miércoles, 30 de noviembre de 2016

Snowden

Basada en el libro "The Snowden files. The inside story of the world's most wanted man" escrito por Luke Harding, y en un libro escrito por Anatoly Kucherena, el abogado ruso de Edward Snowden. Narra los acontecimientos que siguieron a la publicación por parte del diario The Guardian de los documentos clasificados que aportó Edward Snowden sobre el programa secreto de vigilancia mundial de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) en 2013.


En aras de la verdad, en aras de su tranquilidad.

A veces es mejor no saber, más si se sabe teniendo moral propia, pues no es buen complemento a tener en cuenta; “libre de opresión” es su lema, y al final de toda esta aventura lo consiguió, pero ¡a qué precio!
Un autodidacta, demasiado inteligente para ser clasificado, que como buen patriota amaba a su país, quería ayudar a su vigilancia y defensa y no gustaba de criticar lo que se hacía en casa, pues ningún padre se saltaría la ley, ni haría nada contra sus propios hijos, excepto protegerlos de los peligros de fuera.
“Un individuo puede detener el motor del mundo”, y allá que se lanzó, sin paracaídas, este imprevisto héroe, después de ser testigo de múltiples atropellos contra la intimidad y libertad de las personas, e incluso después de crear el invisible programa, que permitía hacer realidad tal abuso y ultraje, en nombre de la seguridad nacional, cuando todo estaba dirigido a adquirir ventaja económica, política y militar, respecto al resto de países.
“Todo huele a podrido en Dinamarca”, aunque shakespeare se quedó corto con su Hamlet, pues es el primer mundo actual el que huele a rancio y corrompido; la política del miedo se nos vende, en
aras de proteger nuestra libertad, cuando ésta ha sido vendida al postor con más ventaja adinerada, y de poder capitalista.
Nadie está a salvo, todos entramos en el grupo de posibles espiados, incluso todos aquellos ingenuos que pensamos, para qué molestarse en observarme, cuando nada tengo que decir ni ocultar sobre dichos temas; pero quien ostenta el poder no opina igual, pues cualquiera puede ser un potencial peligro, o puede ser usado como moneda de cambio o chantaje para obras mayores, el negocio no se detiene por el peón de abajo, ese sustituible anónimo ciudadano, y sobre ésas que actúan.
Un blancanieves, a quien la bruja del gobierno dio a probar la envenenada manzana pero, a pesar del inicial mordisco, se libró del corrosivo veneno, y pudo sanar su alma.
Necesario ser contada y nadie como Oliver Stone, para llevar a cabo dicha tarea informativa; el hombre
es de sobre conocido, también la hecatombe que tuvo lugar con sus actos y declaraciones, por tanto, la parte motivante y curiosa es descubrir sus inicios y progresos, su vida personal y el cambio de actitud y personalidad que experimenta.
Necesarios todos sus minutos, válido el intercambio temporal de situación, para descubrir cómo se llega a esa inhóspita habitación de hotel, centro de toda la explosiva polémica; es lo que se espera, no hay intensidad ni giros apasionados de elección de dilemas, pero a cambio te acerca a Edward Snowden, lo convierte en alguien más familiar, entendible y afianzado, que la figura famosa que se tenía en mente.
Es cierto que el clásico sello, forzado hasta las últimas consecuencias, de Stone ha perdido gravedad
y fuerza en sus últimos trabajos, y que aquí ofrece únicamente una postura positiva y encumbrada del personaje, sin contraste de punto de vista alternativo que le haga sombra; se centra en el debate ético sobre lo que ve y hace -para los hechos, remitirse a los muchos documentales sobre el asunto-, sobre el malestar que se siente y la fobia que desarrolla, le importa más el hombre que la figura mediática y es esa parte la que se agradece, a pesar de la suavidad y permisividad del encaramiento.
Deja fuera de cámara, la posible escondida oscuridad del adalid informático, deja fuera del guión, cualquier intriga o nerviosismo sentido, deja fuera de la cinta, cualquier novedad documentaria; opta por la llaneza, por un cordial camino recto, sin curvas mareantes, reproche del que dejo nota aunque, con todo, la película se consume a gusto y digiere con agrado..., es lo que tiene una comida sana y baja en calorías, el estómago ni se entera en su digestión posterior.
“Snowden”, “morirá en Rusia”, por exceso de pensamiento propio y conflicto de seguir órdenes, sin ser cuestionadas..., por creer que el mundo sería diferente, tras su hazaña.

Lo mejor; la interpretación de Joseph Gordon-Levitt.
Lo peor; excesivamente bondadosa.
Nota 6,2
interpretación 7 música 5,5 fotografía 6 guión 6 realización 6,5 montaje 6,5


No hay comentarios: