viernes, 2 de mayo de 2014

No se aceptan devoluciones

Cantiflas ha vuelto a la ciudad para representar un cuento de Navidad, una historia entrañable y tierna donde la sonrisa, la ternura y alguna lágrima están asegurados; dos horas para un culebrón sentimental, melodrama familiar lleno de emociones y sentimientos predecibles y muchas veces vistos que no logran encandilar el corazón tanto como deberían. Fantasía emocional, sensiblería afectiva, cursilería narrativa, sentimentalismo por doquier, alegría, tristeza, amor, resentimiento, ilusión, magia..., un conglomerado de todo un poco que resulta flojo y apagado, débil y extinto, demasiado melancólico para ser creíble y sentido en profundidad; con moraleja educativa de fondo sonoro y gran tragedia escondida tras la hermosura de la dulce fábula relatada resulta empalagosa y en exceso irreal, cómodamente azucarada y dulzona aunque, en su deseo de ser afectuosa y cariñosa, melosa y delicada excede sus dimensiones y sobrepasa su capacidad de provocar impresiones y pasiones espontáneas del alma. Un trabajo firmado, protagonizado y dirigido por Eugenio Derbez que sirve para su lucimiento y exhibición y, ya de paso, aumentar la estima y afecto de su público devoto.




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