viernes, 4 de abril de 2014

Rompenieves (snowpiercer)

Todos tenemos una posición de preorden establecida, si nos la saltamos se rompe el equilibrio de la naturaleza y el caos se apodera del mundo; si eres zapato debes colocarte a la cola, en los pies, no en la cabeza. Basada en la novela gráfica de Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb la temática es reiterada, de sobre conocida y muy recurrida en la gran pantalla; oprimidos contra opresores, alzamiento contra la injusticia, revolución del pueblo, sublevación anarquista, caída de un poder abusivo, restauración de un orden más justo, hacer oír la voz poderosa del asfixiado reprimido...El patrón a seguir es muy marcado, unas pautas claras a repetir que garantizan su éxito; el villano necesita un héroe, la justicia bebe de su antítesis, la maldad se alimenta de la bondad, el orden nace del caos..., dos caras de una misma moneda que siempre van unidas y que sobreviven estando en armonía. El Hacedor dispone el tablero y las piezas, pone las normas y controla el juego. La diferencia entre unas y otras historias es el planteamiento de la situación, su impactante puesta en escena, la habilidad para desarrollar el relato y el acierto para concluir su desenlace. Atractiva y cautivadora, heroicamente apocalíptica, hermosa en su rebeldía y bella en sus cimientos; sencillamente impresionante, imaginativa y fantástica, bien hecha. Una acción explosiva y muy generosa para una deslumbrante y bella fotografía, un esplendoroso contexto que se desliza a un ritmo emocionante, frenético y seductor, que atrapa tus sentidos y explota tu rebeldía más inocente. Un proceder irresistible para un guión inteligente que impresiona y engancha toda tu persona, esa poética y calmada esencia que grita y se desespera ante el horror, reparación inexorable -al precio que sea- de la maldad hecha persona, visión espantosa que urge frenar y aliviar. Impresionante película de entretenimiento, maravilloso relato catastrófico, grato resultado obtenido; tan sencillo y evidente como éso, cumple con los requisitos esperados. Poco más que decir, la película habla por sí sola -puedes echarle todos los piropos que quieras y más-; no hay más que sentarse, disponer de dos horas tranquilas y disfrutar de la revolución y sobresalto que supone su visionado. Si te gustó Matrix y los principios en la que ésta se basa, ésta es tu película, sin duda alguna; y, en caso contrario, ten la valentía y respeto de admitir que es un gran trabajo, estupendo y maravilloso largometraje de ciencia ficción que divierte con placer y entretiene con sumo gusto. Todo ello desde una mirada neutral, entretenida por lo ofrecido; si eres fanático de Bong Joon-ho o conoces el cómic en el que se basa, puede que no estés tan contento pues tus demandas serán mayores y serás capaz de detectar fallos no vistos por la ignorante mirada del que observa sin conocer y es complacido en su exigencia. Genial para no pensar mucho en los detalles y pasarlo bien!!!




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