miércoles, 14 de mayo de 2014

The machine

Qué mejunje espectacular acabo de ver, bodorrio donde se confunde la originalidad con el aturdimiento, la novedad con el desespero y lo exclusivo con el atontamiento inexplicable donde ni los malos convencen. Te preguntas qué pretendía el director, qué buscaba el guionista, qué argumento transforma una acción futurista, paradigma cumbre de gran atractivo y emoción, en algo tan cutre y de tal sosez que ni siquiera tu imaginación más generosa puede salvar; una barbie de teletienda convertida en un terminator femenino que mejor no tenga ganas de volver, un protagonista tan apagado y nimio al que dan ganas de abandonar porque seguirle es aburrimiento seguro, unos mancillados veteranos reconvertidos en androides cutres con lucecitas en vez de ojos para no ver lo que han hecho con ellos, un argumento mezcla de-todo-un-poco que se queda en principio de nada, una sensación triste de lo que podría haber sido que ni tu ensoñación más espléndida puede compensar, una ordinaria puesta en escena que ofende al menos exigente, barbarie de una supuesta inteligencia artificial que no supera a la mundanal terrestre, con unos aires de belleza intelectual, un diseñado estilismo que no embelesa más que a sus creadores, un proceder pausado y filosófico que no buscas y cuyo inesperado encuentro ni gusta ni atrae mínimamente..., Dios, si me estoy diviertiendo más ahora que viendo la película!!! Y es que intenten hacer pasar por fallo mío lo que no han sabido transmitir los responsables de este melancólico proyecto, acusar de incompetencia desmotivada a todo aquel que no capte la sublime esencia de un producto novedoso y poco convencional aburre y cansa; yo sólo se que, como espectadora, fueron más sabrosas y divertidas las pipas con las que me entretenía que la propia historia que veía!!! Por muchos aires de grandeza que se tenga, deseables aspiraciones a reconocer y respetar -motor insignia de encantadora fantasía y deliciosa imaginación- si no funciona a ojos del espectador, sirve de nada -por mucho que sea genial en la mente del director-, desmotivación preocupante en una película de entretenimiento. Los hechos son los hechos; ni atrae ni divierte ni seduce ni interesa. 




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