martes, 28 de octubre de 2014

Vamos de polis

No se si porque iba con expectativas muy bajas o porque me ha pillado en un día tonto de hora baja y momento malo pero, la verdad, no me ha parecido ¡tan mala como esperaba! -cojamos este comentario con cuidado y sin que sirva de precedente, por favor-.
Dos perdedores rondando la treintena que utilizan el uniforme de policía para ganar la confianza que nunca tuvieron y que sirve de excusa para un montón de escenas de relleno decorativo de comicidad dudosa según cada cual y contenido banal y nimio hasta que estos sustitutos de Starsky y Hutch se meten e un lío serio y deben decidir si seguir bajando la cabeza y volver al olvido de donde venían o "...dejar de ser unos gallinas..." y actuar con heroicidad patética, torpeza instintiva e intenciones honorables que se estrellan contra su propia incompetencia novata.
Tiene escenas de bulto estético de gusto incomprensible y exceso en su forzada provocación de la risa espontánea combinada con otras más aceptables de perfil más correcto, enfoque más digno 
y ligera trama decente asomando por sus entrañas, una combinación que funciona por momentos alternos y según el estado de ánimo de los ojos que miran pues no engaña ni cumple lo que no promete; estos policías de corte y pega aspirantes al espíritu de "Policías rebeldes" ofrecen lo esperado, más de lo mismo visto en estas comedias prototipo de exigencia leve y entretenimiento superficial que puede valer como esparcimiento temporal y diversión tibia inesperada pues posee algún toque decente que vale la pena junto con muchos otros de escala menor.
Sabe bien al nivel que pertenece y cumple correctamente sus funciones, tú también lo sabes por ello no admito lamentos ni quejas si decides escogerla.
Estos ilusionistas del humor distendido, la carcajada no siempre lograda y la juerga vendida con más propósito que efecto actúan con sinceridad, modestia y sin pretensiones inalcanzables, si la sacas de ese área de actuación es desastre seguro, si entras tú en el juego previsto de tonterías planificadas, incidentes endebles, bobadas a la carta y ñoñerías por doquier junto a algo parecido a la seriedad y deseada sobriedad argumental más la presencia sorprendente -aunque esperada pues aparece en el tráiler- de un Andy García de camino a su casa que hace una parada de excepción voluntaria o forzosa según sus posibilidades de elección de papeles a interpretar...,¡ya sabes lo que hay!, sirve para un breve momento de recesión de la rutina diaria.
Repito, ¡no es tan mala como esperaba!, aunque..., cojamos este comentario con cuidado y sin que sirva de precedente ¡por favor!



No hay comentarios: