martes, 15 de julio de 2014

La batalla del año

"Buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar: con sudor"..., sentenciaba Lydia, profesora de baile de Fama, con contundencia y honor -y un poco de susto y terror, hay que decirlo- en los 80´s golpeando con severa armonía su inolvidable bastón en la clase de baile y danza; "cambia como piensas, cambia tu vida"..., el guapo Josh Holloway en esta película intentando no sonar tonto, hueco y ridículo. Ahora, compara e intenta no reírte!!!
Tengo un buen día, dejémonos de exigencias y seamos benevolentes, olvidemos los esperpénticos diálogos, el disparate y necio guión, las penosas y tristes interpretaciones, el despropósito de montaje y la locura de ruido de fondo y luces atronadoras para ocultar la falta de ideas y calidad en un musical de compañerismo y competición.
Centrémonos en el deslumbrante baile, las fabulosas y enérgicas coreografías, la rítmica y frenética música, el desenfreno y delirio de una artística danza llama hip-hop..., ah espera!, si tampoco lo encuentro!
Mi único deseo, esperanza e ilusión, salvajemente aniquilada y tristemente frustrada, era disfrutar e incluso aficionarme a esta modalidad de baile y música desconocida para mi por mi falta de curiosidad e interés por ella y alejada de mis gustos personales. Ni eso! Sentada sigo en la estación del olvido y el despiste esperando un tren que nunca llegó.
Destartalado producto de mucho ruido y pocas nueces!
Puntilla que no puedo evitar: y la similitud patética, buscada o no, de referencia indiscutible para mí -para ti puede que otra-, a Clint Eastwood en el mítico Sargento de hierro en busca de esa unidad de equipo!
No mancillemos lo sagrado! Un poco de respeto para los sabios, intocables e irrepetibles mayores de nuestro querido y apreciado cine!
Y la mención del único y fantástico Magic Johnson, Larry Bird,,,. ya ni te digo! 
Sagrado mandamiento: no usarás el nombre de legendarios jugadores de baloncesto ni imitarás venerados actores de cine en vano!
Mensaje para todos los responsables de esta película: más mano dura y menos hacer el vago.



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