miércoles, 17 de septiembre de 2014

Jersey Boys

En cuestiones técnicas y artísticas nada que reprochar, es una maravilla de detallada pulcritud tanto en ambientación, vestuario, fotografía, escenografía..., un verdadero traslado al alma y espíritu encantador de la época.
En cuanto a la historia, no ofrece ninguna novedad, la típica historia muy conocida de un grupo de amigos que encuentra en la música su salvación de no caer en la perdición sin retorno -de posibles mafiosos a cantantes con futuro- que consiguen el éxito deseado y acaban cada uno por su lado por desavenencias irreconciliables.
Respecto la música. ésta es muy llevadera, pegadiza y de rítimica entonación; si conoces a Four Reason llevarás ventaja para el disfrute y placer de tus enamorados oídos y de la entonada puesta en escena de sus canciones; si no conoces a esta mítica banda del Salón de la Fama y de su sobrado talento, ésto no será ningún impedimento para degustar y apreciar la diversión y entretenimiento de su ritmo, estilo y sintonía propia y de la peculiar y característica voz de su cantante.
En cuanto al director y productor, sorprende la inclusión de Clint Eastwood en el género musical, especialmente porque por edad y esfuerzo y declaraciones personales elige con cuidado y esmero los proyectos en los que participa -todo parece indicar que debe ser un enamorado de este estilo musical y de esta banda en concreto-, no pasará por ser la película que marque su carrera pero, sin duda alguna, reconoces el toque exclusivo de este soberbio e inteligente, delicado y sutil director, el cual es imposible no saborear.
En cuanto al argumento, hace partícipes a los propios personajes como narradores intercalados de su propia historia vivida, contanto sus vivencias y emociones en primera persona a cámara, haciendo más personal y atento el enfoque de sus experiencias aunque ello no impida que su evolución narrativa, el cuento de su historia biográfica no sea muy profunda, asimilable ni consistente, que se observe una distancia, desapego y frialdad en su enlace descriptivo, que sólo se observen pedazos alternos de sus vivencias y de sus andares unidos a través de los temas musicales que parece ser lo único claro que se quiere mostrar.
Puede que el hecho de estar basado en un super éxito musical de Broadway haya inclinado la balanza a favor de las canciones y de su explosión visual y sonora dejando aparcado, un poco de lado, la importancia y correlación de la composición de sus vidas personales.
En cuando al conjunto global, éste es informativo, mantiene el tipo, sabe salir con talento y esmero de cada situación escénica aunque, su larga duración no evite un bajón de interés y atención hacia sus tres cuartos de rodaje, el cual se recupera en una actuación solitaria final donde, sin duda alguna, todos vamos a reconocer la canción -con sorpresa para desconocidos del grupo, con deleite para sus seguidores- y a tararear con acompañamiento súbito la letra de su composición musical.
Es técnica, correcta y sencilla, cuenta la aparición-evolución-desaparición de un grupo musical; tu mayor o menor conocimiento de ellos influirá en tu implicación y conexión auditiva aunque, no es requisito indispensable para su goce y apreciación.
La parte musical es una cuidada obra realizada con arte aunque no explotado con sabiduría completa -no correrás a Google para informarte y saber más de este grupo y de sus melodías-, la parte narrativa de su historias y existencia individual tiene más carencias y lagunas compensadas con la inmediata escenografía de una canción y su amenizado baile.
Al fin y al cabo es un ¡género musical!, se puede perdonar que el guión destaque y se centre sólo en ella y relegue a segundo lugar la importancia de involucrar al espectador emocionalmente en sus vidas particulares.
Disfrutarás, por momentos, de su visión y consumo aunque..., ¡no te quitará el sueño!



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