sábado, 12 de julio de 2014

Borgman

Como mínimo es extraña, diferente, extravagante, imposible quedarse al margen impasible sin la tentación de devanarte los sesos intentando encontrar una explicación a este desconcierto, un por qué a los crueles y violentos sucesos, un "quién demonios es" para este estrambótico y peculiar personaje que atrapa tu curiosidad y tu desvelo como la miel a las abejas y donde es difícil resistir y calmar tu loco y aturdido pensamiento que discurre de forma caótica y frenética por la senda del sin sentido y el desenfreno. El impacto inicial es explosión segura, golpe mortal y efectivo que provoca una atracción anonadada por seguir las andaduras de un protagonista surrealista y feroz que se mueve al margen de la lógica, de la conscienca racional o de cualquier pensamiento cognitivo que permita su sobria y serena lectura sin ese desespero y asfixiante acompañante que te desquicia, enfada porque, prácticamente, "no entiendes ni papa". Partícipe involuntario de una fábula subversiva e inolvidable en la que este relato conmociona y colisiona por su estrafalario y original formato, por las inconexas figuras aparecidas, por su fantasioso y ametrallador guión, por esa mezcla irreverente de humor desquiciado y horror espeluznante, por el hipnótico hechizo de un argumento en el que no puedes dejar de mirar y observar, ver y escuchar, en el que no puedes evitar desear querer seguir a este malvado y demoníaco caminante a pesar de no saber dónde va e intuir que tu destino es la caída desde un precipicio al que acudes con incógnita y un aturdimiento estupefacto. Desquicio y asombro para un cuento de imaginación brutal y efecto cautivo en el que seguirás enredado tras su esperpéntica lectura intentando hallar la escondida clave de este enigma que te abra las puertas al relajado y deseoso saber y entender lo procesado o que te perderá por su angosto y confuso caminar, por su falta de entendimiento y correlación, por su evidente oscurantismo que marea y despista. Después de largo tiempo intentando resolver dicho puzzle, este fabuloso rompecabezas o le poner mayor empeño, coraje y vehemencia por tu obsesiva seducción y contundente cabezonería en desgranar el misterio que lleva al tesoro de la sabiduría oculta o abandonas por un agotamiento y una desidia que te llevan a aburrir y maldecir lo no entendido, acosado y extenuado ante imágenes que aumentan tu martirio y soledad porque no sabes qué pasa, porque no dispones del diccionario traductor que ilumine el texto y aclare la narración. Lectura sugerente y sugestiva que va con cada uno aunque, es innegable admitir y aplaudir con sonoridad este transgresor, exquisito y fascinante trabajo de Alex van Warmerdam que crea debate, polémica y pluralidad de opiniones y emociones. Imposible ponerse de acuerdo sobre su provocación, sobre sus inquietantes matices, sobre sus inquietudes buscadas ni sobre nada; ahí reside su grandeza, en la diversidad, variedad y alternancia de su interpretación.




No hay comentarios: