lunes, 29 de diciembre de 2014

Asesino en el tiempo

Este thriller de suspense ligero, grato en su tibieza y que demanda poca atención esmerada del espectador no encaja en la norma típica del cine francés de los últimos tiempos, excepto si añoramos al mejor Jean Reno o, a un Alain Delon más retrotraido en el tiempo, representantes de un cine oscuro y engro, carismático en su esencia, que bordaban bárbaramente; para esta ocasión, contamos con un inspector de policía en cuya memoria persiste un amargo caso pendiente y sin resolver, que se ve trasladado en el tiempo involuntariamente para tener la oportunidad de corregir lo que en su día hizo mal, enmendar sus errores y rectificar fallos, en una segunda inesperada oportunidad que todos, alguna vez, hemos deseado aunque, está la cuestión de si se puede cambiar el pasado pues, hagas lo que hagas, cambies the camino y optes por ruta diferente, parece que siempre acabes en el mismo sitio pues, ya se dice que "todos los caminos llevan a Roma" amén de que, cualquier desviación o alteración del pasado, ya no tan fáctico, cambia las consecuencias para ese presente de posibles, abandonado momentáneamente y al que se regresa sin saber que encontrar o que situación hallar.
Interesante planteamiento de técnica muy lograda, cuadro sereno y eficaz llevado con corrección a buen puerto y una pareja protagonista muy bien avenida en pantalla, un Jean-Hugues Anglade que refleja seguridad y fortaleza de pasos consistentes y, una atractiva Mélanie Thierry que añade el toque necesario de ayuda complementaria y sutil para embellecer la delicadeza y rectitud de las formas, reforzados por un guión sobrio y directo que se mantiene seguro y efectivo en el punto justo de cocción sin exceder en pretensiones de florituras innecesarias ni dejarse llevar por confabulaciones de innovación e inventiva magnificada que, sin duda, estropean la entereza y elegancia de saber donde ir e ir a por ello sin desviaciones decorativas ni adornos superfluos que rellenen un vacío inexistente en este filme.
Es sencilla, simple y honesta en su argumento, puede echarse de menos una mayor complicación de la trama y más intensidad en las respuestas obtenidas, una deseada incisión más profunda e impactante que sobrecoga con mayor plenitud pues, aunque es una película de acción, olvídate de grandes persecuciones, misteriosos personajes, dudas de captación escurridiza o elucubraciones que alteren en demasía tu pensamiento, aquí, la inquietud se limita a resolver lo no resuleto, a solucionar lo que en su día no se supo hacer con acierto y destreza.
Germinal Álvarez te atrapa mínimamente para interesante sin grandes contratiempos, de complacencia media lograda para entretenimiento temporal sin gran excitación pero, tampoco evidente decepción, su armonía lineal de estructura básica y simplicidad en las maneras va acorde a la presentación austera y pulcra como su mejor carta, un asesinato a resolver en el tiempo y una reestructuración de las consecuencias segundas de dichos actos, suficiente para velada casera de DVD.
Tampoco le busques tres pies al gato ni cosquillas a quien no las tiene cuando éste es sincero en el sentimiento y diversión que ofrece, esparcimiento tenue de recepción amena y abrazo discreto, sin grandes emisiones ardientes ni efusiones calurosas, válido y capaz dentro de su encuadre marcado de pasar el rato sin restos anímicos que involucren en exceso. 



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