domingo, 30 de noviembre de 2014

El corredor del laberinto

Iba bien la cosa hasta que he visto al penitente, esa triste araña mutante de hierro y pilas que tienen la osadía de comparar con la magistral ¡"Mosca"!,¡por Dios, que atrevimiento más banal, gratuito y vago!
El planteamiento empieza bien, buena esperanza de un laberinto que cause motivación e interés, fondo suculento que estimule y provoque expectación, después viene la cutrez asesina y..., como que baja su listón pero, bueno, siempre está la espera de la resolución, su ansiado por qué que puede arreglar y redondear todo desaguisado o estropear el guiso excelente hasta el momento preparado y, uummmm, ¿la verdad?, no convence mucho esa engañosa explicación apocalíptica y aniquiladora de ser los elegidos para salvar al mundo, encubierta de planes de juego perverso y prueba tortuosa del ser humano abrá-que-esperar-a-la-siguiente-entrega.
El reparto de los papeles..., previsto cliché que encuentras en todo grupo de recriminados, sometidos, exiliados, supervivientes, oprimidos etc, etc, etc, sólo hay que coger el manual de uso y confección de cualquier saga o serie, en la actualidad, copiados hasta la saciedad por un merchandising que parece no querer poner el freno todavía -la época de explotación de los superhéroes y cómics, por ejemplo, ya pasó- y, ya está, continuamos..., efectos especiales y recreación de otro mundo..., pieza clave importante donde no se suele fallar, por poca imaginación y habilidad que se tenga, dado los recursos técnicos al servicio y aquí, tienen un buen pase, continuamos..., actores jóvenes desconocidos..., parte de la misma imitada teoría y 
un acierto y gratitud que permite centrarse en la historia y guión y..., ¡ya no continuamos!, porque éste es el centro neurológico de todo el entramado, porque como no funcione el relato..., ¡a la porra!, con perdón, todo lo demás, a la basura todo el trabajo realizado por muy meritorio y currado que éste sea y..., ¡tachán!, tampoco es para tanto dada la aglomeración de blockbusters del mismo tipo que inundan la cartelera hoy en día pues, empieza a buen ritmo, se mantiene un tiempo la intriga pero, poco a poco, toda su emoción y seappeal ceden ante un simple correr y correr y más correr que, intenta arreglarse al final con un halo de misterio que no succiona en demasía creando 
expectación ante su próxima seguida, es decir, entretiene, sirve de ocio y esparcimiento, no es la mejor ni la peor de su género, su semáforo dictamen se mueve, fundamentalmente, entre el amarillo intermitente, con más de algún escarceo al aprobado verde y poco rojos supensos lo cual deja un aprobado válido o mustia según lo que esperarás encontrar, verla no será un gran sacrificio, dejar de hacerlo no será ningún placer perdido, tanto monta-monta tanto, la decisión no es complicada, que sí..., no te arrepentirás, que no..., tampoco lo lamentarás aunque, cuando algo ni blanco ni negro, ni diestro ni inesperto, ¿qué es?, ¡una más del montón!



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