sábado, 24 de mayo de 2014

Joe

Joe, por qué quieres acabar con tus huesos en la cárcel?, con tu achacoso cuerpo en la penitenciaria del Estado o muerto en una cuneta?
 Autodestructiva existencia que no tiene salida, engañoso control que te permite una fingida rutina, inevitable roce explosivo al involucrar tu alma dañina en inocentes vidas propias y ajenas...Nicolas Cage vuelve a la carga con un papel serio y profundo, de enorme registro emocional y grandes sentimientos afligidos, una vuelta a Living las Vegas necesaria y agradecida para poder ser disfrutado y vivido en toda su intensidad;.
Personajes quemados y heridos que no se ganan tu simpatía ni afinidad en un ambiente poco sano, caótico errante de fácil estallido afectivo, puerta diminuta que se abre a la esperanza de una posible resurrección que compense y alivie una injusta y peligrosa situación nacida. 
Es pesada de observar, motivación límite por su antipática penitencia, cargante en su frustrante contenido, visión poco gratificante y nada amena para escenas difíciles y de dureza palpable, dolor inmenso de unos personajes para ser valorado con calma y paciencia, lentitud y serenidad, recorrido de una violencia inquietante y de suspense alterno que se va cociendo lenta y pausadamente.
Dos potentes y marcadas interpretaciones de sus protagonistas, trabajo soberbio clave de toda una historia que se desarrolla en un ambiente rural sureño que arrasa y devora todo lo que toca, aniquilación suave y apenas perceptible hasta que el ocaso de su impacto rencoroso, rabia contenida, estalla con toda su oculta potencia y manifiesta crueldad. 
Fotografía lenta y pausada para silencios eternos y de tranquilidad espeluznante, espacios amargamente dolorosos ofrecidos con tenue ligereza y nimia percepción para ser vividos en su plenitud, momentos en los cuales tu atención debe ser plenamente capturada para no perder la estela y el interés de este explosivo drama que recogiendo la palabra escrita de Larry Brown es de efecto inconstante, ausente rectitud e inconscientes altibajos que impiden captar su completo y eficaz resultado, que no permiten ni acaban de reflejar la fuerza vigorosa de lo narrado y la potencia de lo visionado, baches intermitentes de una carretera que debería ser autopista firme y de segura conducción.





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