Utilizando la tecnología que los extraterrestres tenían 20 años antes, las naciones de la Tierra, que temen el regreso de los invasores, han colaborado en la elaboración de un gigantesco programa de defensa para proteger el planeta. Pero no es seguro que ese programa sirva para hacer frente a los avanzados e inauditos recursos de los atacantes. Quizá sólo la inventiva de unos pocos valientes pueda evitar la destrucción del mundo, que se encuentra de nuevo al borde de la extinción. Secuela del gran éxito de 1996 "Independence Day".
La reina cosechadora, de una colmena cabreada.
De primeras ya acudes sin el misterio y sorpresa de la primera, es decir, con cierto conformismo de no aspirar a la genialidad de ésta; pero bueno, ¡a ver qué inventan y cómo lo recrean!
Tal prevenido estado, se remata significativamente con la ausencia carismática del rey de la susodicha, ese dicharachero y juerguista Will Smith, cuya natural esencia heroica cautivaba con furor, diversión y contundencia, como salvador del mundo; también intuyes que, en esta ocasión, será todo más grande y exagerado, magnificado hasta donde den el avance de los efectos especiales respecto la madre de la presente, aunque ¿suficiente?
Veinte años han pasado desde tan glorioso y decisivo día, están los huérfanos de los protagonistas de entonces, y los abuelos caducos que presenciaron en directo el ataque, que se han rodeado de más personajes envolventes pues, a falta de liderazgo y personalidad de uno solo, ampliemos el grupo para distraer y rellenar con habla y teatro técnico; se sigue la táctica de la gracia, como anticipo y mediación de la desgracia, bromas dialogadas cuyos chistes no cuajan a la hora de reír y caer en simpatía, tampoco lo hace el drama para conmover y empatizar, de modo que ¡muy bien no andamos!
Sabes que el guión se repite, más de lo mismo, nada que objetar por ese lado, anticipo esperado pero, los acondicionadores externos, de adorno y distracción
para conservar la magia, emoción y su estatus característico, han bajado de graduación estrepitosamente; la determinación no cala, ni el discurso convence como lema patriótico mundial, de unidad hacia el enemigo estratosférico; se deja ver, pero sin esperanza de pasión acelerada, ímpetu desmadrado o tensión enemiga lacerante.
Y para colmo, el ataque ahora proviene de un “¡ella!”, la culpa de todo el lío y desastre del fin del mundo para las mujeres, ¡otro cliché más que soportar! Aunque, para compensarlo, tenemos a otra mujer dirigiendo el ataque terrestre, mejor lo dejamos en tablas; se nota buscan ser correctos en la paridad hombre/mujer, al aumentar la presencia y papel de ésta, punto a favor, aunque sea estratagema mercantil de venta, según los tiempos que corren..., pero, con todo, aún falta ese paso en el que sea la chica la que salve a su novio de la muerte, ¡ya llegaremos!..., por ahora seguimos con el clásico “te cubro, ¡nena!”.
Mucha gente ideando y escribiendo para guión tan
corriente y normalito; mucho ruido bullicioso y clamoroso, de llamativas explosiones y luces por todas partes/escasas nueces con contenido alimentario que valga la pena..., e ¡insinúa próxima entrega!, ahora si que se acaba la especia humana pues, la tierra si pudiera ¡nos echaba de ella!
Y, dentro de la devoradora colmena, fallan los motores de las naves, pero se mantiene la señal de video conferencia, caso para Iker Jiménez, ¡explicación alienígena!
Volviendo un poco a la deducción aplastante..., ¿era necesario hacerla?, no realmente ¿se gana algo con ella?, morriña de ir a por el original y ¡disfrutar de veras!
Un apunte..., ¿qué pasa con Jeff Goldblum, que siempre le reclaman para que se coma el marrón de las grandes catástrofes, para que las presencie en primera línea?..., moscas, dinosaurios, dioses,
marcianos, alienígenas..., ¡empieza a encasillarse!
Y por último, pero no menos importante, el hijo del loco y genial capitán Steven “Eagle” Hiller ¡no le llega ni a la cintura!
Dos décadas para prepararse y ¡ésto es todo lo que se les ocurre!; excesivamente pagados todos los responsables de esta trivial, insustancial e innecesaria cinta.
Lo mejor; el arcaico terrestre, con su obsoleta tecnología, sigue ganando a los aventajados vecinos de fuera, ¡somos la leche!
Lo peor; el pensar llevar a cabo tal remake.
Nota 5,3
Tal prevenido estado, se remata significativamente con la ausencia carismática del rey de la susodicha, ese dicharachero y juerguista Will Smith, cuya natural esencia heroica cautivaba con furor, diversión y contundencia, como salvador del mundo; también intuyes que, en esta ocasión, será todo más grande y exagerado, magnificado hasta donde den el avance de los efectos especiales respecto la madre de la presente, aunque ¿suficiente?
Veinte años han pasado desde tan glorioso y decisivo día, están los huérfanos de los protagonistas de entonces, y los abuelos caducos que presenciaron en directo el ataque, que se han rodeado de más personajes envolventes pues, a falta de liderazgo y personalidad de uno solo, ampliemos el grupo para distraer y rellenar con habla y teatro técnico; se sigue la táctica de la gracia, como anticipo y mediación de la desgracia, bromas dialogadas cuyos chistes no cuajan a la hora de reír y caer en simpatía, tampoco lo hace el drama para conmover y empatizar, de modo que ¡muy bien no andamos!
Sabes que el guión se repite, más de lo mismo, nada que objetar por ese lado, anticipo esperado pero, los acondicionadores externos, de adorno y distracción
Y para colmo, el ataque ahora proviene de un “¡ella!”, la culpa de todo el lío y desastre del fin del mundo para las mujeres, ¡otro cliché más que soportar! Aunque, para compensarlo, tenemos a otra mujer dirigiendo el ataque terrestre, mejor lo dejamos en tablas; se nota buscan ser correctos en la paridad hombre/mujer, al aumentar la presencia y papel de ésta, punto a favor, aunque sea estratagema mercantil de venta, según los tiempos que corren..., pero, con todo, aún falta ese paso en el que sea la chica la que salve a su novio de la muerte, ¡ya llegaremos!..., por ahora seguimos con el clásico “te cubro, ¡nena!”.
Mucha gente ideando y escribiendo para guión tan
Y, dentro de la devoradora colmena, fallan los motores de las naves, pero se mantiene la señal de video conferencia, caso para Iker Jiménez, ¡explicación alienígena!
Volviendo un poco a la deducción aplastante..., ¿era necesario hacerla?, no realmente ¿se gana algo con ella?, morriña de ir a por el original y ¡disfrutar de veras!
Un apunte..., ¿qué pasa con Jeff Goldblum, que siempre le reclaman para que se coma el marrón de las grandes catástrofes, para que las presencie en primera línea?..., moscas, dinosaurios, dioses,
Y por último, pero no menos importante, el hijo del loco y genial capitán Steven “Eagle” Hiller ¡no le llega ni a la cintura!
Dos décadas para prepararse y ¡ésto es todo lo que se les ocurre!; excesivamente pagados todos los responsables de esta trivial, insustancial e innecesaria cinta.
Lo mejor; el arcaico terrestre, con su obsoleta tecnología, sigue ganando a los aventajados vecinos de fuera, ¡somos la leche!
Lo peor; el pensar llevar a cabo tal remake.
Nota 5,3
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