalmente a un admirable cine negro, al cual, esta historia le hace un pésimo favor. Personajes inconexos, desvinculados torpemente de una trama que no tiene fuerza ni interés, con un guión funesto y deplorable que intenta crear un aciago clima de suspense mal llevado y finalizado de forma más nefasta si puede ser. Hacía tiempo que no tenía ganas de no acabar una historia; les puedo asegurar que el cartel de la cinta es lo mejor que van a encontrar en la misma. Lo más extraño es encontrar a nuestro Antonio Banderas protagonizando esta falsa simulación de thriller negro.






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