sábado, 18 de octubre de 2014

Una decisión peligrosa

Conoces la historia, te resulta familiar, puedes adivinar fácilmente su inicio, recorrido y final pero, con todo, decides verla y darle una oportunidad pues lo único que demandas son unos personajes bien formados, con personalidad y carácter que atrapen tu atención y una acción envolvente con fuerza, energía y empuje lo suficiente para mantenerte en tensión, con brío y poder disfrutar de la rapidez de sus movimientos, la agilidad de su transcurrir y un estilo de cautividad absorbente.
¡Pues ni eso!, obtienes simplemente un buen y tibio recuerdo, ¡sin más!
James Franco y Kate Hudson están tan obviamente desapasionados en sus papeles, tan penosamente sueltos en la arena del ruedo sin apenas material con el que trabajar, con tan claro desperdicio de sus posibilidades que da tristeza verlos deambular y manejarse con tan poco guión que expresar, con diálogos de primero de carrera de un guionista que no dejó volar mucho su imaginación y apenas se lo curró, inutilidad que se transfiera a un malo malísimo Omar Sy -ya queda lejos Intocable- que tiene dos frases de amenaza y firmeza para después quedarse en cuatro tiros y una pocas bofetadas.
Y ese es el amargo regusto que deja, el desdeñable sinsabor que no te quitas de encima pues tu predisposición voluntariosa a pasar un rato agradable de entretenimiento medio con un argumento cómodo y facilón de anticipados pasos sabidos de memoria es sincero, obvio y nítido, sólo exiges un mínimo para salir contento y satisfecho y que, Henrik Ruben Genz no logre ese escaso objetivo, esa meta pueril que con poca sabiduría, una pizca de arte y gracia en la elaboración, de inteligencia en su aporte de garra y emoción es sencilla de lograr es evidencia de poco ingenio pues en pocas ocasiones encontrará un público tan dispuesto a exigir poco, a observar mucho y a contentarse con unos cuantos broches y trazas...,¡si sólo tiene que disponer buenos golpes cuerpo a cuerpo, rapidez de movimientos, acelerada actividad, angustia de atrape, adrenalina de escape, excitante persecución, asfixiante huida, unas frases conseguidas..., mezclarlo todo y dejarlo rodar!
Es tan inocente, banal, superflua y poco impactante que tu interés apenas despierta unos segundos para clarificar la pérdida de tiempo de molestarse en profundizar en ella para volverse a la ignorante y letanía desde la cual observas casi todo su evolucionar sin pena ni gloria y, aún así, no se escapa ninguna novedad ávida importante pues éstas escasean como el turrón en pleno agosto.
Nimiedad de pocas ganancias y retribución torpe que no compensan tu elección ni tus insatisfechas ganas de distracción, argumento de ínfima tenacidad y nulo vibrante compás que no cumple con las mínimas exigencias solicitadas ni para el desganado espectador, ni para los vacíos intérpretes ni para el poco imaginativo-nada hábil director.
Un filme aceptable por los elementos que utiliza, nulo por su torpeza en el manejo de ellos.

Lo mejor, todo resulta accesible y familiar
Lo peor, el tráiler emociona con más intensidad que la película entera.
Nota 4,5



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